CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

El periodista detrás de Meio, la revolución mediática de Brasil

El periodista y escritor brasileño Pedro Doria es cofundador del newsletter más influyente de Brasil. En esta entrevista asegura que el mayor desafío para un periodista es lograr que la gente recupere la costumbre de informarse.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 25 de noviembre de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-
Pedro Doria, periodista brasileño.
Pedro Doria, periodista brasileño.

Compartir

"Soy periodista", dice entre risas, Pedro Doria. "No estoy seguro si hay mucho más que eso. Cuento historias como parte de mi vida. Trato de entender las cosas y de ponerlas de forma que sean interesantes y fáciles de entender", agrega.

Imagen foto_00000002

Así es como se describe el periodista brasileño (45), fundador y editor de Meio, un newsletter diario que en poco tiempo se convirtió en uno de los medios más influyentes de ese país. "Meio cuenta lo que es noticia en no más de 8 minutos y la suscripción es totalmente gratuita", relata el también columnista de los diarios brasileño O Globo y O Estado de Sao Paulo, y de la radio CBN.

Asegura que el éxito de esta creación personal, está en el propio espíritu de Meio. "Estudiamos los nuevos hábitos y nos dimos cuenta que la gente, apenas abre los ojos en la mañana, toma el celular. Necesitábamos un producto que se pudiera consumir a esa hora, de fácil acceso, que no necesitara instalación –como ocurre con las aplicaciones-, ni que estuviese vinculada a una red social que nos hiciera perder la base de datos cuando cambiara de algoritmo", dice. El boletín con información de política, economía, cultura y tecnología llega a las 7.00 am a sus suscriptores.

"Ni siquiera recuerdo cuando y porqué decidí ser periodista. Desde chico me interesó unirme al periódico escolar; a los 10 años ya me fascinaba visitar pequeños diarios en el pueblo en el que estaba viviendo, cercano a Río. Por alguna razón, desde que tengo uso de memoria, siempre he querido ser periodista", cuenta evocando aquellos años de niñez marcados por el autoexilio de sus padres para escapar de la dictadura.

A la par del periodismo, Doria se dedicó a investigar y escribir sobre hechos históricos. Ya son siete las portadas de libros que llevan impreso su nombre.

Su obra más reciente es "Tenientes, la Guerra Civil Brasileña", que narra la historia del movimiento revolucionario que existió en el Ejército de su país durante la década de 1920. Este movimiento precipitó el fin de la llamada Antigua República e implementó la ideología que terminaría varias décadas después en el régimen militar que empezó en 1964."Son personajes asombrosos. Aunque es mi tercer libro de historia, es el primero en el siglo XX", cuenta a DF.

A su juicio, lo más enriquecedor de este proceso, es que toda la información plasmada es real y la fuente es verificable. "Lo disfruté mucho, porque es una novela de romance, pero al mismo tiempo es 100% real".

Seducir a la gente a informarse

-¿Cómo se adapta un medio tradicional a la era digital?

-Lo importante en esta discusión es el periodismo, no los periódicos. Uno está en el negocio de producir periodismo, no en el de publicar un diario. Cuando ya publicarlo no tenga sentido, hay que dejar de hacerlo. Es una decisión muy dura, pero lo importante es no aferrarse tanto al papel. En Brasil, son muchos los diarios que están cerrando sus ediciones impresas, especialmente aquellos más locales.

Lo otro es que, en vez de seguir el ritmo de una edición impresa, debería seguirse el ritmo de la noticia. Esto se traduce en que los mejores editores deben estar bien temprano en la sala de noticias y que todo el material que se produce debe ser publicado de forma inmediata: columnas, noticias, todo. Hay que convertir la operación en digital, hacerla totalmente funcional. Ya a estas alturas, el diario debería ser un proyecto secundario. Incluso si está haciendo más dinero que el negocio digital, porque los periódicos no sobrevivirán pero la empresa en si, sí puede.

-¿Y qué tan rentable es ser un medio completamente digital, como Meio que, además, tiene su base en una suscripción gratuita?

-Nosotros trabajamos con suscripciones pagadas y gratuitas. La edición gratuita va de lunes a viernes. La otra opción otorga una edición extra los sábados y conlleva un análisis más profundo sobre algún tema en particular, relevante en la semana. Pero, nos hemos dado cuenta que la gente que se suscribe no es sólo para obtener ese adicional; sino también porque cree que debe pagar por un buen producto. Si se le da la oportunidad a la gente de pagar por un servicio, muchos deciden hacerlo. Además, tenemos publicidad y ya tenemos cubierta toda nuestra operación. Así que nos está funcionando.

-¿Qué tan difícil es hacer que la gente pague?

-Para Meio, de verdad, fue mucho más fácil de lo que pensamos. Tuvimos miedo al inicio, porque temíamos perder nuestra audiencia. Pero no fue así y creo que se debe a que la gente se ha acostumbrado a pagar por contenido; lo hacen con Netflix y Spotify, así que ¿por qué no con las noticias?.

-¿Cuáles son los desafíos de este periodismo?

-Creo que es más una cosa de formar hábitos. Si eres menor a los 35 años en Brasil, EEUU, y estoy casi seguro que en Chile, seguro nunca tuviste el hábito de leer un diario. Eso también significa que nunca te acostumbraste a detenerte por un momento del día para informarte. No poder hacer eso te hace menos ciudadano; no eres tan capaz de elegir por quien votas. Y no hablo de derecha o izquierda, me refiero a que estás desinformado y la gente desinformada tiende a tener más prejuicios, a ser menos capaz de separar las noticias reales de las falsas; compran mentiras y se enamoran mucho más de los demagogos. El mayor desafío para un periodista es inventar una nueva forma de periodismo que seduzca a la gente a tener de nuevo la costumbre de informarse. Y esa no es una tarea fácil.

Informar en tiempos de Bolsonaro

En estos momentos, Doria trabaja en un nuevo libro que hace seguimiento a "Tenientes...", dejando correr entre palabras que una de las características de este movimiento fue su control del fascismo. Para él, es el libro "más difícil" que ha hecho hasta ahora, pero por sobre todo emocionalmente. "Siempre está la sensación de que algo similar pueda pasar de nuevo", advierte.

-¿Existe esa preocupación ahora?

-Para mí, la historia es cíclica. Cada nación tiene su propia cultura y eso ayuda a producir movimientos circulares, lo que significa que cuando se presiona de alguna manera, la sociedad tiende a reaccionar siempre de la misma forma. Hoy estamos viviendo situaciones sociales similares a la de los '30, bajo las mismas presiones. Tenemos desempleo, una nueva clase media que era pobre y que ahora vive en mejores circunstancias, una economía en desaceleración o creciendo muy lento, y ningún gobierno parece ser capaz de resolver el enigma y devolver el crecimiento. En estas circunstancias, autoritarios y demagogos tienden a ser más populares. La única diferencia de ahora, es que Bolsonaro fue electo por voto popular y aún vivimos en democracia.

-¿Cómo es hacer periodismo en la presidencia de Bolsonaro?

-Durante los gobiernos de Lula y de Dilma, los periodistas ya éramos increíblemente presionados. Nos llamaban "partido de la prensa golpista", porque decían que jugábamos un rol de políticos y que nuestra intención era sacar del poder al Ejecutivo a través de un golpe de Estado. Ser vistos como un actor político es algo a lo que estamos acostumbrados. Pero, la diferencia con la situación hoy es abismal. Antes había presión, sí, pero ahora es mucho más agresivo. Se maneja mucho el terrorismo psicológico y aunque sabemos que buscan asustar, siempre hay riesgos de que alguien actúe realmente contra nosotros o la familia.

-¿Cómo llegó Brasil hasta acá y cómo ve al país actual?

-Hay dos Brasil. Está el demócrata y el de las dictaduras. Son historias muy difíciles. Ya vivimos 35 años de dictadura. Ahora estamos viviendo el período continuo más largo de democracia en nuestra historia. Pero, nunca habíamos elegido extremistas. Por ello, Bolsonaro es único en su tipo; es el primer radical que nos gobierna. Es un personaje difícil, agresivo y, aunque vivimos en democracia y el Congreso es 100% independiente, no creo que sea realmente un demócrata. Actúa como si tuviera carta blanca para hacer lo que quiere. No creo que sea culturalmente muy compatible con Brasil. La gente va a terminar muy agotada al final de su mandato.

-¿No lo ve reeligiéndose?

-No. Pero apenas estamos en el primer año de su gobierno, faltan tres más y mucho puede pasar. La gente está muy decepcionada y molesta con los partidos tradicionales.

Lo más leído