Al menos seis meses habría que esperar para que decante el polvo y poder hacer proyecciones sobre el escenario minero global. Así lo consideran tres de los líderes globales del sector de la consultora PwC, en medio de los aranceles de Estados Unidos, la incertidumbre y la volatilidad de los mercados.
“Si vemos lo rápido que han cambiado las cosas en los primeros 100 días del Presidente de EEUU, no creo que podamos descartar que se le impongan tarifas a ningún commodity”, dice Fran Wentzel, socio de PwC Australia y Líder Global de Minería. De hecho, agrega, “desde la industria minera deberíamos trabajar sobre el escenario de que todo estará sujeto a tarifas”.
Su par de Sudáfrica, Andries Rossouw, marca que aunque no se impongan tarifas, el impacto económico de la guerra arancelaria “será sustancial” en el crecimiento del mundo, arrastrando como dominó la demanda por metales, su precio y el desempeño de las compañías de la industria.
Germán Millánsocio y líder consultoria minería PwC Chile “En este mundo de incertidumbre, asociaciones entre lo público y privado, empresas, incluso países, solo pueden ayudar a mejorar tu posición”.
Ambos concuerdan: “Estamos en un momento difícil para el sector”.
¿Y cuándo mejoraría? “Necesitamos tener una visión más amplia de lo económico y geopolítico, creo que hay que darle al menos seis meses, pero no para que el ciclo mejore o cambie, sino que para tener una idea más clara de lo que va a pasar con el mercado”, opina Wentzel.
“En 6 meses quizás se disipe el polvo y tengamos una visión mas clara del horizonte”, agrega Germán Millán, socio y Líder de Consultoría en Minería de PwC Chile.
Respecto al cobre y el litio -que también se extraen desde sus jurisdicciones-, afirman que el más resiliente al escenario será el metal rojo, cuya demanda estructural se basa en una amplia gama de industrias. “Muchas compañías ven el cobre como una apuesta segura, mientras que el litio tiene una aplicación más acotada, específicamente en baterías y autos eléctricos”, sostiene Rossouw.
La posibilidad de ver un nuevo ciclo de precios para el litio, dicen, dependerá principalmente de la situación global y la reticencia de los consumidores de optar por la electromovilidad. En el largo plazo, estará sujeto al avance de baterías alternativas, como las de sodio, aunque más que un reemplazo, los socios de PwC las ven como un producto adicional al mercado, dado que apuntan a otras aplicaciones.
El cobre, en cambio, es el mineral donde más inversiones prevén para los próximos años, y no solo en proyectos existentes para aumentar la producción, sino que también en nuevos yacimientos. “Se está viendo mucha exploración de cobre, sobre todo en Sudamérica, pareciera que las próximas grandes inversiones vendrán del otro lado de la cordillera, en Argentina”, comenta Wentzel.
Colaboración: la llave
Una de las grandes temáticas que están abordando los expertos en sus respectivas jurisdicciones es el cómo avanzar en distintos tipos de alianzas para mejorar las cadenas de valor, con costos competitivos, y al mismo tiempo en que mantienen las relaciones con China y EEUU.
“Es una situación muy delicada”, dice el australiano, “porque si China estornuda, Australia se resfría, dado que el 90% de nuestra producción se va a China, es muy similar a lo que vive Chile”.
Paradójicamente, fue el mismo gigante asiatico el que dejó prácticamente offside al níquel australiano tras invertir en fundiciones en Indonesia, ubicándolos como los grandes controladores del mineral.
Rossouw destaca “el gran potencial que hay entre regiones y países en la producción de una cadena de valor”.
En el caso del continente africano, acuerdos entre países como el Congo, Zambia y Zimbabue se vislumbran como la llave para la producción de minerales críticos, donde la energía y la infraestructura son los grandes desafíos a resolver en la zona. Por ejemplo, cuenta que está en evaluación la construcción de un tren doble sentido desde el Congo, que atraviesa Angola, que podría reducir en dos semanas el tiempo de exportación de cobre hacia EEUU y Europa. “Ciertamente hoy hay un enfoque de colaboración en la región y no solo desde los gobiernos y las empresas, también con las comunidades”, asegura.
Millán comenta que “en este mundo de incertidumbre, hay que encontrar certezas y mejorar tu posición. En ese sentido, asociaciones entre lo público y privado, entre empresas, proveedores y clientes, incluso entre países, solo puede ayudar”.
En ese sentido, dice que Chile debe hacerse distintas preguntas, como por ejemplo si trabajar junto a Argentina para exportar el litio por un solo lugar, o avanzar en nuevas fundiciones de cobre, de la mano de mejores puertos y carreteras.
Wentzel indica que “definitivamente” la colaboración es un elemento de la cara futura de la minería que merece ser explorado con fuerza. Argumenta que, dado el ciclo de los commodities y la demanda, no ve un futuro de largo plazo donde surja otro gigante como BHP o Rio Tinto, sino que más bien el futuro será “tener más empresas conjuntas, más asociaciones, más colaboraciones, y solo así se podrán desbloquear más volúmenes y subir en la cadena de valor”.