Ley Karin: ¿avance o retroceso?
Señor Director:
La Ley Karin fue anunciada como un avance en la prevención del acoso laboral. No cabe duda de la legitimidad de su impulso ni del valor de visibilizar estas situaciones. Sin embargo, una revisión técnica y práctica muestra que su efecto transformador ha sido limitado y, en varios sentidos, contraproducente.
Chile ya contaba con un marco normativo sólido. La ley vino a formalizar exigencias ya existentes, sumando plazos y procedimientos, pero sin cambiar el fondo del deber de protección ni aportar herramientas nuevas. Fue una respuesta estatal más reactiva que estructural, que ordenó lo que ya estaba y dejó sin atender lo que más urge: construir ambientes laborales saludables desde la base, no desde el castigo.
Desde su entrada en vigor, aumentaron las denuncias, pero no mejoró el clima laboral. En muchas organizaciones se instaló la desconfianza, no la colaboración. Si el objetivo era transformar, la estrategia debió ser otra: formación, liderazgos y acompañamiento. Los verdaderos cambios no nacen del temor a la sanción, sino de una convicción interna.
Jorge Montes A.
Socio. Parga, Montes & Vasseur Laborales