Roubini sobre criptomonedas y "Los Picapiedras"

A Nouriel Roubini se le atribuye haber sido uno de los pocos economistas que anticipó la crisis financiera global, y por ello, se ha convertido en un referente de la discusión económica mundial.  Como era de suponer, no ha quedado al margen del debate sobre las criptomonedas, en el que se ha posicionado como uno de sus mayores críticos.

En una reciente columna, el economista de la Universidad de Nueva York hizo un duro análisis del nuevo activo digital, desestimando la “retórica utópica” en torno a las monedas digitales como “tontería interesada destinada a quitarle a los inversionistas más crédulos sus ahorros ganados con tanto esfuerzo”.

Roubini subrayó que precisamente lo que le da a las monedas su valor es que todos dentro de un determinado país o jurisdicción utilicen la misma divisa. "El dinero es un bien público que permite a los individuos participar en el libre intercambio sin tener que recurrir al tipo de trueque ineficiente e impreciso del que dependían las sociedades tradicionales”.

Hasta ahí, los argumentos del doctor “Doom” habían encontrado buena acogida en Alphaville, el blog de noticias económicas de Financial Times. Sin embargo, fue una referencia a la cultura popular usada por Roubini para remarcar su punto, lo que desató la ira del periodista Bryce Elder, quien –medio en broma, medio en serio–cargó contra el experto en una divertida pero interesante editorial titulada “Basta ya de errores sobre los Picapiedras”.

Esto porque, según Roubini, “los charlatanes de las monedas virtuales no nos llevarán al mundo futurista de los Supersónicos, sino a un mundo de la Edad de Piedra moderna de los Picapiedras, donde todas las transacciones se hacían intercambiando fichas o bienes”.

Elder salió a defender la serie animada afirmando que los Picapiedras sí tenían una divisa, que consistía en una unidad mayor denominada "dólares de arena", que a su vez se dividía en una unidad menor conocida como “conchas de almejas”, y que normalmente se transaban por bienes y servicios bajo la forma de una ficha con forma de flor o un billete muy similar al dólar.

“La franquicia de los Picapiedras daba una clara y consistente representación de un sistema monetario fiat donde las conchas y los dólares de arena no tenían valor representativo o intrínseco, pero existen dentro de una sofisticada economía que incluía un sistema bancario, un sistema financiero paralelo y un sistema de seguros. Las almejas funcionaban como la reserva de valor de un sistema completamente estandarizado, centralizado, universalmente aceptado, libre de fricciones, de baja latencia y completamente funcional”, señaló el periodista fanático de las caricaturas.

Y a continuación pasó a citar ocho capítulos de la serie donde se hacían referencias claras y directas al sistema monetario y al circulante usado por los cavernícolas de Hanna-Barbera bajo el cabezal “Estamos un poco decepcionados de usted, Dr. Doom”.

Tan contundente fue la defensa de Elder, que al temido Roubini no le quedó más alternativa que salir a reconocer con hidalguía su error a través de un comentario en su cuenta de Twitter. “Acepto la corrección. Los Picapiedras tenían un sistema monetario más desarrollado que el sistema de trueque de la Edad de Piedra moderna que recomiendan los partidarios de las criptomonedas, de un mundo basado en el intercambio de fichas. Así que los Picapiedras son financieramente más sofisticados que los defensores de las criptomonedas”.

El periodista recordó además una leyenda urbana sobre la serie, según la cual, Los Picapiedras no está basada en un pasado lejano, sino que retrata una sociedad postapocalíptica posterior a la de Los Supersónicos. "La teoría dice que una guerra nuclear destruyó la Ciudad Órbita de los Supersónicos, obligando a los supervivientes de regreso a los páramos desolados de la Tierra donde usaban cualquier resto disponible para recrear las tecnologías esenciales de la sociedad perdida. Nada de la serie sugiere que Los Picapiedras se molestaron en recrear nada parecido al blockchain".

El tono humorístico del debate sacó carcajadas entre algunos lectores, aunque molestó a otros, particularmente a los que defienden que las criptomonedas van a revolucionar la economía del futuro, especialmente la tecnología que está detrás de las divisas virtuales, conocida como blockchain.

Para terminar, solo falta agregar a nuestros propios lectores que este breve artículo no pretende ser una pieza de periodismo mayor, sino que solo busca iluminar con un poco de humor un tema que seguirá ocupando un lugar central en el debate entre los expertos.