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¿Tomates blockchain? La revolución de la cadena de bloques salta de Wall Street a la granja

Tecnología no sólo mejora la calidad de los productos, sino que además permite seguir todos sus movimientos en la red de suministros y certificar su origen en cosa de segundos.

Por: Bloomberg | Publicado: Jueves 9 de noviembre de 2017 a las 13:11 hrs.
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Intrigado por la forma en que la nueva tecnología de la cadena de bloques o blockchain está transformando las finanzas mundiales, un ex ejecutivo del banco Wells Fargo y otro ex empleado del Nasdaq comenzaron a buscar nuevas oportunidades. Pensaron en aplicarla a los seguros, servicios legales e incluso a la música. Finalmente dieron con la agricultura.

Raja Ramachandran y Phil Harris se conocieron cuando ambos trabajaban en Wall Street, en 2005, luego de que Citigroup comprara la firma de transacciones electrónicas Lava Trading. Siguieron siendo amigos por más de una década, y decidieron dejar las finanzas para lanzar Ripe, que utiliza los blockchain en la agricultura, y tiene grandes ambiciones de trepar en la cadena de suministros de alimentos.

“Dejamos los servicios financieros para encontrar una aplicación más significativa para los blockchain. Sabíamos que iba a ser algo importante”, dijo Harris.

El primer paso de Ripe fue un proyecto piloto en una granja de 180 acres al sudoeste de Boston, propiedad de Jim Ward, donde el terreno rebosa de zanahorias, remolachas, repollos, cebollas, rábanos, porotos, zapallos y calabazas. La última incorporación este año: los tomates blockchain. Desde agosto, su nivel de maduración, color y contenido de azúcar fueron monitoreados paso por paso, reduciendo las pérdidas y generando información para la cadena de suministro.

Todo bajo control

“Mi trabajo es tomar el control de la mayor cantidad de variables que pueda”, explicó Ward. La plantación está cubierta de sensores conectados a un equipo de energía solar que sube la información a la nube.

Ripe se asoció con Sweetgreen, una franquicia que ofrece llevar los alimentos directo “de la granja al mesón” para demostrar que los blockchain pueden usarse para vigilar las cosechas, produciendo vegetales de mejor calidad y proporcionando más información a los agricultores, distribuidores de alimentos y restaurantes.

El principal actor en este negocio es International Business Machines (IBM), que se asoció con los gigantes de los alimentos Dole Food, Nestle, Unilever y Walmart este verano para agregar los blockchains a sus negocios. IBM dice que la tecnología puede mostrar de dónde proviene un producto en cosa de segundos. Los métodos tradicionales tardan hasta una semana.

El experimento en la granja de Ward fue pensado para probar si el mismo principio podría servir para restaurantes que ofrecen garantizar el origen de todos sus ingredientes.

Sweetgreen ya utiliza tomates cultivados en la granja de Ward para ensaladas que vende en sus locales Prudential Center en Boston.  

Ripe rastreó 200 tomates de 20 plantas diferentes. Los sensores registraron factores ambientales incluyendo luz, humedad y temperatura del aire. En las canastas cargadas con tomates usadas para su distribución, otros sensores miden la humedad en los almacenes.

Caroline Myran, una directora de proyectos de Ripe, midió el contenido de sal y azúcar y los niveles de pH en los tomates de Ward. Una aplicación en su smartphone les asigna un factor de calidad.

Fraude de origen

Pero más allá de la calidad, los sensores y el sistema de rastreo de blockchain puede demostrar de dónde proviene un producto agrícola, dijo Myran. Si se quiere saber si las uvas que se van a usar para producir champagne provienen realmente de Champagne, la localidad en Francia, los blockchains pueden demostrarlo.

“Existe una gran cantidad de fraudes en cuanto al origen de los alimentos”, explicó Myran. “La gente dice que algo es local u orgánico o fue cultivado utilizando ciertas prácticas, y con este sistema eso se puede demostrar”.

Ripe aún está en una fase muy inicial, lo que significa que su piloto todavía no ha generado ingresos y deberá recorrer un largo camino antes de convertirse en un negocio rentable.

Sin embargo, para Jonathan Neman, cofundador de Sweetgreen, el proyecto podría potencialmente aplicarse a todo tipo de productos, climas y granjas. Los tomates fueron solo una primera prueba. “Todavía estamos trazando los mapas y armando los fundamentos”, dijo.

 

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