Al revisar los distintos procesos eleccionarios desde el regreso a la democracia, cuando faltaban siete meses para las elecciones, se puede constatar que hasta el año 2017 una misma generación política dominaba los espacios públicos y los temas que se tomaban la agenda. En 2021, en cambio, el Frente Amplio (FA) llegó a La Moneda, lo que produjo un verdadero remezón en las estructuras tradicionales, pues un grupo de jóvenes desafió de manera un poco impensada a la clase política que había controlado hasta ese minuto los destinos de Chile. Está por verse si este ejercicio encontrará una continuidad en el próximo Gobierno, aunque algunas de las candidatas del oficialismo a la primaria interna (29 de junio) ya se han desmarcado de esta idea, en un intento por captar al volátil electorado de centro.
En cambio, los temas no han variado mucho. Desde el regreso a la democracia, las distintas candidaturas plantean la superación de la pobreza y el crecimiento económico; la necesidad de una nueva Constitución que represente a todos los sectores, pese a que desde el final del segundo Gobierno de Sebastián Piñera y el comienzo de la administración de Gabriel Boric tuvimos dos procesos constitucionales que fracasaron estrepitosamente. Reformas como la de pensiones o tributarias también pasan por los distintos programas. Tal vez en lo que queda del proceso 2025 aparezcan nuevos tópicos como el de la natalidad, que ya se abrió paso en la agenda pública hasta llegar a los candidatos.

Coalición Política
En el umbral de un período democrático de cuatro años, Patricio Aylwin (DC) se impuso apoyado por 17 partidos aglutinados en el pacto Concertación de Partidos por la Democracia. El oficialista, Hernán Büchi (indep.) fue apoyado por la coalición Alianza por el Progreso -RN, UDI y Democracia Radical-. En esta carrera hubo otros candidatos, aunque solo el empresario y senador Francisco Javier Errázuriz (indep.), también llegó a la papeleta con el pacto de Centro-centro -partidos Liberal; Socialista Chileno, que ya no existe y no tiene relación con el PS; Avanzada Nacional, y partidos Nacional y del Sur-.
En un nuevo proceso electoral, para un período de seis años, la Concertación estrenó la primaria voluntaria, donde Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC) se impuso a Ricardo Lagos (PPD-PS). Al frente, una convención de la Alianza por el Progreso, eligió al senador Arturo Alessandri, quien llegó detrás de Frei. Pero hubo otros candidatos que llegaron a la papeleta: José Piñera (indep. de derecha); Manfred Max Neef (Ecologista), Eugenio Pizarro (MIDA), Cristián Reitze (PH). Previo a eso corrían Sebastián Piñera y Evelyn Matthei de RN, Jovino Novoa (UDI) y Anselmo Sule (PRSD); entre otros.
Para el segundo y último período de seis años debutó la segunda vuelta; el candi- dato de la Concertación fue Ricardo Lagos (PPD-PS). Su contendor, Joaquín Lavín, fue apoyado por la Alianza por Chile (UDI-RN). La papeleta recibió además a Gladys Marín (PC), Tomás Hirsch (Alianza HumanistaVerde), Sara Larraín (indep.) y Arturo Frei Bolivar (UCC). Antes, fue precandidato Andrés Zaldívar (DC).
En esta elección volvieron los períodos de cuatro años y a la segunda vuelta llegaron Michelle Bachelet (PS), apoyada por la Concertación y Sebastián Piñera (RN) por la Alianza por Chile. En la papeleta estuvieron también Joaquín Lavín (UDI) y Tomás Hirsch (Juntos Podemos Más). En el camino quedaron nombres como el de la otra senadora Soledad Alvear (DC), Tomás Moulián (indep.) que compitió por el PC, Manuel Jacques (Izquierda Cristiana) y el representante mapuche Aucán Huilcamán.
En esta elección, Sebastián Piñera (RN) logró llegar a La Moneda, apoyado por la Coalición por el Cambio -RN, UDI, Chile Primero-. Dejó atrás a Eduardo Frei al que la Concertación convenció de un segundo intento. También estuvieron en la papeleta Marco Enríquez-Ominami, apoyado por la Nueva Mayoría para Chile -Partido Ecologista Verde, Partido Humanista- y Jorge Arrate con Juntos Podemos Más -PC, PH-. Quedó atrás el exsenador Alejandro Navarro (MAS). Y antes se mencionó a Guido Girardi (PPD), Marcelo Trivelli (DC), José Miguel Insulza (PS) y Andrés Allamand (RN), Eduardo Artés (PC Acción Proletaria) y Pamela Jiles, entre otros.
A la papeleta de esta presidencial llegaron más aspirantes que en todas las elecciones. Si bien pasaron a segunda vuelta la candidata de la Nueva Mayoría -coalición a la que se integró oficialmente el PC-, la socialista Michelle Bachelet y de la Alianza por Chile -RN y UDI-, la UDI EvelynMatthei; en la primera vuelta corrieron ME-O (PRO); Franco Parisi (indep.), Marcel Claude (PH), Alfredo Sfeir (PEV), Roxana Miranda (Igual), Ricardo Israel (PRI) y Tomás Jocelyn-Holt (indep.). En el camino fueron quedando nombres como la otrora DC Ximena Rincón, Claudio Orrego (DC), José Antonio Gómez (PRSD), Pablo Longueira (UDI) quien bajó inesperadamente su candidatura y Andrés Allamand (RN), que perdió las primarias con Matthei.
A la segunda vuelta de esta elección llegaron el RN Sebastián Piñera y el independiente Alejandro Guillier, apoyados por la coalición Chile Vamos -RN, UDI, Evópoli y Partido Regionalista Indep.- y La Fuerza de la Mayoría, respectivamente. Este último ya no contó con el respaldo ni de la DC ni del Partido Radical. A la papeleta llegaron además, Beatriz Sánchez (Frente Amplio); José Antonio Kast (Partido Republicano), Carolina Goic (DC), ME-O (PRO), Eduardo Artés (UPA), Alejandro Navarro (PAIS). Pero hubo otros nombres que se mencionaron durante el proceso como Andrés Velasco, Sebastián Sichel, Lily Pérez, Luis Riveros, entre muchos otros que no prosperaron.
En la conformación de los pactos influyó mucho el estallido social, generando un ambiente también más polarizado. Al punto que, para sorpresa de todos, en la segunda vuelta se enfrentaron el representante de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric y el líder del Partido Republicano José Antonio Kast. Pero a la papeleta llegaron Franco Parisi (PDG), el independiente Sebastián Sichel apoyado por Chile Puede Más, Yasna Provoste (DC) con Nuevo Pacto Social, ME-O (PRO) y Eduardo Artés (UPA). Y entre los que no alcanzaron a esa etapa están Daniel Jadue (PC), Mario Desbordes (RN), Joaquín Lavín (UDI), Ignacio Briones (Evópoli), Paula Narváez (PS) y Ximena Rincón (DC).
Agenda
Los distintos aspirantes a La Moneda intentaron darle un foco a los compromisos de campaña. Así, la agenda pública estuvo marcada esencialmente por el combate a la pobreza, tema central del programa de Aylwin, quien bajo el eslogan "Gana la Gente, Aylwin Presidente", circunscribió a este compromiso programático la mayoría de sus propuestas. Como, por ejemplo, el aumento del salario mínimo y reajustar las pensiones mínimas y asistenciales.
Estos temas también estuvieron entre los 20 compromisos programáticos de Büchi, el más cercano competidor de Aylwin, el candidato oficialista que corrió bajo el eslogan "Büchi es el Hombre", quien además propuso la creación de un Banco de Oportunidades para combatir la pobreza. Mientras que Errázuriz, con el eslogan "Errázuriz, hombre de palabra", generó un fuerte debate y el rechazo de la derecha al proponer la eliminación de la UF.
Un tema impuesto por la oposición en la agenda pública fue la necesidad de terminar con los enclaves autoritarios.
La agenda pública, en el caso de esta campaña, siguió marcada por la superación de la pobreza, desde el lado de la Concertación, con la propuesta de un Programa Nacional de Superación de la Pobreza, con el objeto de avanzar en el plano económico y social para superar la pobreza extrema. En este sentido, la oposición también tuvo entre sus prioridades "erradicar la pobreza", pero haciendo énfasis en que para ello era indispensable un mayor crecimiento.
Por otra parte, la preocupación por la delincuencia se hacía notar tanto en el oficialismo como en la oposición. Se propuso aumentar de la dotación de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, además de políticas para facilitar al Estado la prevención y persecución del delito.
Las reformas constitucionales provocaron un fuerte debate, ya que el oficialismo insistía en avanzar aquellas pendientes -como la modificación de la composición y facultades del Cosena, y terminar con el sistema binominal, entre otras- mientras que la oposición se negó a ello. Incluso, Alessandri aseguró que no haría reformas constitucionales.
Después de los seis años anteriores de Gobierno, el tema que Lagos, el candidato oficialista, pone en la agenda a través del eslogan "Crecer en Igualdad", es la necesidad de "retomar" el crecimiento económico con más y mejores empleos. Y se comienza a hablar de una macroeconomía sana y ordenada, disciplina fiscal y de mejorar la eficacia del gasto público; también de política tributaria.
La oposición, por su parte, con Lavín y el eslogan "Viva el Cambio", puso en debate la propuesta de crear 1 millón de nuevos empleos y llegar a un crecimiento económico anual de 7%, que el oficialismo exige detallar.
Otro tema que tuvo amplia difusión fue la propuesta del oficialismo de mejorar la infraestructura a través de un programa de concesiones tanto para carreteras como para un sistema de transporte ferroviario.
El fortalecimiento de la democracia, terminando definitivamente con los enclaves autoritarios, fue otro tema que estuvo presente en la agenda pública y que, finalmente, Lagos pudo concretar. Al punto que se le atribuye haber democratizado la Constitución del '80.
En el marco de esta elección la agenda pública comenzó a mostrar fuertes críticas al sistema previsional, a las AFP, y posicionó la necesidad de mo- dificarlo para aspirar a mejores pensiones. En este contexto, la propuesta del oficialismo apuntaba a estructurar y consolidar un pilar solidario del sistema previsional; y que un Consejo para la Reforma Previsional desarrollara su tra bajo cumpliendo un mandato explícito: elaborar propuestas para aumentar la capacidad delsistema de pensiones. La oposición, a su vez, entró a la discusión planteando la reducción de costos por comisión, mayor libertad de elección, maximizar la rentabilidad esperada y solucionar el problema de las lagunas previsionales.
Además, el candidato Piñera puso el foco en un tópico que no se había abordado hasta entonces, promoviendo medidas en beneficio de la clase media e impulsando la meritocracia.
La flexibilidad laboral fue un tema propuesto por la oposición, que encontró fuerte resistencia en el oficialismo.
El tema económico se tomó la agenda, tal vez porque se entendía que la disputa al final de año estaría dada entre Piñera (con el eslogan "Súmate al Cambio") yFrei ("Todos por Chile"). Que Chile volviera a crecer fue uno de los tema que la oposición abrazó con entusiasmo. Desde el oficialismo se propuso la idea de una política de fomento de la economía verde, centrada en el ahorro energético y en la reducción de los impactos ambientales; además, se puso en debate la necesidad de una reforma laboral que genere más empleos y "trabajo decente".
Por otro lado, pese a las reformas implementadas por Lagos, desde el oficialismo optaron por poner en debate público la necesidad de una reforma constitucional que condujera a una Carta Fundamental que "todos los chilenos sientan como propia y que proponga el establecimiento de un Estado social y democrático de derecho". Algo que no encontró eco en la oposición, donde solo plantearon el perfeccionamiento de la Constitución en algunos aspectos.
En cuanto a la agenda pública de esta elección presidencial apareció el tema de la reforma al sistema de Instituciones de Salud Previsional (isapres), promovido tanto por el oficialismo como por la oposición. Los primeros se comprometieron a convocar a unequipo de expertos con el mandato de redactar una propuesta de proyecto de Ley de Isapres; mientras que desde la oposición plantearon la importancia de encontrar solución a los problemas identificados, manteniendo los beneficios del sistema; y advirtiendo que "en el corto plazo Chile tiene una necesidad impostergable: terminar con la judicialización actual del sistema de isapres".
El debate acerca de una reforma al sistema previsional se tomó la agenda. El programa oficialista comprometió el envío al Congreso de un proyecto que crearía una AFP estatal que promoviera la competencia y apoyara a los grupos de personas de menores rentas. A la vez, comprometieron encargar un estudio sobre el sistema de pensiones a expertos nacionales e internacionales, para que propusieran alternativas de solución frente a los problemas de las jubilaciones.
En este proceso eleccionario tomó aún más fuerza el tema de promover una nueva Constitución para Chile, de parte de la izquierda y centroizquierda, lo que fue asumido como una prioridad del sector. Algo que fue un problema para la oposición, pero que el sector pudo sortear.
En un contexto en que la reforma tributaria de 2014 estaba en proceso de implementación, el debate se centró en la necesidad de una nueva reforma tributaria o profundizar los alcances de la que estaba en régimen. La oposición, liderada por Piñera, planteó un nuevo sistema tributario procrecimiento, con un sistema integrado y simplificado. Mientras que el oficialismo apostó por la "consolidación" de la norma cuyo último tramo debía entrar en vigor en 2018.
La reforma de pensiones que no consiguió acuerdo en el segundo Gobierno de Bachelet se tomó casi por completo la agenda. La izquierda comenzó a darle fuerza al discurso de No Más AFP y los sectores más moderados hablaron de regular de manera más estricta el sistema para aumentar la rentabilidad de los fondos. La oposición, por su parte, propuso un plan gradual de ocho años para aumentar las pensiones en hasta un 40% y aumentar la tasa de cotización de 10% a 14%.
La agenda de esta elección presidencial estuvo esencialmente marcada por los temas de pensiones, nueva Constitución y crecimiento económico. Los dos primeros considerados esenciales por la oposición del momento para superar las que estimaban como principales exigencias ciudadanas que habrían llevado al estallido social. Algo con lo que no estaba de acuerdo el oficialismo, pese a lo cual el entonces Presidente Piñera echó a andar el proceso constituyente, respaldado por el, en ese momento, diputado Gabriel Boric a contrapelo de su sector.
En cuanto a la reforma de pensiones, se convirtió en un desafío tanto para la oposición como para el oficialismo, pues a estas alturas habían quedado dos intentos en el camino, ya que a Bachelet se sumó otra propuesta, esta vez de Piñera, que tam- poco llegó a término por falta de acuerdo.
En este escenario, el debate público desde muy temprano en el proceso electoral se centró en torno a si terminar o no con las AFP. La propuesta del sector de Boric era la existencia de instituciones privadas reguladas para administrar el ahorro voluntario.
Desde la oposición, en cambio, se propuso subir el pilar solidario o reemplazarlo por una pensión básica universal, financiada con recursos generales y no con impuesto al trabajo, que era lo que, al fin de cuentas, significaba la propuesta de la oposición.
Presidenciales 2025
Para la elección del 16 de noviembre y la eventual segunda vuelta del 14 de diciembre ya hay muchos nombres dando vuelta. Por lo pronto, los múltiples candidatos del oficialismo concurrirán a una primaria -el 29 de junio-, cuyo plazo de inscripción vence el 30 de abril. Los aspirantes a La Moneda, de la centroizquierda, son Carolina Tohá (PPD), Paulina Vodanovic (PS), Jeannette Jara (PC), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS). Chile Vamos -UDI, RN, Evópoli-, que no logró concretar primarias, lleva de candidata a Evelyn Matthei (UDI).
Por otro lado, en la derecha también son candidatos José Antonio Kast (Partido Republicano), Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) y el Partido Social Cristiano aseguró que también levantará una figura, de lo que se infiere que tal vez los tres confluyan en el postulante con más posibilidades. Atrás quedan también nombres como el de Michelle Bachelet en el oficialismo y del independiente de oposición Rodolfo Carter cuyo destino aún no se define y los senadores Francisco Chahuán (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli), entre otros.
Los temas que están tomándose la agenda dicen relación con la contigencia, ya que algunas de las propuestas de los candidatos de todos los sectores apuntan a proteger al país de situaciones como la guerra comercial provocada por los aranceles que Donald Trump ha impuesto o impondrá a muchas economías del mundo; el acuerdo Codelco-SQM para la explotación del litio, visado por la FNE, fue puesto en tela de juicio por la candidata de Chile Vamos y volvió al foco de la agenda pública el litio.
Otro tema que tomó mucha fuerza en estos últimos días es el que dice relación con la baja natalidad que hay en Chile, lo que implica al otro extremo una población envejecida. Algunos candidatos ya integraron este tópico a sus propuestas, como Kast quién anunció que para promover la natalidad, de llegar a La Moneda, entregará una "asignación" para cada hijo nacido y una directamente a la madre. Aunque esta es la propuesta más concreta de uno de los aspirantes a gobernar en el próximo periodo, la mayoría de las candidaturas está siguiendo el tema.
La seguridad es otro tema que se tomó la agenda. Tanto el oficialismo como la oposición entienden que si no se contro- la puede afectar la inversión, entre otros aspectos de la economía, por lo que hacen un énfasis en ello.