DF TAX | ¿Cómo el proyecto de modernización tributaria podría ayudar a mejorar las pensiones?

Rodrigo Hernández

Actualmente dos de los proyectos emblemáticos del actual Gobierno se encuentran en tramitación en el Congreso: Modernización Tributaria y Reforma Previsional. Pese a que el objetivo de la primera iniciativa es promover el crecimiento, la inversión y la creación de empleos, también podría aportar, al propósito del segundo que es mejorar el monto de las actuales y futuras pensiones.

En efecto, y en momentos en que los equipos técnicos de gobierno y oposición se encuentran discutiendo para alcanzar un acuerdo en torno al proyecto de modernización tributaria, sería importante debatir -en el marco de la integración del sistema- la inclusión de alguna norma que permita a los pensionados imputar contra el pago de sus impuestos finales (impuesto de segunda categoría e impuesto global complementario) a los impuestos pagados por las sociedades anónimas locales donde se invirtieron sus fondos.

Antes de la reforma tributaria del 2014, si una persona recibía la distribución de dividendos desde una empresa que pagó impuesto de primera categoría, dependiendo del tramo, podía pedir la devolución de dicha suma o utilizarla como crédito contra el impuesto global complementario que le tocaba pagar. Esto sucedía, porque el impuesto a las empresas en un sistema integrado es una especie de anticipo del impuesto a pagar por las personas.

Por el contrario, cuando las AFP reciben dividendos de sociedades que pagaron el impuesto de primera categoría y lo distribuyen a los fondos de pensiones de los afiliados, dicho crédito no se puede utilizar al momento de pensionarse. Considerando que la mayoría de los afiliados, por su nivel de ingresos, está exento del pago de impuestos finales, si se pudiese transferir dicho crédito las personas, éstas podrían solicitar la devolución al Servicio de Impuesto Internos (SII), incrementando sus ahorros para mejorar la jubilación.

Tomando como referencia un ejemplo incluido en el informe denominado "Reforma Tributaria 2014 y los dividendos de sociedades anónimas, percibidos por AFP", de la Biblioteca del Congreso Nacional, pero con cifras actualizadas, si se aprueba la reintegración del sistema, asumiendo que una sociedad anónima tiene dos accionistas (50% cada uno), y que ésta tiene una utilidad de $2.000.000, pagará $540.000 de Impuesto a la Renta, y distribuirá a cada accionista un dividendo de $730.000 con un crédito de $270.000. Bajo el supuesto de que uno de ellos es una persona natural, con ingresos afectos a la tasa marginal de impuesto global complementario de 35%, y que además tuvo otras rentas afectas por $200.000, pagará un total de $325.500 en impuestos, de los cuáles $270.000 corresponderán al crédito por el impuesto de primera categoría pagado por la empresa, debiendo enterar los $55.500 restantes en arcas fiscales. Tal como mencioné anteriormente, esta posibilidad de usar como crédito al impuesto de primera categoría pagado por la empresa no existiría para los afiliados de AFP.

Siguiendo el ejemplo anterior, si la sociedad distribuyera el mismo dividendo a un accionista que no percibe otras rentas y que se encuentre exento del pago de impuesto global complementario, tendría derecho a solicitar una devolución por $270.000. Sin embargo, si este mismo dividendo fuera percibido por intermedio de una AFP (como pago de pensión), el pensionado perdería esta devolución, con el consiguiente efecto negativo en su pensión. De esta forma, corregir esta distorsión generaría mayor equidad al sistema y, adicionalmente, aportaría a enfrentar uno de los desafíos más relevantes que tenemos como país que es mejorar el monto de las pensiones, especialmente de la clase media.