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Columnistas

No estamos claros

Vicerrector de Innovación y Desarrollo, Universidad del Desarrollo

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 8 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.

Las políticas públicas deberían tener un objetivo claro y preciso, y deberían ser evaluadas según su capacidad para alcanzar esto. ¿Cuál es el objetivo de la reforma educacional en discusión? No parece muy claro. ¿Es efectiva en alcanzar sus objetivos? Eso es menos claro aún. Es muy dudoso que lo que se está proponiendo mejore el sistema de educación.

Mientras nosotros nos enredamos en discusiones antiguas, llenas de ambigüedades y voluntarismos, en Irlanda el ministro de Educación ha puesto una meta muy simple de entender. El plan se llama: “Irlanda educada, globalmente conectada: una estrategia internacional para la educación de Irlanda 2016 – 2020”. El plan contempla entre otras cosas una revisión de la estructura local para el desarrollo de un sistema de educación orientado internacionalmente y globalmente competitivo. En simple, Irlanda se ha propuesto hacer de su sistema uno que compite a nivel mundial. El plan define una serie de tácticas que buscan aprovechar las ventajas comparativas de Irlanda para lograr el objetivo, como por ejemplo que es un país de habla inglesa.

Qué envidia ver el desafío que se pone Irlanda, que ganas de estar peleando en Chile por una transformación de ese nivel. ¿Para dónde vamos en Chile en educación? ¿Qué queremos lograr? No es que no existan potenciales respuestas claras a estas preguntas en Chile. Es simplemente que no existe claridad política para liderar un cambio ad-hoc a los tiempos que estamos viviendo. Deberíamos estar discutiendo sobre cómo hacemos de Chile una potencia en educación superior a nivel regional e internacional, cómo nos incorporamos al circuito global, cómo generamos los incentivos para el desarrollo de proyectos altamente competitivos, cómo nos adelantamos y logramos desarrollar instituciones modernas, innovadoras y flexibles que se adapten a los desafíos de la educación del siglo XXI. Una educación bilingüe, un alto nivel de sinergía entre la industria y las universidades, una ciencia orientada por misión y pilar del desarrollo productivo del país, la incorporación del sistema de educación a la era digital y el desarrollo de nuevas y mejores metodologías, son entre muchos otros, los verdaderos desafíos de nuestro sistema educacional. Desafíos claros, concretos, exigentes y posibles de abordar tenemos. Lo que no tenemos es una mirada política clara, centrada en los verdaderos problemas y oportunidades del país.

Ojalá podamos avanzar pronto y rápido para que los gobiernos, la clase política, el Ministerio de Educación y todos los actores que estamos involucrados podamos aunar criterios y darnos cuenta que el desafío es grande, de futuro y global, y que no podemos seguir perdiendo el tiempo mirándonos el ombligo y pensando que viejas recetas nos llevarán a ser un actor relevante a nivel mundial. Ojalá podamos juntos establecer una gran misión país que nos convoque a todos y nos oriente para que, cada cual en el uso de sus libertades, pueda ayudar a construir un país mejor.

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