¿Despenalizar las drogas blandas?

Rafael Mies

La situación de México en relación a la droga y a las mafias que hoy controlan parte de su territorio y fronteras es verdaderamente dramática. ¿Hasta dónde llegará esta situación? ¿Estará en riesgo la existencia misma del Estado mexicano tal como lo conocemos hoy?

Mirando más cerca, acá en Chile, el impacto de la droga en los barrios marginales de nuestras grandes ciudades es verdaderamente impresionante. La situación empeora año a año. Hay barrios donde hoy es realmente peligroso criar una familia y vivir normalmente, por las permanentes guerras entre las bandas que se disputan los territorios para distribuir la droga, un negocio muy, pero muy rentable.

¿Podremos resolver, o al menos atenuar, este problema? ¿Será de esos problemas que se resuelven solos o no se resuelven nunca, como decía el presidente Barros Luco? Me resisto a estar de acuerdo con Barros Luco. Debemos actuar.

Imposible abordar el tema en pocas líneas, pero permítaseme decir que hasta hoy hemos abordado este problema básicamente reprimiendo a los productores /distribuidores/ consumidores con el uso de la fuerza de nuestras policías y luego a través de nuestros tribunales. ¿Y vamos ganando o perdiendo esta pelea? Mi impresión es que la vamos perdiendo, como la va perdiendo México y el mundo en general. ¿Qué país le está ganando a la doga prohibida? Que yo sepa, ninguno. Ojalá el gobierno no crea que va ganando la pelea, eso sería trágico para las víctimas, los más pobres.

¿Hay otras maneras de combatir a los productores y distribuidores?, me pregunto a menudo. ¿Cuál sería la medida que mayor daño le haría a los productores/distribuidores? ¿Cuál es la medida que ellos más temen? ¿Más policías? ¿Más tiempo en la cárcel para los que son atrapados? No lo creo. Ellos están preparados para esa guerra. Ya han coimeado a muchos policías y jueces. La prohibición es su cancha.

Personalmente, y con esta opinión no comprometo a nadie, he llegado a la conclusión que debemos pegarle a los productores/distribuidores donde más les duele. ¿Y donde es eso? En la rentabilidad del negocio. Tenemos que adoptar medidas para que este negocio sea menos rentable, para que los precios de la droga bajen a sus costos de producción, que son muy bajos. La droga no es cara hoy porque sea caro producirla, sino que es cara porque es riesgoso penalmente (caro) producirla, distribuirla y consumirla. Y, porque la droga es cara y deja jugosas utilidades, cientos de bandas se disputan territorios de distribución (¿recuerdan a Eliot Ness de Los Intocables allá por los años 1930 durante la prohibición del alcohol?) y reclutan a los jóvenes de barrios marginales como distribuidores. Estoy consciente que esto podría traer consigo un mayor consumo, pues la droga legal sería más barata. Ese es el gran problema, por lo cual deberíamos colocar altos impuestos al consumo y regular la calidad de la droga que se vende legalmente para hacerla menos adictiva. No creo que el mercado solo nos resuelva este problema. Pero la prohibición no está funcionando, eso está claro.