Cartas al Director

Señor Director:


Respecto de la muy mal llamada nueva Ley Dicom, la Cámara Baja ha cometido tres errores.
1. Ha olvidado que el sistema de información de morosidades viene perfeccionándose desde hace casi 100 años, desde 1926, cuando se creó formalmente el Boletín Comercial, a lo que tenemos hoy, que es el mejor sistema de América Latina y tan bueno como los mejores del mundo.
2. Ha dejado de lado al 95% de la economía del país.
3. Ha centrado el problema en torno al nombre comercial de una empresa.
Como ex director del Boletín Comercial, recuerdo las necesidades del pequeño comerciante y de los cientos de miles de pequeños acreedores, donde se encuentra más del 95% de las transacciones y, eventualmente, más del 80% de la economía, incluyendo a la “señora Juanita” que arrienda su casa en la villa Frei y o don “Pedro” que vende maderas en su barraca, a ambos les pagan con un cheque.
Todos ellos dan créditos de múltiples formas. Desde el vender fiado, dar una factura a 30 días y hasta el recibir un cheque es dar crédito. Casi toda la economía del país funciona con transacciones de menos de $ 2,5 millones. En este sentido, la ley es tan absurda en su redacción, que no se puede creer que se promulgue tal cual. Ni siquiera les sirve a los propios bancos, menos aún a los que dan créditos de consumo, pues quedarían ciegos de incumplimientos de pequeños montos, los que deben ser más del 95% de las deudas.
La Cámara Baja ha dado nuevamente un paso típico que la desprestigia: proponer una ley con el “tejo pasado” para que la arregle el Senado.

Harald Weinreich

ex director del Boletín Comercial



Señor Director:


En la columna del Sr. Eduardo Bitrán publicada el martes, el ex ministro de Obras Públicas del gobierno de Michelle Bachelet indicó que el proyecto HidroAysén ha sido autorizado a generar bruscas fluctuaciones de los flujos de agua a nivel intra diario, con consecuencias ambientales que no han sido adecuadamente evaluadas.
En este sentido, cabe mencionar que el proceso de calificación ambiental del proyecto se inició en agosto de 2008, extendiéndose por casi tres años de tramitación, oportunidad en que los servicios públicos solicitaron, entre otros temas, mayores antecedentes relativos a la fluctuación de caudales y los impactos asociados a dichas fluctuaciones.
En el Estudio de Impacto Ambiental y sus Adendas, HidroAysén entregó información detallada respecto de la operación de las centrales, además de estudios que detallan las características hidrológicas de los ríos Baker y Pascua, basados en más de 40 años de mediciones de caudal. Asimismo, se caracterizaron ambos ríos, física y biológicamente, con extensas campañas de especialistas provenientes de prestigiosos centros de investigación tanto nacionales como internacionales. El levantamiento de información permitió realizar modelos a escala, altamente sofisticados, que reflejaron el comportamiento de cada uno de los ríos bajo diferentes escenarios de operación. Sobre la base de estos estudios, HidroAysén estableció de forma voluntaria que en todo momento las centrales entregarán un caudal superior al 40% del caudal medio anual del río, con el objeto de que siempre escurra una gran cantidad de agua en los cauces (entre 260 m3/s y 380 m3/s dependiendo de la central), minimizando de esta manera las fluctuaciones del nivel del agua en los ríos Baker y Pascua, asegurando las condiciones para que se sigan realizando las actividades normales de los usuarios y manteniendo las condiciones de hábitat para las especies presentes en estos ríos.

Julio Montero Montegu

Gerente Técnico Generación HidroAysén