Cartas al Director

Señor Director:


Permítanme insistir en la urgencia de obligar a las bicicletas al uso de patente, debido a que es un medio de transporte de personas. Como solución temporal sugiero que las bicicletas deban circular sólo en el mismo sentido del tránsito de vehículos, en esa forma los peatones siempre sabríamos en qué sentido del transito están circulando las bicicletas y podríamos sentirnos mas seguros y las bicicletas podrían circular mientras se construyen la vías necesarias.

PEDRO PABLO MOLINA WOOD



Señor Director:


Ante la seguidilla de opiniones sobre ciclistas en veredas, como ciclista y especialista en calidad de aire, no puedo sino hacer algunos comentarios. El conflicto aparente entre ambos tipos de transporte no debería verse como algo negativo, sino como síntoma de algo positivo. Un creciente número de personas que se han dado cuenta que ante los interminables tacos y aumento de precio de bencina, la opción de la bicicleta es un camino que ayudaría a la economía y a nuestro medio ambiente. 
Todas las ciudades que llegan a cierto nivel de uso de bicicletas, optan por prohibir su tránsito en vereda, lo que es lógico, ya que es un lugar más seguro para todos. De hecho, me aventuraría a decir que son más frecuentes los accidentes de ciclistas en las veredas que en las calles. En efecto, los automovilistas no tienen buena visibilidad porque no se esperan a alguien transitando tan rápido en una vía que no les corresponde. Un ciclista en la vereda debe entender de que está tomándole prestado el espacio al peatón, y debe pedalear siempre alerta, sin hablar por celular, entre otras precauciones. Es más fácil que un peatón se acuerde de un ciclista que casi lo pasa a llevar, que las muchas otras veces que los automovilistas hacen lo mismo. 
Para mejorar la armonía entre los peatones y ciclistas la solución es el aumento de ciclovías y recordar de que son los automovilistas los que realmente son una amenaza para los peatones.

Marcelo Mena

Director Centro Sustentabilidad Universidad Andrés Bello




Señor Director:


Para los exportadores chilenos la noticia de que Standard & Poor´s (S&P) cambió la perspectiva de clasificación de la deuda fiscal norteamericana desde estable a negativa, es una confirmación de las tendencias de los últimos años, de que la moneda estadounidense seguirá por un largo tiempo debilitada. No obstante, S&P mantuvo la clasificación de la deuda fiscal en su grado máximo (AAA).
El déficit fiscal de EEUU se ha empinado desde el 5% del PIB hasta alcanzar el 11% del PIB en la actualidad. Parte de este excesivo déficit fiscal fueron los ingentes gastos que tuvo que realizar el Fisco para sostener la economía durante la crisis Subprime. Sin embargo, la actual discusión está centrada en que los recortes presupuestarios pueden afectar la velocidad de recuperación de la economía.
Para el sector exportador local, en este escenario no se debe esperar una mejora del tipo de cambio ni en el mediano plazo. Incluso el tipo de cambio real empeorará dado el mayor escenario inflacionario derivado de los aumentos en precios de alimentos y combustibles. Deben realizarse reformas que generen mayor competitividad en el sector exportador, las que abarcan aspectos de infraestructura, crediticios, tecnologías y políticas de clusters que incorporen pequeñas y medianas empresas en las grandes cadenas exportadoras.
Dada la estructura diversificada de las exportaciones chilenas, y dado que este factor de riesgo (déficit en cuenta corriente y déficit fiscal) ya está internalizado, dicha rebaja de perspectiva de la deuda no provocará efectos adversos en el intercambio comercial. Sin embargo es una señal de alerta para los exportadores en términos de no descansar en eventuales ganancias cambiarias. La mayor competitividad vendrá dada por factores que tienen que ver con una visión integral en el sentido de generar un upgrade industrial más acelerado en la amplia oferta de recursos naturales que posee la economía.

Francisco Castañeda

Economista USACH