Factor económico

Tensa calma La relación entre los empresarios y Boric en la antesala del Enade

Se espera que más de 1.000 asistentes y 120 acreditados de los medios de comunicación asistan el encuentro empresarial este jueves. El evento está antecedido por una serie de dimes y diretes entre el Presidente de la República, Gabriel Boric y los empresarios.

Por: NATALIA SAAVEDRA | Publicado: Sábado 20 de abril de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Presidencia
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En la previa del 1 de mayo el Presidente Gabriel Boric y los empresarios se verán las caras este jueves en el encuentro más relevante entre ambos sectores: el Enade 2024. Se espera una gran convocatoria de empresarios y ejecutivos que irán a escuchar a sus pares y a las autoridades de Gobierno, entre quienes está el Presidente de la República, su ministro de Hacienda, Mario Marcel y la ministra del Interior, Carolina Tohá. A ellos se sumarán dos invitados internacionales, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich y el exPresidente de Colombia, Iván Duque.

El encuentro empresarial ha generado gran interés en la opinión pública. Cerca de 120 representantes de los medios de comunicación se han acreditado para el evento, bautizado como “Contra inmobilis. Contra el inmovilismo”. El foco estará en debatir sobre crecimiento y seguridad, los dos temas que preocupan al sector privado y también a la autoridad.

La asistencia será acorde a la expectación que genera el encuentro entre los dos mundos: 1.100 personas entre empresarios, representantes de la sociedad civil, dirigentes gremiales, académicos y ejecutivos. El tono, aseguran conocedores, será de tender puentes entre las partes. Esto pues si bien algunos sectores empresariales, como la gran minería, tienen una mayor sintonía con el Gobierno, saben que existe molestia en ciertos segmentos y que el rol de Icare es representarlos a todos.

La presidenta del gremio, Karen Thal, basará su intervención en la persecución de ese diálogo, considerando que se ha conversado al interior de la organización -lo que han respaldado varios gremios- que no se puede estar congelando por dos años más reformas que apuntalen el crecimiento y la inversión. No se trata de un acuerdo de la presidenta de Icare con el actual mandatario, sino que de una postura de no seguir esperando para avanzar en asuntos clave para todo el país.

“Si el país sigue confrontado entre el tercio que apoya al Gobierno y los dos tercios que lo desaprueban, deberemos conformarnos con un crecimiento nulo o mediocre; con las listas de espera manteniéndose o aumentando; con la delincuencia creciendo; sin un aumento en las cotizaciones previsionales para mejorar las pensiones futuras ni los recursos para incrementar las actuales y, finalmente, con niños que no disponen de escuelas. Parecemos haber perdido la capacidad de asombro. ¿Es eso lo que queremos para Chile?”, dijo la presidenta de Icare en una columna de opinión a El Mercurio en la antesala del evento.

Cercanos a La Moneda reconocen que, si bien hay evidentes diferencias, el Presidente siempre ha tenido buena disposición de participar en todas las actividades empresariales con una lógica de colaboración y que por ello no se ha restado de ninguna instancia. Su discurso más bien, aseguran conocedores, irá por hacer un llamado de dejar de lado el discurso catastrofista, a reconocer los avances en materia de crecimiento y a trabajar en avanzar, algo en lo que mostraría coincidencia con la agenda de Enade.

El llamado de Boric tendría foco, no en enardecer los ánimos, sino en remecer a la voluntad de los empresarios, sobre todo de aquellos que tienen una visión más negativa de la economía país, aun cuando las noticias de crecimiento han mejorado objetivamente.

En el sector privado la reacción es mixta. Dicen que, si bien hay sectores del Gobierno con escucha, como grupos técnicos al interior de los ministerios de Hacienda o de Minería, conviven dos estilos en el Ejecutivo: el más radical, que quiere mantener las reformas más profundas a toda costa y aquel que tiene más conciencia de los proyectos que convocan voluntades, como el de permisología planteado por el titular de Economía, Nicolás Grau.

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Una previa incómoda

Desde el comentado: “más Narbona y menos Craig”, en el marco de la inauguración de una planta desaladora de Antofagasta Minerals la última semana de marzo, que la relación entre los empresarios y el Gobierno ha evidenciado una tensión.

Boric acusó -en esa oportunidad- una “soberbia paternalista que lleva a emitir juicios denigratorios a Gobiernos que obedecen a la voluntad popular. Para que se entienda más claro: más Narbona, menos Craig" lo que generó reacciones en todos los sectores.

Poco después el grupo Matte evidenció, en la carta anual a sus accionistas, su preocupación por la situación del sector forestal. “Hace años que el estado chileno no le otorga el valor a la industria forestal la importancia que tiene en todo el mundo", manifestó el presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa en una entrevista con Señal DF.

Cuando las cosas parecían calmarse, la crítica provino del controlador del grupo Copec. “Qué lejos estamos de los tiempos cuando Chile crecía sostenidamente sobre el promedio del mundo (…). Hoy aspiramos a estar en el promedio, y ni siquiera eso conseguimos”, dijo el empresario Roberto Angelini en la misiva a sus accionistas.

La tensión escaló esta semana tras conocerse las declaraciones de uno de los dueños de Carozzi, Gonzalo Bofill. “Nada de esto es casual, fue advertido en todos los tonos y formas, se fue hasta majadero respecto de las nefastas consecuencias que traerían las reformas que se implementaron durante el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet”, señaló en la memoria anual del grupo.

El martes, Boric lanzó un duro mensaje a los empresarios: "En vez de estar permanentemente aportillando las propuestas para el pacto fiscal, pongámonos de acuerdo".

Su reacción a Bofill, fue a través de un RT de un post de Gonzalo Martner, que indicaba que era falso lo que planteaba Bofill respecto a que somos más pobres que hace 10 años. Tras ello, la noche del miércoles, en la cena del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), respondió de manera generalizada y les dijo a los empresarios que creía que era el momento “de pasar de los discursos pesimistas y catastrofistas hacia generar en conjunto un clima de confianza”. Un discurso directo y que fue bien valorado por los presentes.

Con ese ánimo partirá la nueva versión de Enade, con pañuelos blancos al viento y con la intención de poner fin al inmovilismo.

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