Sector financiero: más inclusión, competencia e innovación

Rodrigo Cerda y Francisco Larraín

Aumentar la inclusión, competencia e innovación en el sector financiero han sido objetivos centrales del Ministerio de Hacienda durante los últimos años, lo que hoy se refleja en dos iniciativas: el Proyecto de Ley Fintech y el Proyecto de Deuda Consolidada.

El Proyecto de Ley Fintech crea una regulación, en base a criterios de proporcionalidad y flexibilidad, para nuevos modelos de negocio del sector financiero basados ​​en tecnología, entregando a dichas empresas un marco jurídico que les dé certeza para su desarrollo y para su relación con clientes y proveedores.

Una gran noticia que trae este proyecto para personas y pymes es la creación de un Sistema de Finanzas Abiertas, el cual reconoce a los consumidores como dueños de su información financiera y establece una obligación a las instituciones financieras de compartir dicha información con quién quiere el consumidor , de manera expedita, segura y en base a estándares definidos por la autoridad. Así, se nivela la cancha para que las nuevas empresas compitan con quienes actualmente concentran información financiera de los clientes.

Por otra parte, el Proyecto de Deuda Consolidada es una medida clave para proteger a las familias del sobreendeudamiento y es una recomendación compartida por la OCDE, el Banco Central, la CMF, el FMI y el Banco Mundial.

La iniciativa aumenta las entidades que deben reportar información de deuda a la CMF, incorpora información positiva para premiar a buenos pagadores, entrega a deudores una serie de nuevos derechos y facilita que las Fintech puedan acceder a dicha información con el consentimiento de los clientes.

El Proyecto Fintech y el de Deuda Consolidada no son sólo coherentes, sino que son plenamente complementarios en pos de lograr mayor competencia, inclusión e innovación en el sector financiero. Además, son un avance sustantivo en materia de protección de los consumidores y sus datos, incorporando al perímetro regulatorio a instituciones que tratan datos financieros y, de manera supletoria, aplicando la ley de protección de la vida privada, cuya modernización esperamos dé un paso decisivo estos días en el Senado.

Esta Agenda de Innovación busca lograr un desarrollo más inclusivo: estamos trabajando para que personas y empresas que hoy están fuera del sistema financiero logren acceder a nuevos productos y servicios, gracias a las posibilidades que entrega la tecnología. El fomento de pagos digitales, que disminuyen el uso de efectivo y aumentan la seguridad, el acceso masivo a nuevas formas de ahorro que protegen contra la inflación, la posibilidad de invertir montos muy pequeños en instrumentos financieros de todo el mundo, la entrega de adelantos de sueldo a costos bajísimos o el acceso a seguros inclusivos, son algunos ejemplos concretos de los beneficios que la competencia y tecnología están generando en el sector financiero.

La innovación tecnológica y la creatividad del ser humano no van a esperar los tiempos del Estado, prueba de ello es el éxito de los "unicornios" chilenos que ya conquistan los mercados financieros globales. La Fintech y las finanzas abiertas ya son una realidad en nuestro país. Sin embargo, es deber adaptar del Estado su institucionalidad para reducir barreras de entrada, nivelar la cancha, y proteger a los consumidores, para que todos, quienes ya lo están haciendo y quienes vendrán en el futuro, sigan creando un sistema financiero innovador, inclusivo , competitivo y con las personas en el centro.