Amplificando la innovación
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Señora Directora:
Hace poco Chile recibió una buena noticia, ya que según el ranking que elabora la OMPI, el país es el más innovador de Latinoamérica, según el Índice Mundial de Innovación (IMI), que mide a 132 economías del mundo.
El posicionamiento en el puesto 50 del ranking es algo que nos debe alegrar, pese al bajo presupuesto estatal que se le dedica a esta materia y que da cuenta del esfuerzo que hace la industria y la academia. Pero también se mencionan ciertos aspectos en los que Chile tiene algunas oportunidades de mejora, como por ejemplo, la exportación de bienes creativos y de disciplinas no STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics).
Actualmente, las industrias creativas representan el 2,2% del PIB nacional y generan alrededor de 150 mil empleos, lo que muestra el impacto que tienen en la economía nacional. Adicionalmente, las ciencias sociales cumplen un rol clave en formar y educar a la población y son fuente de diversas innovaciones. Un ejemplo es la plataforma Dialect, que permite diagnosticar y mejorar la comprensión lectora de los niños y niñas.
Si bien aún no son sectores que sostengan al país, permiten pensar que los esfuerzos pueden estar orientados hacia este tipo de actividades y lograr así la diversificación de la matriz productiva, un tema que se viene hablando hace mucho, pero donde hasta ahora poco se ha logrado.
Apostar por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), por los desarrolladores de videojuegos, los ilustradores, las artes visuales y escénicas o la animación nos puede abrir el abanico de masa crítica necesaria de I+D que se transforme en innovaciones de impacto global.
Anil Sadarangani,
Director de Innovación, Universidad de los Andes
