“Estados Unidos es un imperio en decadencia que puede salvarse”. Con esa frase, el gerente de inversiones de Credicorp Capital, Klaus Kaepfme, condensa su diagnóstico respecto del escenario económico global a casi un mes del llamado “Día de la Liberación”, como bautizó el 2 de abril el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la entrada en vigencia de su nuevo esquema arancelario.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el Mandatario puso en marcha una agenda proteccionista con implicancias profundas para los mercados.
A juicio de Kaepfme, los aranceles no solo buscan repatriar cadenas productivas y generar más empleo, sino que “sobrevivir a un mundo multipolar, donde Trump entiende que tal vez no van a tener influencia en todo el mundo, pero sí necesita resguardar su mercado, y hacer a ‘America Great Again’”.
“De septiembre en adelante vamos a tener un (Donald) Trump más preocupado de que la bolsa esté estable”.
Pero, además, a juicio del ejecutivo, Trump quiere presionar a la baja las tasas de interés y así poder refinanciar la deuda que tiene EEUU.
En ese tablero, América Latina -y particularmente Chile- podría ganar protagonismo como destino de inversiones estratégicas.
- ¿La recaudación por aranceles le permitirá bajar los impuestos corporativos en EEUU, tal como prometió Trump en su campaña?
- Lo que va a recaudar por aranceles probablemente no sume con lo que va a bajar los impuestos, pero es una justificación política válida, entendiendo que tiene el Congreso a su favor. Creo que esa base del 10% es un impuesto que ellos necesitan mantener.
Pero, actualmente, lo que más le importa es que las tasas bajen. ¿Y por qué Trump ha estado recalculando todos los aranceles estas últimas dos semanas? Porque las tasas volvieron a subir.
- ¿Por eso ataca al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell?
- Sí, porque entendió que lo relevante no es la tasa de la Fed, sino que es la tasa a cinco y a 10 años. Entonces, como él tenía el plan de que esta tasa bajara, había dejado tranquila a la Fed. Cuando la tasa subió y se dio cuenta de que había perdido el control del mercado, se volvió más irracional e irresponsable, y empezó a atacar a Powell. Lo cual, desde nuestro punto de vista, es muy contraproducente.
Lo peor que puede hacer Trump es quitarle aún más la confianza del mundo sobre sus bonos del Tesoro.
“EEUU necesita a Latinoamérica”
- ¿Cree que hay países que puedan salir beneficiados de este intercambio tarifario?
- Latinoamérica está saliendo súper beneficiada. Creo que rearmar las cadenas productivas, ser independiente energéticamente, tener el cambio de matriz energética, requiere un montón de inversión.
Y esa inversión tiene que hacerse en lugares donde EEUU tenga una capacidad de despliegue militar, y Latinoamérica es probablemente la única región en el mundo donde tenemos la mano de obra suficiente y estamos suficientemente cerca para que EEUU tenga esa seguridad militar. Eso puede significar mucha más inversión en la región.
Hoy nos necesitan, cuando en los últimos 20 años ellos no habían sentido que nos necesitaban.
- ¿Qué bolsas mundiales presentan mayores oportunidades en este contexto?
- Las acciones chilenas pueden ser la mejor bolsa del mundo este año. El crecimiento de utilidades para este año, de no darse una recesión en EEUU, podría superar el 15%. Con eso, aún hay espacio para rentabilidad.
Este año también es electoral, y la valorización de las acciones locales esta casi a mitad de precio versus lo alcanzado en los años que Sebastián Piñera fue elegido Presidente de Chile.
Si las elecciones avanzan bien, efectivamente esto puede darle un impulso adicional de 10% a 20% más al IPSA.
Nuevos portafolios
- ¿Qué puede ocurrir en los mercados financieros durante lo que queda de 2025?
- Trump es sinónimo de volatilidad. Cuando uno tiene alguien con volatilidad gobernando, lo que debería buscar como inversionista es gestión activa y siempre con una mirada de largo plazo.
Tenemos que estar alerta a las oportunidades que vaya entregando el mercado. Y esas oportunidades aparecen haciendo un seguimiento continuo del día a día.
Concretamente, si es que se dan caídas por debajo de 5.000 puntos del S&P 500, agregaría posiciones de riesgo con horizontes a dos años. Pero creo que es necesario complementar los portafolios fuera de EEUU.
Por muchos años, una cartera que solo tenía acciones de EEUU era suficiente; para los próximos 10 años, un portafolio que solo tiene papeles de compañías estadounidenses no es suficiente.
Además, de septiembre hacia adelante vamos a tener un Trump más preocupado de que la bolsa esté estable. Actualmente, está más preocupado de la economía real que de la bolsa en particular.
- ¿Esta desaceleración podría escalar a una crisis?
- No estemos pensando que va a venir una crisis. La caída de mercado estadounidense tiene más que ver con pasar de un excepcionalísimo a un estado normal, que con pasar de un estado normal a una crisis.
Nosotros vemos que hay una probabilidad de recesión en EEUU que es relevante. Sin embargo, la economía de ese país no tiene los multiplicadores de riesgo que podrían transformar una recesión en una crisis.
En principio, lo que estoy viendo es que los bancos están sanos y la mayoría de los hogares tienen balances sanos. Entonces, de darse una desaceleración económica, el consumo no se caería de manera tan fuerte como cayó en 2020 en pandemia o en la crisis subprime de 2008.