Tecnología

Smart Businesses 2018: cinco tendencias a considerar

Los grandes desafíos de las TI y los negocios son redefinir un modelo basado en la colaboración y el establecimiento de nuevos vínculos interpersonales, según estudio de Accenture.

Por: Carmen Gloria Solís | Publicado: Jueves 13 de septiembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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El despertar de la humanidad en medio de la realidad aumentada, el Internet de las Cosas, la robótica y la computación cuántica, en ocasiones amenaza con ahogar a la sociedad en una nube de incertidumbres. En ese contexto, el rol de las empresas debe redefinirse bajo un modelo basado en la colaboración y el establecimiento de nuevos vínculos interpersonales. Las compañías líderes del mañana deben trascender desde la mera provisión de productos y servicios, hasta la aplicación de tecnologías que permitan crear relaciones más profundas y significativas con las personas.

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En la actualidad, las TI son parte de las actividades cotidianas que transforman el mundo y mejoran la manera en que las personas viven, trabajan y experimentan su entorno. Este cambio de relación es bidireccional porque no se trata sólo de que los usuarios utilicen productos y servicios, sino que también les proporcionan información y acceso. Así se desprende del estudio Techvision 2018 de Accenture, realizado a 6.300 directivos de TI y de negocios de 25 países, incluido Chile. De acuerdo a sus resultados, a medida que las empresas líderes aplican las tecnologías digitales y operan cada vez con mayor inteligencia, las fronteras tradicionales entre los negocios y las personas se comienzan a diluir.

Según indica la investigación, el 90% de los ejecutivos cree que los chilenos "leen la marca" de las empresas, buscando transparencia y valores compartidos. Esto significa que las responsabilidades son mutuas y se generan a partir de las colaboraciones entre ambas partes. Si una empresa no responde, el resultado es mucho más complejo que un simple cliente insatisfecho.

Esteban Rodríguez, country managing director de Accenture Chile, destaca que "la sociedad vive una revolución tecnológica, cuyo centro son las personas. Las nuevas tecnologías están transformando y mejorando la vida cotidiana y el estilo de trabajo. Para mantenerse vigentes las empresas deben realizar un cambio cultural, lo cual implica establecer nuevas formas de colaboración, impulsar ambientes de trabajo de calidad y mantener una capacitación continua para desarrollar las habilidades requeridas en una era digital".

Cambios para las nuevas realidades

El estudio, que reconoce cinco tendencias concretas, también apunta a distinguir estrategias tecnológicas y prioridades de inversión que las diferentes industrias y geografías deben emprender.

Rodríguez señala que "las cinco tendencias identificadas por Accenture muestran que las empresas cuentan con la gran oportunidad y responsabilidad de adaptar la tecnología para que esté al servicio de las personas. Por ejemplo, desarrollar la inteligencia artificial como interlocutor y colaborador; la realidad extendida, que permita eliminar las distancias e impulsar experiencias únicas; la analítica y la ciberseguridad para proteger la información y entregar veracidad; el trabajo continuo de las compañías con el ecosistema; y el impulso de la interconexión de la sociedad a través de Internet de las Cosas".

La primera tendencia de la investigación es el Ciudadano IA, en beneficio de la empresa y la sociedad. La inteligencia artificial debe realizar tareas específicas y comportarse como un miembro responsable. Esto no es un conjunto de sistemas que se programan, sino que se aprenden. Las organizaciones que cuenten con los datos de entrenamiento más confiables para la IA estarán mejor capacitadas para impactar positivamente a la sociedad. Las compañías que usan IA deben pensar seriamente sobre sus responsabilidades y consecuencias de sus actos.

Una segunda tendencia es la Realidad Extendida, que se refiere a la primera tecnología que puede desplazar a las personas en el tiempo y el espacio, eliminando las distancias y facilitando las experiencias inmersivas. Por ejemplo, las compañías pueden traer a entrenadores in situ desde cualquier lugar, simular el escenario que tendrá un trabajador para prevenir posibles riesgos y llevar al usuario al interior del cuerpo humano a través del torrente sanguíneo. De esta forma, la importancia del lugar físico está desapareciendo para empresas y sociedad. En el tiempo se eliminará incluso la distancia que existe entre los negocios de hoy y hacia donde aspiren a llegar en el futuro.

En la tercera tendencia, que es la Veracidad del Dato, se considera que la economía necesita de big data en tiempo real para poder funcionar adecuadamente. El hecho de tener un departamento de inteligencia para chequear los procesos permitirá a las organizaciones reducir sus riesgos. Los consumidores, que dejan una estela de información cuando compran en línea, abren innovaciones a desarrollar. Lo mismo ocurre en las industrias, donde las redes de sensores permiten reportar las temperaturas requeridas para un adecuado funcionamiento.

Los datos son el alma de las empresas digitales y son clave para la toma de decisiones complejas que llevan a un crecimiento sostenido del negocio.

La cuarta tendencia, Empresa sin Fricción, identifica que las compañías líderes serán aquellas que establezcan colaboraciones a escala, aprovechando las oportunidades de crecimiento de los ecosistemas y comenzando a transformarse desde dentro. La arquitectura de microservicios, blockchain y los smart contracts serán la base de las colaboraciones a escala, que funcionarán a la velocidad de la empresa digital. El principal objetivo será hacer que la empresa esté conectada con toda la cadena de valor económico y su liderazgo dependerá de su nivel de integración colaborativa inteligente.

Como quinta tendencia, Internet de las Ideas, insta a que las empresas puedan crear sistemas distribuidos inteligentes, renovando sus infraestructuras para hacer realidad tecnologías como robótica, realidad inmersiva, IA y dispositivos conectados. Las organizaciones que quieran integrarse en el mundo que las rodea tienen que transformar sus arquitecturas. Eso significa buscar un nuevo equilibrio entre cloud y edge computing, así como una atención renovada al hardware.

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