CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

VIK La viña chilena calificada como “la última palabra en lujo”

En julio, el prestigioso ranking británico “World’s Best Vineyards Awards” instaló a la firma entre los 50 mejores viñedos del globo.

Por: Mateo Navas | Publicado: Viernes 2 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
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La llaman uno de los secretos mejor guardados de Chile. Una pequeña –y muy exclusiva- viña escondida en las montañas, que con sus tres vinos, 4.325 hectáreas y un exclusivo hotel diseñado por el arquitecto uruguayo Marcelo Daglio, ha seducido a Forbes, Condé Nast, CNN y Food&Wine, por nombrar algunos medios.

Desde el 8 de julio, la viña Vik ocupa el puesto número 14 entre los 50 mejores viñedos del mundo, según el prestigioso ranking británico “World’s Best Vineyards Awards”. El día de la premiación la academia dispensó calificativos como “La última palabra en lujo”, “Impresionante bodega modernista con una onda a Frank Gehry”, entre otros.

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“El objetivo de nosotros es marcar un hito, ser capaces de posicionarnos en el panteón de los grandes vinos del mundo y ofrecer una experiencia de lujo única”, dice sin disimular su orgullo en una oficina de vidrio rodeada de coloridas botellas, el gerente general de la viña, Gastón Williams.

En conversación con Diario Financiero, el ejecutivo agrega que “la visión que tuvieron los dueños y la forma en que le hemos dado totalmente distinta al resto de las viñas. En muy poco tiempo hemos sido capaces de posicionarnos en diversos rakings y ubicar nuestros vinos entre los mejores del mundo”.

Toral, Hanazawa, Cienfuegos…

Todo empezó en 2004 cuando el empresario noruego, Alexander Vik, llegó a Chile con un solo objetivo: crear el mejor vino del globo. Ahora está cerca de cumplirlo y para lograrlo ha invertido más de US$ 20 millones. “Alexander es una persona muy visionaria que vino a apostar. No ha venido para invertir e irse ni tampoco para recuperar la inversión en poco tiempo. Él solo quiso marcar un hito”, explica Williams (45).

Hijo de madre uruguaya y padre noruego, Vik resume todo lo que el imaginario concede a un millonario excéntrico: cimentó su fortuna en Wall Street, es considerado un mecenas de las artes, tiene 64 años -pero aparenta menos-, juega al golf, esquía y es triatleta. Según Forbes está en el lugar 2057 de los billonarios 2019, con un patrimonio personal de, al menos, US$ 1.000 millones. (ver recuadro)

 

Junto a su esposa Carrie, Alexander Vik eligió el terreno de 4.325 hectáreas en el Valle de Millahue, ubicado en la zona de Cachapoal. Luego contrató a famosas figuras del mundo de la enología como el franco chileno Patrick Valette; le pidió al arquitecto chileno Smiljan Radic que construyera una singular bodega y empezó a plantar.

Fue, entonces, cuestión de tiempo para que la viña empezara a ganar reconocimiento internacional.

Según diversos perfiles que se han publicado sobre el empresario, la viña y el hotel han sido visitadas por figuras como el millonario David Rockefeller y la banda británica Coldplay. Cada una de las 23 habitaciones del recinto están cuidadosamente ubicadas en la ladera de la montaña y tienen una estética propia: hay una diseñada por el artista chileno Mario Toral, otra por el contemporáneo japonés Takeo Hanazawa y otra por el pintor Gonzalo Cienfuegos.

En los amplios salones que ofrece el recinto, los huéspedes se cruzan con grandes cuadros de Roberto Matta o del neo expresionista alemán Anselm Kiefer. “En nuestra propiedad se respira arte de forma permanente. Tanto en la bodega de vinos como en el hotel que se construyó más tarde, todo gira alrededor de diversas manifestaciones artísticas”, explica Gastón Williams.

Tres botellas, distintos paladares:

Otro de los aspectos diferenciadores de la viña es el tiempo del proceso de producción y embotellado. Son por lo menos cinco años. “Somos la única viña que se demora mucho en producir. Acabamos de liberar nuestros Vik 2013 en el mercado local e internacional. No liberamos las botellas hasta que estamos seguros de que está listo para ser tomado en buenas condiciones”, explica Williams.

Es por eso que tienen una línea de productos limitada que trata de adecuarse a distintos paladares. El más económico, Milla Cala, cuesta US$ 40, mientras que la botella insignia -que lleva el mismo nombre de la viña- sobrepasa los US$ 140. Cada uno ha tenido un amplio reconocimiento en los diversos rankings especializados.

Hoy el 80% de la producción de vino se exporta y el 20% se queda en el mercado local. Su principal comprador es Brasil, luego China y Estados Unidos. Con la porción de vinos que permanecen en el territorio nacional, Chile sería el cuarto consumidor de la empresa.

Williams afirma que Vik no aspira a ser una viña masiva, pero tampoco le acomoda el término ‘viña boutique’. “Tenemos una plantación de 325 hectáreas de la cual no usamos el 100%. La idea es que con el tiempo podamos embotellar todo, pero siempre con el objetivo de crear un producto de lujo”, asevera.

Es por eso que el ejecutivo descarta una posible ampliación de su línea de productos en el corto o mediano plazo. “Por el momento no hemos sacado otra botella, salvo en mercados particulares con los cuales tenemos desarrollado una etiqueta exclusivamente para ellos”, finaliza el ejecutivo.


 

De Wall Street al Cachapoal

La fortuna de Alexander Vik no viene del mundo de los vinos ni tampoco de la hotelería. El noruego de 64 años, graduado de Harvard, entró en el mundo de los negocios en la década de los noventa cuando invirtió en el auge de las puntocom.
"Siempre quiere estar aprendiendo. No quiere dar cátedra de nada, todo lo contrario. Él siempre se presenta como un fanático del vino, pero que no es profesional", dice Gastón Williams.
Vik es conocido por su afición a los deportes extremos y la naturaleza. "Nuestros directorios a veces son haciendo mountain bike. Recorremos el campo en bicicleta y tocamos todos los temas de la empresa", bromea Williams.
Este ranking vino a confirmar el buen momento del hemisferio sur en el desarrollo vitivinícola y el éxito particular de Chile en la producción de vino de lujo. Aparte de Vik, viñas como Santa Rita, Montes, Errázuriz y Viu Manent también obtuvieron buenos puestos en el concurso.

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