Cartas al Director

Señor Director:


Con la elección de Ollanta Humala como presidente de Perú, a Sebastián Piñera le esperan años de grandes dolores de cabeza, que le exigirán mejorar la imagen internacional de Chile, para dejar sentadas las bases de una relación de mayor confianza con nuestros vecinos, lo cual se construye mediante una estrategia de largo plazo. 
Dicha estrategia debe considerar un escenario complejo, pues estamos ahora enfrente de dos gobiernos de izquierda liderados por dos nacionalistas, cuyas tácticas respecto de Chile se han caracterizado por ser frontales y apelar constantemente a los temas históricos pendientes con nuestro país. 
La llegada de Humala a la Presidencia del Perú potencia la alianza con Evo Morales y, a su vez, el bloque que ahora se conforma entre Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela, por lo que el gobierno de Piñera va quedando sin grandes aliados en una Sudamérica cada vez izquierdizada. 
Por otra parte, no debemos olvidar que, si bien los últimos días Humala había moderado su discurso anti-chileno, su proclama inicial fue en extremo nacionalista en contra de Chile, por lo tanto, si el nuevo Jefe de Estado pretende cumplir con sus promesas de campaña, deberíamos esperar fuertes arremetidas, empezando por la solicitud de las disculpas por parte Chile por las consecuencias de la Guerra del Pacífico.
No podemos seguir jugando con nuestra imagen internacional. Debemos hacer cosas en serio para sacarnos el estigma de país expansionista y belicoso entre nuestros vecinos.

Natalia Lizama


Investigadora Facultad de Gobierno Universidad del Desarrollo


Señor Director:


Los chilenos necesitan cada vez más velas para sus tortas de cumpleaños. Según las “Estadísticas Sanitarias Mundiales 2011” de la Organización Mundial de la Salud, los chilenos que nacen hoy esperan vivir 79 años. Esto es 7 años más que los chilenos que nacieron en 1990 y un cuarto de siglo más que los chilenos que nacieron en 1950. Este aumento en la expectativa de vida es un buen indicador de progreso, pero sólo toma en cuenta el largo de la vida y no su calidad. ¿Podemos decir que vale la pena vivir más tiempo y llegar a viejo? En países como Francia, Inglaterra y Canadá los años de vida ganados son bastante felices. Ha sido posible llegar a esta conclusión porque todos estos países han medido sistemáticamente la felicidad de las personas a lo largo de sus vidas. Países como Francia, Inglaterra y Canadá miden la felicidad como parte de sus estadísticas oficiales. Lamentablemente, en Chile todavía no incorporamos medidas de felicidad al censo y las principales encuestas de hogares, pero estamos avanzando en esa dirección. La invitación viene de la OCDE, que ha puesto a 2015 como meta para que todos los países miembros incorporen la felicidad en sus estadísticas oficiales. Entonces podremos hablar del impacto que tiene el aumento de la expectativa de vida en la felicidad de los chilenos. Por ahora, podemos celebrar nuestros logros, porque llegar a tener 79 velas en la torta de cumpleaños es bastante mejor que la alternativa de no llegar a viejo.


Esteban Calvo


Investigador Instituto de Políticas Públicas Universidad Diego Portales


Señor Director:


Son bien conocidos los problemas que encierra el gigante asiático, que mientras deslumbra al mundo con su poder económico mantiene el sello de una férrea dictadura comunista donde el respeto a los derechos humanos brilla por su ausencia. La libertad religiosa no escapa a esta penosa situación. Sigue siendo una tarea ardua conseguir que la Iglesia pueda desarrollar libremente su misión, y que tanto la Iglesia como la comunidad política, desde la independencia y la autonomía que les corresponden, puedan trabajar conjuntamente al servicio del bien de los hombres.


Suso do Madrid


LA Coruña, España


Señor Director:


¡Los pepinos españoles estaban ¡indignados!


José Luis Hernández V.