La mayoría de los proveedores de energía solar del país son empresas pequeñas, autofinanciadas y de la RM

Suele pensarse, erróneamente, que el desarrollo y la innovación de la energía solar consiste en utilizar e instalar paneles fotovoltaicos en un nuevo sector o dispositivo.

Sin embargo, en muchos de los casos ni siquiera tienen que ver con paneles solares. En el país existen soluciones de robots de limpieza de paneles, almacenamiento, vehículos adaptados, softwares, drones para sacar fotos termográficas, entre varias otras aplicaciones que componen este ecosistema virtuoso, según califica Carolina Cuevas, directora del programa de innovación abierta Brilla Solar y líder de Sustentabilidad de la Fundación Chile (FCh).

Junto a personal de Fraunhofer Chile Research, como co-ejecutores, apoyados por Corfo y el Comité Solar, trabajan, precisamente, en la caracterización de los proveedores de energía solar del país, como parte de la estrategia definida en el gobierno anterior de éste como un sector clave, con claras oportunidades de desarrollo. Tras dos meses de trabajo en esta labor, son 184 los proveedores en su base de datos, un gran avance si se considera que cuando iniciaron el diagnóstico tenían cerca de 70 empresas y ahora tienen una base de dato con 1.500 potenciales proveedores.

“Esta plataforma se lanzó para entender quiénes son, dónde están ubicados, qué están haciendo, qué ofrecen, qué infraestructura poseen y entender los desafíos de la demanda”, comenta Cuevas sobre una instancia que además permite vincular a los proveedores en base a sus coincidencias y que puedan tener la oportunidad de hacer negocios.

“Esta es una industria que creció rápidamente. Desde 2009 a la fecha empezó un crecimiento exponencial. El 2012 uno buscaba cuántos electrones solares había y no había nada, y hoy ya tenemos más de 2.000 megas, casi el 8% de la matriz nacional es solar y la forma en la que desarrollamos la energía solar es algo súper relevante, que es sin subsidio, eso es súper icónico”, agrega.

Quiénes, cómo y dónde

Respecto al tipo de organización, la mayoría de los categorizados corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas y emprendedores.

“No son grandes empresas, debe haber una que otra, pero el principal corazón de la industria tiene que ver con emprendimiento y microempresas y de pequeña escala”, refuerza la directora de Brilla Solar.

En lo que a la mayor fuente de financiamiento que tienen los proveedores, es por lejos el autofinanciamiento. Bastante más atrás quedan fondos públicos, capital social y la banca.

“Hoy todos los emprendimientos o empresas que están vinculadas son con capitales propios, entonces es sorprendente que se desarrolle una industria como la que tenemos actualmente (...) Los grandes financiamientos, a gran escala, existen y son financiamientos internacionales o nacionales, lo que no existe es a nivel de pequeña empresa o emprendimiento y ahí el único que ha desarrollado un instrumento financiero para proyectos de pequeña escala es el BancoEstado”, expone Cuevas.

Sobre la distribución geográfica de los proveedores, asunto particular, la mayoría (más del 60%) están en la Región Metropolitana. “Es algo particularmente novedoso dado que todas las plantas o la mayoría de las oportunidades hoy día uno tendería a pensar que están en el norte y en verdad existe, pero la mayoría de las empresas, con mayor incidencia, están posicionadas en la Región Metropolitana, muchas de ellas prestando servicios e implementaciones en regiones, pero con oficina única, en muchos casos, en Santiago”

Por otra parte, el origen de la mayoría de las empresas proveedoras de energía solar está a fines de la primera década del 2000 “que coincide con el momento en que la energía solar empezó a desarrollarse. Más del 90% de las empresas caracterizadas indican haber partido con sus actividades en 2009”, indica Cuevas.

Ya fuera de la caracterización en base a la plataforma Brilla, Tomás Baeza, jefe de Desarrollo Industrial del Comité Solar Chile de Corfo, agrega como particularidades de este sector el entusiasmo con el que trabajan y el ser una industria muy colaborativa, que comparte experiencias, “a diferencia de otros sectores”, según ha podido apreciar.

“Acá nuestro desafío es ser proveedor de clase mundial en energía solar y por eso más empresas empiezan a pensar, a soñar e innovar en torno a la energía solar y en distintas áreas, porque estos proveedores son muy diversos, esa es la diferencia también, quizás, con otro sector económico”, grafica.