¿Por qué el emprendedor chileno es optimista?

María Soledad Correa, directora ejecutiva de ChileConverge

Mucho se habla de que Chile es un país pesimista. Diversos estudios de opinión han revelado cifras al respecto, como lo hizo –por ejemplo– una medición de Ipsos a mediados de 2020, realizada en 27 naciones, que concluyó que los chilenos somos los más desesperanzados del mundo.

Sin embargo, el emprendedor chileno, por diversas razones, hoy se encuentra en un particular grado de optimismo. Según nuestras encuestas internas, un 70% de ellos cree que su negocio mejorará este segundo semestre, cifra que va en la misma línea de lo que auguraban –en la misma medición– hace seis meses para la primera parte del año.

¿Cómo se explica esto?, especialmente en un contexto donde la economía está contraída, existe gran incertidumbre política y el país no ha logrado avanzar mayormente en reducir la desigualdad, por nombrar algunos factores.

A diferencia del resto de la población, el emprendedor chileno es optimista por naturaleza, porque es resiliente, persistente, cree en su proyecto y se compromete con pasión por sacarlo adelante. Esto se explica porque muchos de los emprendedores actuales –especialmente los micro– se iniciaron durante la pandemia, básicamente por necesidad para sacar adelante a su familia y ese impulso extra, sin lugar a dudas, los anima a sobreponerse frente a las adversidades.

Además, y sin ánimo de criticar, no son startup o unicornios que buscan cerrar contratos millonarios lo antes posible, sino que su principal motivación es subsistir y poder vivir de su idea, sin necesariamente pensar en hacerse famosos.

Además, dado que la mayoría de los emprendimientos del país parten desde cero, para ellos cualquier crecimiento es un avance concreto. En cierta forma, ven que las crisis económicas afectan más a las grandes empresas, ya que cuando están en etapas iniciales, están en escalas donde todavía tienen mucho margen para crecer.

Dicho de otra forma, especialmente los microemprendedores, ven que sus negocios tienen potencial y con mínimos ajustes o mejoras se van produciendo impactos significativos en sus ingresos e incluso pueden dar empleo. Y se trata de cuestiones simples, como aumentar su visibilidad en redes sociales u ordenar las finanzas.

Por lo mismo, el llamado es a estar en permanente actualización y perfeccionamiento de la gestión, y utilizar cada una de las herramientas gratuitas que se ofrecen por parte de los organismos públicos o privados, como puede ser ChileConverge, para acompañarse, crear red, formarse y capacitarse. Son aquellos detalles muchas veces los que hacen la diferencia.