Tecnología

“Tenemos que encontrar nuestro potencial para no ser reemplazados por una máquina”

Ayer se dio inicio a la segunda versión del evento de la Universidad de la Nasa en Chile, con el trabajo del futuro como uno de sus tópicos.

Por: Alejandra Melo | Publicado: Jueves 15 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
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En un futuro no muy lejano las máquinas podrían reemplazar a los humanos. La premisa es conocida y tiene tanto de realidad como de ficción. Así lo cree Gary Bolles, presidente de Future of Work en Singularity University, quien en su paso por el país expuso sobre el futuro de los empleos en el mundo.

Bolles llegó a suelo nacional para ser parte de la segunda versión de SingularityU Summit Chile, evento que desde ayer reúne a expertos y creadores de tecnologías exponenciales, y que fue inaugurado por el nuevo ministro de Economía, José Ramón Valente. En la obertura, el secretario de Estado aseguró que los avances tecnológicos tienen que tener el propósito de mejorar la calidad de vida del ser humano y que el país tiene el desafío de “abrazar estas nuevas tecnologías”, para ser parte de un mundo global.

En este marco, Bolles aseguró que los cambios económicos, y sobre todo en materia de empleo, no son pocos, ya que el mundo se está transformando de la mano de las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial y el data analytics.

“Es cierto que cada vez habrá más labores que las máquinas podrán hacer, en especial, en aquellas tareas que sean rutinarias”, comenta el escritor, conferencista, consultor y productor. No obstante, advierte que como se ha repetido en incontables ocasiones, no se trata de un reemplazo, sino más bien de una transformación, donde las nuevas tecnologías complementen y potencien el trabajo humano, por ejemplo, con la velocidad de procesamiento de información.

¿Cómo enfrentar estos cambios? A través de estrategias y adaptación, para asegurar que la gente sea capaz de tener nuevos empleos significativos, acorde a los nuevos desafíos laborales. La solución, dice, no es convertir a conductores de camiones en ingenieros de códigos, pero sí usar impresión 3D si es posible, por ejemplo .

Eso es lo que propone Bolles, quien afirma que para cualquier persona el desafío es encontrar un empleo significativo y bien pagado, a medida que el mundo cambia y los estudios y capacitación son un modelo decreciente, versus nuevas capacidades y emprendimientos. Ante este panorama de cambios, alerta que el verdadero reto es ser suficientemente proactivos en emprendimientos propios y que brienden solución a problemas como la pobreza. “Tenemos que buscar formas de resolver el problema y en tiempos de progreso tenemos que buscar aspectos de cada uno, que nos ayuden a encontrar nuestro potencial para no ser reemplazado por una máquina. En la medada que más nos conozcamos, podremos entender la potencialidad que tenemos para resolver”, comenta.

Pero eso no es todo. Para Golles, el ser humano debe aprender de por vida. De modo contrario, no logrará seguir adaptándose.

Adiós a empleos únicos

Por si la velocidad de los cambios disruptivos, el aprendizaje constante y la adaptación a nuevas tecnologías fuese poco, en los próximos años viviremos otro cambio significativo: se pondrá fin al modelo de un empleo único en la vida, así como también a trabajar en una misma compañía por largos periodos de tiempo. En lugar de ello, habrá algo llamado “cartera de trabajo”.

“Cada vez más la visión de que una persona hace un solo trabajo irá disminuyendo, dando paso a la posibilidad de tener más empleos, por lo que una misma persona trabajará en varios proyectos y lugares al mismo tiempo, algo que ya está ocurriendo”, afirma el ejecutivo.

Ante este panorama, las empresas también tendrán que adaptarse para retener y contratar talento, accediendo –de verdad- al trabajo remoto y la flexibilidad horaria de sus trabajadores; requerimientos que si bien ya no parecen nuevos, sí representan un desafío no resuelto en muchas firmas. A ello se suma un reto mayor, tanto para la gran y pequeña empresa: apostar por la diferencia y la inclusión.

Para Bolles, esto se trata de capacidades diferentes en toda su amplitud, es decir, trabajar con quienes tengan miradas diferentes, y aporten una visión que otro no tiene. En estos cambios, reconoce que los jóvenes y millennials tienen a su favor el ser nativos digitales y estar mejor preparados para labores que implican tecnología.

Frente a este nuevo modelo de trabajo, el desafío para es claro y radica en la educación. “El mundo escolar ha fracasado, no les hemos enseñado a niños ni jóvenes a buscar su capacidad única, ni nuevas formas de enfrentar problemas”, comenta Bolles, quien agrega que en adelante, la estrategia debe apuntar hacia formar el pensamiento crítico y a resolver los desafío del mañana.

Para él, un caso emblemático de reordenamiento es la compañía de videojuegos Valve, donde no existen jefes y a diferencia de los que se podría pensar, el modelo funciona, logrando ingresos superiores a los US$ 1.500 millones hace tres años.

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