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La inversión ángel todavía no despega en Chile

Brechas de información y la no visibilización de casos de éxito no favorecen. Redes y plataformas de crowdfunding impulsan mayor participación.

Por: Fabiola Venegas | Publicado: Lunes 28 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Un inversionista ángel es aquel que lleva su capital a una empresa, startup o emprendimiento y a cambio se queda con un porcentaje de participación. En Chile, uno de los casos más exitosos de emprendimiento, financiado por inversionistas ángeles ha sido Solar Chile, firma que nació para implementar proyectos solares como el que en su momento fue la planta de este tipo más grande de América Latina y que le valió ser adquirida en 2013 por First Solar. Un camino asesorado por la red de inversionistas ángeles de ChileGlobal Ventures (CGV), área de capital de riesgo y emprendimiento de Fundación Chile, a la que pertenecían los tres inversionistas ángeles de Solar Chile, quienes les entregaron apoyo con capital, experiencia y contactos a cambio de participación.

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Pero más allá de los casos de éxito ligados a estos inversionistas (por lo general hombres, con postgrados y cuya edad promedio es de 45 años), ¿cuál ha sido su evolución en el tiempo?

Según actores del ecosistema local, su participación en emprendimientos es aún baja.

Uno de los escasos estudios que profundiza en este aspecto es “Inversión ángel en Chile, Informe Nacional 2016”, de la directora del Centro de Emprendimiento y de la Pyme de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica del Norte, Gianni Romaní y Miguel Atienza. El informe apoyado por Corfo dio cuenta que un 58,1% de ellos pertenecía a alguna red y un 42% invertía en solitario.

Subir la tasa de inversión

En etapas semillas de los emprendimientos la inversión privada se mueve entre US$ 25.000 y US$ 250.000 promedio. Las redes de inversionistas ángeles apoyadas por Corfo, a través de su programa Redes de Ángeles y Crowdfunding de Equity, reformulado para facilitar la formación y operatividad de estas estructuras (con subsidios de hasta $ 100 millones por red) funciona en dicho rango. Lamentablemente, algunas de ellas formadas desde los orígenes de este instrumento se han ido extinguiendo en el camino.

“Desde la creación de la línea de financiamiento de Corfo en 2006 hasta hoy se han creado 12 redes de inversionistas ángeles en Chile, todas localizadas en la Región Metropolitana, de las cuales solo 4 ó 5 han sobrevivido ya que han diversificado sus servicios ofreciendo asesorías a emprendedores. De estas, las más activas son ChileGlobal Angels y Dadneo”, constata Romaní.

Un total de 61 inversionistas de estas dos redes y de Founder List y Venture Capital participaron de la convocatoria 2018. A la fecha, doce proyectos de un total de 453 evaluados por un Comité de Inversión de la red lograron capturar más de $ 1.300 millones, con lo cual la tasa de conversión de las inversiones fue cercana al 2,6%, similar al promedio de la convocatoria 2017, cuando 20 iniciativas recibieron financiamiento de inversionistas ángeles.

Con un capital de $ 100.000 una persona puede inscribirse en Broota -la plataforma de financiamiento colectivo apoyada por Corfo- e invertir en alguna campaña de financiamiento de startups como Rocoto o Uniforma.

Según su CEO, José Antonio Berríos, el crecimiento en número de inversionistas (suman unos 1.300) y montos financiados ha sido sostenido, sin embargo a nivel de industria aún es lento.

La gracia de esta plataforma, destaca Berríos, es su transparencia ya que “si te registras y ves cada uno de los proyectos que se ha financiado, puedes ver quién ha invertido. Tratamos de que el día de mañana la gente esté orgullosa de tener un emprendimiento y de apostar por personas que están tratando de hacer algo”.

Para la subgerente de Ecosistemas de Emprendimiento de Corfo, Maricarmen Torres, lo importante es incrementar la tasa de inversión.

“Cuando vemos que esta tasa de concretar inversiones va aumentando, quiere decir que están llegando mejor preparados los emprendedores gracias a un trabajo del ecosistema y también estamos haciendo un cambio cultural del tipo de inversionista que llega a la red”, remarca.

Por su parte, Romaní afirma que existe potencial de crecimiento pero que “la dimensión cultural es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de esta actividad, por eso las capacitaciones a emprendedores y a personas con capacidad de inversión, son clave para que surja este mercado”.

No obstante, la reticencia de los emprendedores a no visibilizar sus casos de éxito poco ayuda a esta apertura, sobre todo, porque las instancias de acercamiento entre estos mundos no son muchas, repara el gerente general de Innspiral, Arturo Herrera. “El tener más redes sería un buen paso, pero también faltan más y mejores casos de éxito que permitan que más gente se quiera interesar”, opina.

“Pronto comenzaremos a ver casos de éxito de empresas chilenas que entregarán importantes retornos a los inversionistas, lo que incentivará el ingreso de más inversionistas privados”, apuesta el proyect manager de CGV, Manuel Rodríguez.

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