Guillier intenta superar una mala jornada y se adelanta a pedir fiscalización de su labor legislativa

Casi como una premonición, este mismo lunes el candidato de la Nueva Mayoría -salvo la Democracia Cristiana-, Alejandro Guillier, dialogaba con representantes de la Cámara Nacional de Comercio, a quienes les contaba que tanto la oposición como los medios de comunicación le habían buscado a él y a su familia alguna cosa que reprocharle y que no habían encontrado nada. Pero su situación cambió ayer dramáticamente y una jornada vertiginosa que se inició con una denuncia por supuesto mal uso de recursos del Congreso, dio paso a una investigación de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente y a una solicitud al Comité de Auditorías del Senado y a la Comisión del Ética de la Corporación, de parte del propio senador, para que se pronuncien sobre su actuación.

Una crónica de radio Biobío cambió el estado de ánimo del aspirante a La Moneda, pero también de una campaña que ha fluctuado entre altos y bajos y no termina de encontrar el equilibrio. Según el reportaje, el senador pagó $ 19 millones por unas asesorías externas que terminaron siendo un copia literal de los informes emanados del Senado.

Como si eso no fuera suficiente, la empresa que contrató, Beltrán Asociados Spa, se creó una semana antes de empezar a prestarle servicios al parlamentario y su dirección legal corresponde a un inmueble cuyo dueño es Harold Correa (PPD G-90), a quien se vinculó con el financiamiento irregular de la política, a través de Giorgio Martelli.

Fue este escenario el que debió enfretar Guillier tras participar en una actividad de la Fundación País Digital. Como primera medida, el aspirante a La Moneda intentó contextualizar la situación, explicando que en su calidad de senador independiente trata de estar informado de lo que ocurre en las comisiones que no integra y como no cuenta con un equipo que pueda actualizarlo usa las asesorías externas, que le hacen “estudios comparados” para ello.

“Para tranquilidad de todos, yo no oculto información. Está todo ahí y auditado”, sentenció luego de instar a los medios a que revisen “todo en la página del Senado y además es auditada. No hay nada que ahí no haya pasado por los controles del Senado. Son informes de asesorías y los informes de asesorías que se nos entregan quedan a disposición de la ciudadanía”.

Pese a ello, hay incomodidad en los partidos, porque admiten que no es una imagen positiva que el candidato haga una campaña con la sombra de la Fiscalía investigándolo.

También existe conciencia de que la figura de Correa, asociado a financiamiento irregular de campañas, no es buena para la imagen del candidato. Por lo mismo, el timonel del Partido Radical, Ernesto Velasco, salió a intentar zanjar el tema, sosteniendo que “no hay que mezclar situaciones que son diversas y distintas”.

El expresidente de la Cámara, Osvaldo Andrade (PS), por su parte, reconoció que los plagios en informes son difícil de pesquisar, pero “pedirle al parlamentario que haga una inspección más precisa de estas cosas es difícil”. Sin embargo, admitió que “cuando hay buena fe no veo razón alguna para que la explicación no sea también contundente”.

Mientras que Guillier recibió el respaldo del gobierno, a través de la vocera Paula Narváez, quien señaló que al Ejecutivo “lo que le interesa, justamente, es que ante cualquier situación, de esta índole o estas características, se hable con transparencia hacia el país, eso es lo que ha hecho el senador Guillier durante el día de hoy”.

Comisión de Ética

Ayer Guillier se reunió con los presidentes del Senado, Andrés Zaldívar (DC), y de la Comisión de Ética, Hernán Larraín (UDI), para solicitar el pronunciamiento de la instancia sobre su actuación en relación a las polémicas asesorías, según informó el segundo. En la ocasión el senador les indicó que también pidió al Comité de Auditoría Parlamentaria que haga un dictamen en torno al mismo debate.

“Ha sido el senador Guillier quien nos ha planteado la necesidad de seguir un camino ordenado para despejar esta materia. A él lo asiste, según sus palabras, la tranqulidad de haber obrado bien”, explicó Larraín tras el encuentro.