Cartas al Director

Señor Director:


Con respecto a una nota periodística aparecida en el diario de su dirección en que se señala que: “Unos $ 300 podría aumentar el precio de la carne bovina de mantenerse la prohibición de ingreso a la carne paraguaya, según señaló el director de la Oficina de Políticas Agrarias (Odepa)”, quiero aclarar que ésa fue la reacción que se observó en el mercado en el momento en que se estableció la prohibición al aparecer en el Paraguay un brote de fiebre aftosa. Sin embargo, esto no corresponde a la evolución futura. En el hecho, ya en el momento en que se estableció la prohibición había otras fuentes de carne más baratas o a precio similar, como Brasil, Argentina y Australia, que han permitido abastecer nuestro mercado a precios parecidos. Una variable adicional es que, con posterioridad a ese hecho, el precio de la carne de vacuno ha subido en el mercado internacional, pero esto es un aspecto general que no tiene relación con la prohibición temporal de las importaciones paraguayas.



Gustavo Rojas


Director de Odepa




Señor Director:


El pasado lunes 9 de enero, Eduardo Bitran, ligado a Lota Protein, defendió en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados la posición de su asesorada a favor de licitar las cuotas de pesca. Al ser consultado por el diputado Carlos Recondo, presidente de la citada comisión, sobre si las licitaciones de cuotas iban en línea con la sustentabilidad de los recursos pesqueros, Bitran respondió enfático que las licitaciones “no tenían nada que ver con la sustentabilidad” de éstos.

Esto demuestra claramente que el objetivo de subastar que apoya el Sr. Bitran tiene como fin único el abrir la industria pesquera a otros actores, algo sobre lo cual el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia ya se refirió en su fallo de enero del 2011. En su proposición Nº 12 (Rol ERN 12-10) el Tribunal señaló que las subastas de cuotas no eran necesarias para lograr el fin de abrir el sector a otros actores y añadió además que perfeccionar la transferibilidad de las cuotas -el hacerlas divisibles, de larga duración y separadas de su respectiva embarcación- cumpliría este fin mucho más eficientemente, por sobre la idea de licitar.

Me imagino que en estos temas, la voz del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia es mucho más autorizada y valorada que la del señor Eduardo Bitran.



Arturo Domínguez P.





Señor Director:


El destacado economista, ex ministro de Hacienda de Colombia y director del Programa de Desarrollo Económico y Políticas de la Escuela de Asuntos Públicos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), José Antonio Ocampo, entrevistado por un vespertino expresó, entre otras materias, textualmente: “el sistema de regalias ( impuestos ) chileno es extremadamente generoso con las empresas, excesivamente generoso”.

¿Estaria pensando el sr. Ocampo en la condición de crédito que en nuestro país tiene el impuesto de primera categoria que pagan las empresas contra los impuestos personales de sus dueños? Este tema curiosamente no se ha discutido abiertamente por los numerosos participantes del profuso debate tributario. Sólo tímidamente un sector ha esbozado la eliminacion del registro FUT (libro en que las empresas registran el monto de las utilidades y los creditos por recuperar del fisco).

El tema no es la eliminacion del libro (venta del sillón), sino la discusión abierta y profunda de la conveniencia para el país de la condición de crédito del impuesto que pagan las empresas.



RICARDO VERGARA MUñOZ 




Señor Director:


Sugiero que la multa para los evasores de Transantiago sea suficiente para cubrir la evasión total (y el costo de los inspectores). El gravamen sería estratosférico, por lo cual pocos se atrevería a evadir. Además, promovería la solidaridad entre aquellos que no gustan de pagar su boleto…


Gabriel Guiloff