Escenarios binarios
Si bien toda proyección macroeconómica tiene fuentes de incertidumbre...
Si bien toda proyección macroeconómica tiene fuentes de incertidumbre, hoy nadie niega que la coyuntura actual entregará desafíos adicionales. El escenario internacional, con riesgos provenientes de países desarrollados, centrados en Europa, que aún están en evolución y sobre los cuales no podemos descartar a priori ningún desenlace, nos hace pensar que hoy la probabilidad de escenarios “cola” ha aumentado fuertemente. Aun así, con esta aclaración, presentamos nuestro escenario central, donde Europa evolucionaría bajo lo que conocemos hoy, con líderes que lentamente implementarían las medidas de ajuste fiscal y crecimiento que calmarían en parte a los mercados, con un sistema financiero internacional funcionando, y manteniendo el desacople de países emergentes, por tanto con precio de materias primas en niveles elevados frente a la historia.
Bajo estos supuestos, creemos que Chile se desacelerará en 2012, creciendo en torno a 4,0%, donde la demanda interna reflejaría el término del estímulo monetario en 2011, la finalización de ciclos muy positivos en gasto de bienes durables y de inversión, como también la presencia de un escenario externo deteriorado que tendría algo de impacto sobre la confianza de consumidores y empresas. Lo positivo será el mercado laboral y un gasto fiscal contracíclico que moderarían el efecto en el consumo, así como en el precio del cobre sobre los valores históricos, que apoya términos de intercambio y también el nivel de confianza interna.
Frente a este escenario, el Banco Central actuaría añadiendo estímulo monetario, donde la Tasa de Política Monetaria (TPM) podría llegar a valores en torno a 4%, lo que permitiría un repunte de la demanda hacia fines de año. Nuevamente, la inflación no sería problema, pues a la pequeña apertura de la brecha de capacidad, se sumaría que la inflación importada, sin considerar materias primas, estaría acotada por la debilidad mundial, tal como lo apreciamos este año. En efecto, vemos que el IPC de 2012 variaría en torna a 2,8%.
Un escenario alternativo que ha ganado probabilidad recientemente, es una actuación mucho más lenta en Europa, con mayores retrasos en la implementación de los programas propuestos, y nuevos conflictos políticos. Hay que recordar que la lentitud en la resolución de problemas tiene consecuencias, y los riesgos hoy apuntan hacia este lado. En estas condiciones, veríamos un escenario externo más adverso, con un menor crecimiento mundial y también deterioro de perspectivas sobre países emergentes, con impacto en materias primas.
Bajo estas condiciones el PIB de Chile crecería bajo 4%, principalmente por un mayor contagio de la demanda interna, donde el impacto negativo sería compensado con una actuación mucho más agresiva por parte del Banco Central, y probablemente dando espacio para una mayor acción fiscal, lo que nos hace ver lejana la probabilidad de recesión, ayudado también por la exposición de Chile al mundo desarrollado.