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La nueva causa de la Asech: construir el primer roadmap para emprender en Chile

Alejandra Mustakis, presidenta de Asech, y Soledad Ovando, directora ejecutiva, hablan de las tareas pendientes y del gran reto del mundo emprendedor: emparejar la cancha para que cualquiera pueda emprender.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Lunes 20 de mayo de 2019 a las 04:00 hrs.
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El jueves pasado entró en vigencia la Ley de Pago a 30 días, una batalla que lideró la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), de la mano de Alejandra Mustakis, su presidenta, y desde hace ocho meses, Soledad Ovando, directora Ejecutiva.

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Ganaron la batalla y tienen varias más en carpeta, que apuntan a dar la pelea por la gran causa de la entidad: emparejar la cancha para el emprendimiento. Y bajo esta premisa y a un año y medio de que concluya el mandato de Mustakis, adelantaron a DF su nuevo proyecto: construir el primer roadmap para emprender en Chile, que será elaborado con representantes del ecosistema emprendedor.

“Queremos construir un mapa para hacer de Chile el mejor país para emprender del mundo. Vamos a trabajar colaborativamente con organizaciones y emprendedores para armar un plan para influir en política pública y en cultura, en distintas temáticas que son vitales para el país”, señala Mustakis.

Precisa que se trata de una hoja de ruta que dejará trazado el camino para el futuro, a largo plazo y construida con consenso. “Estamos armando la estrategia, es un hecho, y esperamos tener avances durante este año”.

-¿Cuáles son los principales desafíos de los emprendedores en Chile?

-Soledad Ovando (SO): Chile es uno de los países más activos de la región en la creación de empresas, pero les cuesta mucho crecer y sobrevivir. El 97,7% son pequeñas y medianas, y tienen una alta tasa de mortalidad a los tres años. Por lo tanto, el desafío es que accedan a redes, financiamiento y ayuda para mejorar su capacidad de gestión.

-¿Cómo ha evolucionado el acceso a financiamiento?

-Alejandra Mustakis (AM): Falta financiamiento para la etapa inicial, después, entre los US$ 500.000 y US$ 3 millones, no es difícil conseguir recursos, pero si se requieren arriba de US$ 10 millones es un problema, no hay fondos que financien a emprendimientos que necesitan escalar muy fuerte y se van a necesitar. En Chile hay muchas empresas valorizadas entre US$ 10 y US$ 100 millones en áreas como biotecnología, tecnología y economía de impacto -que combina lo social y sustentabilidad-, que van a necesitar recursos. Venimos sembrando y eso se va a notar.

SO: Todavía hay un gap grande en financiamiento inicial, hay desarrollo para las startups tecnológicas y emprendimiento dinámico, donde la Corfo ha jugado un rol importante, pero para crear un emprendimiento tradicional, un minimarket, no hay muchas opciones y se hace con créditos, y partir con deuda precariza el emprendimiento. En otras etapas, a los emprendedores les cuesta manejarse con los bancos y a estos hablar en simple, aunque hay voluntad. Pero hay que observar lo que está pasando con las fintech, sobre todo en el crowdlending, que tienen mucho más sintonía con la realidad del emprendedor que los bancos. Hay un espacio para que en el mediano plazo puedan resolver los problemas de financiamiento más cotidianos del emprendimiento.

-¿Y hoy hay fondos de inversión o family office dispuestos a invertir en startups?

-AM: Hace cinco años el mercado era muy conservador y costaba financiar emprendimientos, y hoy los empresarios se están dando cuenta de que el valor está en los emprendedores. Es una inversión distinta a las herramientas formales, porque se apuesta por las personas y éstas van pivotando y aprendiendo. Los family office en los últimos dos años han cambiado mucho, hay empresarios disponibles para apoyarlos. Además, las organizaciones como la Asech y otras, han armado un formato para acercarse al emprendedor, porque son mundos y lenguajes distintos; es difícil invertir en lo que no se entiende y no se comunica en la misma manera.

-¿Qué falta para emparejar la cancha?

-AM: En términos de capital inicial, vamos a proponer dos o tres ideas para incorporar ciertos cambios de manera que muchos más emprendedores puedan acceder a financiamientos formales; es vital, porque son tasas más bajas y es más seguro. Y parte de lo que queremos dejar hecho como Asech en el año y medio que viene, es cómo les pedimos al gobierno y a quienes están a cargo que modifiquen algunos instrumentos para que cualquier emprendedor, tradicional o innovador, pueda acceder. Y la Asech trabaja para todos ellos.

SO: Dos millones de personas emprenden en áreas tradicionales y entre un 3% a 5% son startups innovadoras, estas nunca son la mayoría.

-El jueves entró en vigencia la ley de pago a 30 días. ¿Hay temas que no quedaron bien definidos?

AM: Que tengamos Pymes (Pequeñas y Medianas Empresas) sanas y productivas beneficia a todos. Según el Ministerio del Trabajo dan el 50% del empleo en el país, y según el Ministerio de Economía, el 70%. En un país sano, las empresas medianas y pequeñas dan el 90%. Y debemos aspirar a eso y a una economía inclusiva con muchos más emprendedores que puedan contratar dos, cinco diez o 50 personas. Es la economía que viene. Nos tenemos que hacer cargo de que cualquier persona pueda emprender y que el que tome este camino, tenga una cancha justa. La ley de pago a 30 días se demorará dos años en entrar en régimen, el pago no será automático, porque esto es un proceso. Hay intereses asociados, que son caros para los grandes y no tanto para los chicos, lo que también es una nueva forma de crédito con sus proveedores. Hablar tanto de una ley, apura un cambio cultural, y hay compañías que ya la están aplicando y están pagando antes. Es una ley muy innovadora y en otros países latinoamericanos quieren replicarla.

SO: Llegué al final de la ley, ya llevaban más de dos años trabajando. Lo que viene ahora no tiene que ver tanto con la ley, sino con quiénes van a estar jugando este juego de si queremos o no respetar el espíritu de la ley. Este es un cambio complejo, porque implica modificar una cadena de pago que viene funcionando por décadas. La pega que viene es cómo adaptar la cultura a estas nuevas condiciones y que de verdad la ley sea útil.

-¿En qué otros temas están trabajando o están pendientes?

-AM: Estamos muy comprometidos con que salga adelante el 14ter. Las Pymes no tienen asesores tributarios ni abogados, por lo tanto, simplificar el proceso y que sea automático tiene todo el sentido. El gobierno se comprometió a ampliarlo a las Pyme con ingresos anuales menores a 75.000 UF, pero pedimos 100.000 UF, porque queremos empresas que crezcan y que generen valor.

También estamos estudiando el proyecto de reforma laboral (Modernización laboral para la conciliación, trabajo, familia e inclusión), el mundo cambió y también el mercado laboral. Y nos guste o no, la mayoría en algún minuto va a emprender, porque están desapareciendo empleos con la tecnología. Entonces, el reto es ¿cómo logramos flexibilidad para que una persona pueda trabajar por proyecto y a la vez emprender, o de la casa, cómo legislamos para el futuro?

-SO: Es importante emparejar la cancha, pero también hay que mirar a los jugadores. Nos importa incrementar los socios de la Asech, ya tenemos 36.500, tanto para avanzar en política pública, como para contribuir en la gestión con el mundo privado; que se generen más vínculos con la universidad, que integren más conocimientos, que solucionen sus temas de management y linkearlos con el mundo de la tecnología y el e-commerce, porque la brecha digital es muy grande. Muchos tienen web, pero sólo un 5% tiene e-commerce, porque les cuesta y nosotros podemos contribuir. Estamos armando un proyecto con formación y de acceso a plataformas de venta digital, en formato online para llegar a todos los socios.

Redes en Miami

Otro gran desafío, explica Alejandra Mustakis, es la internacionalización. Ya empezaron con la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela), que agrupa a los países de la Alianza del Pacífico y que lidera Juan Pablo Swett. A fines de abril lanzaron la Asociación de Emprendedores de Miami (Asemia). "Hay un gran potencial. Vamos a poder influir en las políticas públicas de Miami, para que los latinos puedan llegar más fácil a Estados Unidos y tender redes", afirma.

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