Pérdidas en electrónica dejaron a Sony buscando la clave para la rentabilidad
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 5 de abril de 2010 a las 05:00 hrs.
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Por Robin Harding
Hace menos de dos años, Sony anunció un plan para duplicar la capacidad de su principal fábrica europea de televisores en Nitra, Eslovaquia. La expansión era "la clave para el posterior crecimiento del negocio de electrónica de Sony", dijo la firma en ese momento.
Pero, las pérdidas en este segmento, exacerbadas por la recesión, han dejado a Sony buscando la clave de la rentabilidad futura. Y esto significa vender plantas como Nitra tal como ha vendido o cerrado plantas de televisores en Japón, México y Estados Unidos.
Sony está en medio de una reestructuración general pero gran parte de ella se enfoca en la división de electrónica, la cual ha sido crónicamente no rentable. Dentro de esta reestructuración la parte más difícil es el negocio de televisores.
El contrato de Sir Howard Stringer está vigente hasta marzo de 2011, cuando el presidente y director ejecutivo de Sony tenga 68 años. Por lo tanto, hay pocas opciones de alcanzar el margen operacional de 5% que prometió al hacerse cargo en 2005. Sony espera una pérdida de 70 millones de yenes (US$ 750 mil) en el año hasta marzo.
Tampoco pueden las iniciativas de "software" como el Servicio Online de Sony, o productos como los televisores 3D, transformar la compañía en ese tiempo.
Esto significa que el programa de reestructuración probablemente será el legado más tangible de Stringer en Sony y el único que le permitiría tomar el crédito por el eventual repunte.
La reestructuración ha cambiado de modo dramático la forma del grupo en sólo 18 meses.
Aunque Sony no se está retirando de ningún producto o segmento, ha reducido sus fábricas de 57 a 42, y sus ocho fábricas de televisores a cuatro. Los ejecutivos dicen que la mayor parte de la reestructuración ahora está completa pero que todavía queda trabajo por hacer.
El negocio inconcluso más obvio es la otra fábrica europea de televisores de Sony en Barcelona. Con la planta de Nitra vendida a Hon Hai la semana pasada, tiene poco sentido producir televisores en pequeña escala en un país caro como España.
"Desde el punto de vista de un outsourcer, no creo que compren instalaciones en Europa oriental o Norteamérica", dijo un ejecutivo de Sony que ha estado involucrado en el proceso de reestructuración.
Por lo tanto, probablemente Sony cierre su planta de Barcelona, pero está sindicalizada, por lo que los costos de cerrarla son elevados, y la empresa sigue buscando alternativas.
De sus otras plantas de televisores, Inazawa en Japón seguirá siendo la "fábrica madre" para ofrecer retroalimentación a los diseñadores de productos, mientras las operaciones en Brasil y China se benefician de mercados de rápido crecimiento que tienen altos aranceles sobre la importación de televisores.
Para el crecimiento futuro (y Sony quiere elevar las ventas de televisores desde 15 millones en el año terminado en marzo de 2010 a 25 millones el próximo año) la compañía pretende externalizar. Eso podría crear nuevos problemas: es muy dependiente de Hon Hai tras venderle una planta en México, así como la de Nitra.
De todas maneras, hay varias razones para escoger a la firma taiwanesa. Primero, al concentrar la producción con Hon Hai, Sony puede maximizar las economías de escala y ensamblar los televisores al precio más bajo posible.
Segundo, una motivación para escoger Hon Hai fue la fusión de su afiliado Innolux con su rival taiwanés Chi Mei Optoelectronics en un acuerdo por US$ 5.300 millones en noviembre. Eso le dio a Hon Hai control sobre el suministro de pantallas de cristal líquido que pueden ayudar a alimentar el crecimiento del negocio de televisores. Finalmente, Sony cree que puede evitar conflictos futuros con sus outsourcers vendiendo más televisores.
De no tener éxito con su proceso, Sony y Stringer podrían descubrir que reestructurar es la ruta para la sobrevivencia pero no para la gloria.
Hace menos de dos años, Sony anunció un plan para duplicar la capacidad de su principal fábrica europea de televisores en Nitra, Eslovaquia. La expansión era "la clave para el posterior crecimiento del negocio de electrónica de Sony", dijo la firma en ese momento.
Pero, las pérdidas en este segmento, exacerbadas por la recesión, han dejado a Sony buscando la clave de la rentabilidad futura. Y esto significa vender plantas como Nitra tal como ha vendido o cerrado plantas de televisores en Japón, México y Estados Unidos.
Sony está en medio de una reestructuración general pero gran parte de ella se enfoca en la división de electrónica, la cual ha sido crónicamente no rentable. Dentro de esta reestructuración la parte más difícil es el negocio de televisores.
El contrato de Sir Howard Stringer está vigente hasta marzo de 2011, cuando el presidente y director ejecutivo de Sony tenga 68 años. Por lo tanto, hay pocas opciones de alcanzar el margen operacional de 5% que prometió al hacerse cargo en 2005. Sony espera una pérdida de 70 millones de yenes (US$ 750 mil) en el año hasta marzo.
Tampoco pueden las iniciativas de "software" como el Servicio Online de Sony, o productos como los televisores 3D, transformar la compañía en ese tiempo.
Esto significa que el programa de reestructuración probablemente será el legado más tangible de Stringer en Sony y el único que le permitiría tomar el crédito por el eventual repunte.
La reestructuración ha cambiado de modo dramático la forma del grupo en sólo 18 meses.
Aunque Sony no se está retirando de ningún producto o segmento, ha reducido sus fábricas de 57 a 42, y sus ocho fábricas de televisores a cuatro. Los ejecutivos dicen que la mayor parte de la reestructuración ahora está completa pero que todavía queda trabajo por hacer.
El negocio inconcluso más obvio es la otra fábrica europea de televisores de Sony en Barcelona. Con la planta de Nitra vendida a Hon Hai la semana pasada, tiene poco sentido producir televisores en pequeña escala en un país caro como España.
"Desde el punto de vista de un outsourcer, no creo que compren instalaciones en Europa oriental o Norteamérica", dijo un ejecutivo de Sony que ha estado involucrado en el proceso de reestructuración.
Por lo tanto, probablemente Sony cierre su planta de Barcelona, pero está sindicalizada, por lo que los costos de cerrarla son elevados, y la empresa sigue buscando alternativas.
De sus otras plantas de televisores, Inazawa en Japón seguirá siendo la "fábrica madre" para ofrecer retroalimentación a los diseñadores de productos, mientras las operaciones en Brasil y China se benefician de mercados de rápido crecimiento que tienen altos aranceles sobre la importación de televisores.
Para el crecimiento futuro (y Sony quiere elevar las ventas de televisores desde 15 millones en el año terminado en marzo de 2010 a 25 millones el próximo año) la compañía pretende externalizar. Eso podría crear nuevos problemas: es muy dependiente de Hon Hai tras venderle una planta en México, así como la de Nitra.
De todas maneras, hay varias razones para escoger a la firma taiwanesa. Primero, al concentrar la producción con Hon Hai, Sony puede maximizar las economías de escala y ensamblar los televisores al precio más bajo posible.
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