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Los contratos del siglo XX no se ajustan a la nueva economía

Plataformas como Uber deberían responsabilizarse de sus cuasi-empleados.

Por: john gapper | Publicado: Viernes 19 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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Este ha sido el año de Uber. "Todo el mundo está empezando a preocuparse por estar Uberizado", dijo Maurice Lévy, presidente ejecutivo de grupo de publicidad Publicis, a Financial Times esta semana. La economía del compartir en la que plataformas en línea coordinan cientos de miles de trabajadores independientes para conducir taxis, arrendar habitaciones (Airbnb), lavar la ropa (Washio) y realizar otros servicios ya está aquí.

Las empresas reconocen la amenaza, los gobiernos y los reguladores están luchando por adaptarse y los consumidores no están seguros de si deben confiar en este nuevo tipo de negocio. La mayor incertidumbre, sin embargo, la enfrentan los trabajadores. En un momento en que el autoempleo, las startups y las "microempresas" de una sola persona representan una mayor proporción de la fuerza laboral, los trabajadores son cada vez más libres y están más en riesgo.

En lugar de trabajar de nueve a cinco en contratos a largo plazo, con beneficios como capacitación, pensión y seguro de salud, ellos se emplean a sí mismos. Empleados de tiempo completo realizan trabajos por su cuenta, trabajadores de medio tiempo conducen taxis para conseguir dinero extra, directivos dejan sus puestos para convertirse en consultores, la gente está malabareando sus habilidades.

Muchos disfrutan el reto, pero pocos están seguros. Mientras tanto, seguimos con acuerdos de beneficios y seguros laborales del siglo XX-una de las señas de identidad de la sociedad industrial avanzada- que no se ajustan al trabajador del siglo XXI. Es urgente encontrar nuevos métodos que no liguen esos beneficios al empleo directo y dejen abandonadas a las personas que quieren trabajar de manera diferente.

Algo de esto recae en los gobiernos y algo en las nuevas formas de organización mutua, como las cooperativas del siglo XIX. También requiere que plataformas como Uber asuman mayor responsabilidad por sus cuasi-empleados con el fin de minimizar sus riesgos y costos.

"Ingresos estables y una red de seguridad social son características de una economía sana que ha ido más allá de sólo hacer que la gente trabaje para ganarse la vida para crear una mejor calidad de vida", dice Arun Sundararajan, profesor de la New York University's Stern School.

La economía del compartir no es el único responsable. Es el último de una serie de cambios en tecnología, regulación y economía que han creado un nuevo paradigma laboral. Estos han estado en progreso durante décadas, pero están recibiendo un impulso de Internet.

La Freelancers Union, un grupo con base en Nueva York, estima que 53 millones de personas hacen al menos algún trabajo independiente en Estados Unidos, un tercio de la fuerza laboral. Eso incluye 21 millones de contratistas, como conductores y trabajadores de la construcción, y 14,3 millones que tienen trabajos a parte de su empleo a tiempo completo.

Esto es a menudo retratado por los sindicatos como un triunfo del capital sobre el empleo, pero tiene beneficios para los trabajadores. Muchos quieren escapar de la monotonía de la oficina y obtener independencia. Los autónomos a menudo dicen ser más felices que los empleados directamente.
Pero el crecimiento de la economía independiente trae dos desafíos.

En primer lugar, algunos trabajos independientes son formas muy baratas de empleo directo. Las empresas los llaman "contratistas independientes" para evitar pagar impuestos sobre el empleo y los beneficios indirectos, mientras que los tratan como empleados: deben usar uniformes y obedecer sus reglas.

En segundo lugar, incluso si los trabajadores son autónomos, la empresa o la plataforma que les da trabajo y órdenes podría optar por ofrecer más que las prestaciones mínimas. Los empleadores tradicionalmente proporcionan planes de salud y pensiones, así como capacitación, para crear una fuerza de trabajo productiva y confiable. Es más caro, pero, si se compensa con una mejora en el nivel de servicio que ofrecen, entonces, ayudará a derrotar a los competidores de menor calidad.

Si las empresas abdican de ese papel, entonces la sociedad debe idear otras formas de ofrecer apoyo a largo plazo y seguridad a los trabajadores autónomos, como la Freelancers Union y otros han estado tratando de hacer.

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