CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

A un año del cierre de la planta de Iansa en Linares

La empresa destinó US$1 millón en indemnizaciones y dejó de pagar el impuesto verde. Mientras, la planta sigue en venta y el municipio busca comprar parte de las instalaciones para actividades culturales.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 9 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
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A un año del cierre de la planta de Iansa en Linares, la comuna no ha logrado sobreponerse del todo al golpe que ello significó en términos laborales; en cambio, para la compañía fue la fórmula que le permitió asegurar su sostenibilidad en el largo plazo, debido a la baja internacional del precio del azúcar que ha sido gradual pero continua. La radical decisión significó para la empresa el pago de indemnizaciones por un millón de dólares, según el balance de la propia Iansa.

De acuerdo al documento, “el mejor desempeño de los negocios de alimentos e ingredientes alimenticios durante el 2018, en comparación con el año anterior, compensa el menor margen obtenido en el segmento agroindustrial, afectado por el mayor gasto de remuneraciones de US$ 1,3 millones incurrido durante el tercer trimestre del 2018 producto del cierre de la planta de Linares”.

Desde la empresa, el balance es que pese a que el cierre de la planta “fue una decisión difícil”, era “necesario, considerando el contexto internacional (...) que nos deja expuestos a un mercado de precios históricamente deprimidos en azúcar”.

En ese sentido, plantean que “la compañía tuvo un EBIDTA positivo de US$19,3 MM (año 2018) y US$10,5 Millones (1er semestre 2019), tenemos una posición financieramente sana”. Además, explican que la planta Linares, junto a otros activos inmobiliarios de la firma continúan a la venta. “Su enajenación liberará recursos que nos permitirá potenciar áreas de negocio con mayor potencial de crecimiento”, respondió la firma a Diario Financiero.

Reconversión: cursos de manejo

La operación cierre comenzó el 26 de julio de 2018, cuando la empresa informó a la Comisión para el Mercado Financiero de su decisión, lo que significó disminuir la siembra de 4.133 hectáreas en la campaña anterior a sólo 3.108 hectáreas, de las cuales 1.166 fueron destinadas a remolacha. En las restantes se sembraron tomates, debido a la necesaria rotación del suelo agrícola. Otros productores comenzaron a reconvertirse hacia cultivos tradicionales, como el trigo y el arroz.

Otro elemento que influyó en el cierre de la planta de Linares fue el impuesto verde a las emisiones fijas. La industria ocupaba combustibles fósiles para sus calderas industriales y calefacción, por lo que en su balance al primer trimestre, informó que Planta Linares realizó su último pago de ese tributo en el mes de enero de 2019, el cual correspondía al último trimestre de 2018”.

Sin embargo, en la zona, algunos agricultores que aún siembran remolacha se quejan de que el traslado de su producción a la planta de San Carlos les deja poco margen de ganancia. Este es un tema que tiene enfrentado al alcalde de Linares, Mario Meza (RN), con el gobierno de Sebastián Piñera, al punto que el edil no se presentó a la cita del mandatario con los jefes comunales de la Región del Maule el pasado 31 de julio (ver recuadro).

Aunque el gobierno no tenía injerencia en el cierre de la planta, la autoridad comprometió ayuda a través del Ministerio del Trabajo. Por medio del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) planteó generar cursos de capacitación para la reconversión de los trabajadores y lo propio se hizo a través de Corfo con el Programa de Apoyo a la Reactivación (PAR). Ello implicó un financiamiento de $ 170 millones y benefició a 45 extrabajadores de Iansa. Además y por iniciativa de los propios trabajadores 29 fueron capacitados como conductores profesional es A3 y A5.

No obstante, tanto representantes de la zona en el Congreso como el propio jefe comunal coinciden en que aún no todos los trabajadores despedidos, a raíz del cierre de Ianza en Linares, han logrado reubicarse o reconvertirse.

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A un 8,3% de desempleo llegó la comuna en el primer trimestre de 2019

Para el alcalde de Linares, Mario Meza, no ha sido un año fácil. Tampoco lo fue la decisión de ausentarse de la reunión con el presidente Sebastián Piñera el 31 de julio, cuando el mandatario viajó a la Región del Maule, pero el edil tenía la convicción de que debía expresar su molestia por los efectos que, según dice, empezaron a percibir en toda su magnitud en enero de este año.
Según explica el propio jefe comunal, "por primera vez en 10 años, el trimestre móvil enero-marzo, que es la época estacional con mayor empleo en Linares, el desempleo comunal alcanza el 8,3%". Y se espera que la cifra de agosto llegue a los dos dígitos, se lamenta.
Aunque admite que no se puede atribuir la cifra por completo al cierre de la planta, insiste en que "tiene que ser, sin lugar a dudas, uno de los factores que más influye, no hay ninguna otra explicación".
La molestia del edil reside en que quienes siguieron sembrando remolacha no han recibido el subsidio para el transporte, como comprometió el gobierno hace un año, ya que "en todo este año no se generó el instrumento para el subsidio por más de $ 3.000 millones".
Mientras tanto, la planta sigue abandonada, pero Maza también ha pensado en un proyecto para darle un fin práctico a seis de las 30 hectáreas que contituyen la planta -la industria, las casas de los trabajadores que datan de los años '60, las áreas verdes y un estadio-, idea que le expresó en marzo a las autoridades de la empresa: "conseguir recursos del Estado, comprar esas seis hectáreas, generar ahí un pulmón verde y una especie de museo para agricultura remolachera".

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