Cartas al Director

Señor Director:


El informe que la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE) entregó al presidente Piñera puede ser el punto de inflexión sobre cómo Chile ha actuado y cómo puede hacerlo en el futuro en un área tan vital como estratégica para el desarrollo y bienestar del país.
Por primera vez en décadas, un grupo de expertos sectoriales, académicos, empresarios y peritos ambientales de distintas visiones fueron capaces de contrarrestar enfoques, escuchar, diagnosticar y proponer al país 50 recomendaciones para aumentar la competencia, reducir el impacto ambiental de los proyectos existentes y futuros, y mejorar la relación del sector eléctrico con la sociedad.
Por primera vez una comisión de estas características reconoce, legitima y releva el potencial hidroeléctrico del país, dado su carencia de combustibles fósiles y que las ERNC no pueden -así lo demuestra la experiencia internacional- sustentar ninguna matriz energética. De hecho, se puso énfasis en el aporte sustantivo de hidroelectricidad en las regiones X y XI para la matriz energética futura de Chile. De ahí la importancia de proyectos como HidroAysén.
No es casual, entonces, que los expertos llamen a implementar modificaciones legales y regulatorias que permitan una tramitación ágil de concesiones y servidumbres requeridas para la tramitación de proyectos de transmisión, hoy uno de los grandes cuello de botella de nuestro sistema energético; así como instar a que el Estado busque la creación de franjas de servidumbres que viabilicen una carretera eléctrica pública, siguiendo el modelo de las concesiones de carreteras.
Sí el país escucha estas propuestas, originadas desde el conocimiento, dejaremos de improvisar y aminorar la dependencia de otros países en materia energética.

Nicolás Huidobro


Señor Director:


Cada cierto tiempo se sostiene que Codelco es una empresa de “todos los chilenos”. Ahora último se ha ido un paso más allá y se dice que los chilenos somos accionistas de Codelco.
Es lamentable, pero la verdad es que jamás he sentido que posea parte de esa importante empresa nacional y podría demostrar que no soy accionista, aunque me encantaría tener la oportunidad de serlo algún día. Es más, tengo algunas acciones de otras empresas mineras que operan en Chile, de las que obtengo dividendos y obviamente me siento parte de su propiedad, aunque ellas no vociferan que tienen chilenos entre sus accionistas.
No tengo claro porqué Codelco puede abrir su capital a grandes sociedades extranjeras (chinas, Japonesas), sin embargo a los chilenos nuestra legislación nos impide ser “realmente” parte de su propiedad.

Jorge Bascur Maturana



Señor Director:


Se ha informado que la Superintendencia de Salud ha requerido a los hospitales públicos que dentro de un año y medio más cumplan con estándares y procedimientos que son fundamentales en las atenciones que entregan. Sin embargo, dicho objetivo es prácticamente inalcanzable, ya que esos establecimientos no cuentan con los recursos humanos y materiales necesarios, además que es excesiva la cantidad de usuarios. Posiblemente, quienes trabajan en esos hospitales sean renuentes a asumir deberes o compromisos actualmente soslayables. Por consiguiente, es previsible que ocurrirá lo mismo que con el tema de la Educación: se convertirá en un conflicto político de proporciones, sin mejorar lo que se requiere. ¿Cómo, entonces, actuar? Se precisa el desempeño de una entidad no estatal idónea, que impulse la implementación de lo pertinente, abarcando lo administrativo y médico. Corresponderá a la Superintendencia de Salud verificar el cometido de tal entidad y los resultados que se obtengan.

Patricio Farren Cornejo