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Apostar por el cambio, sinónimo de buena gestión empresarial

Socio KPMG

Por: Alejandro Espinosa | Publicado: Miércoles 20 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En un mundo cada vez más dinámico es imprescindible que las empresas implementen estrategias de digitalización de procesos y aprovechamiento de datos que se generan dentro y fuera de las organizaciones, y que son fundamentales para conseguir una Transformación Digital. Hoy apostar por el cambio es sinónimo de una buena gestión empresarial. El gran desafío radica en cómo actuar ante esta transformación inminente.

Los altos ejecutivos y líderes empresariales están conscientes que en los próximos años sus empresas se transformarán significativamente. La fidelización del consumidor y la imagen que tienen de la empresa representan grandes desafíos para los Gerentes Generales y la tecnología juega un rol fundamental. A través de esta, las empresas pueden aprovechar los datos para construir perfiles concretos de sus clientes incrementando sus oportunidades de venta. Se han producido grandes cambios en la forma de ofrecer los servicios y en el comportamiento de los consumidores. La tecnología está al alcance de todos para convertirla en un beneficio tangible y diferenciador.

A largo plazo, las compañías que quieran crecer no podrán hacerlo lejos de la implementación de estrategias con Big Data, necesarias para extraer valiosas conclusiones de los datos que poseen y que serán clave para la estrategia empresarial y toma de decisiones.

Sin embargo, no es tarea fácil, pues se presentan problemas y dificultades para su implementación ya que los cambios en el comportamiento de los clientes también son a gran velocidad y la inseguridad acerca de qué tecnología proporciona los mejores resultados o los límites presupuestarios, son barreras para la implementación de este tipo de estrategias. También hay que considerar los riesgos tecnológicos que hoy enfrentan las compañías, donde queda mucho camino por recorrer. Es fundamental dotarse de herramientas y capacidades preventivas ante una posible crisis, como cambios en procesos externos o internos, implementar nuevas tecnologías en uso y elevar el tema a todos los altos niveles y de manera recurrente.

En definitiva, mantener el statu quo es una estrategia obsoleta y arriesgada. Es necesario transformar a la tecnología en un aliado clave dentro de toda la organización y su estrategia y así maximizar los resultados que se puedan obtener del análisis de los datos que permitan adaptarse a los cambios que se están produciendo en todo el mundo y mantener la competitividad en el largo plazo.

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