Más caótico de lo que se hubiera esperado y con un sello cargado a la improvisación –acusan desde la oposición–, si se considera que se venía preparando desde hace semanas, resultó el segundo cambio de gabinete del presidente Gabriel Boric, que coincidió con la celebración del primer año de gobierno, que se cumple este sábado 11. Como era de esperar, en la oposición lo consideraron insuficiente e hicieron hincapié en que la actual administración echó mano, una vez más, a la experiencia de los vilipendiados 30 años.

En este sentido, el jefe de la bancada de diputados de la UDI, Jorge Alessandri, señaló que con este cambio “se hace un giro hacia la experiencia, un giro hacia la Concertación”, por lo que aseguró mirar con buenos ojos la llegada de Alberto van Klaveren a la Cancillería y de las subsecretarias que llegan a Relaciones Exteriores, pero señala que en los próximos días se verá si es que esta fórmula da buenos resultados.

Más duro que Alessandri fue su compañero de bancada Guillermo Ramírez, quien no sólo señaló que los cambios fueron insuficientes, sino que detalló que las malas gestiones deberían haber redundado en la salida de los ministros de Educación, Marco Antonio Ávila, y Vivienda, Carlos Montes. Sin embargo, dijo que apoyarán a los nuevos ministros, esperando que mejore la gestión que hasta ahora ha sido “deficiente”.

Es un hecho que no sólo en la oposición, y también en sectores del oficialismo, se habían hecho a la idea de que el Presidente aprovecharía el hito del primer año de Gobierno para hacer una cirugía mayor en el gabinete y muchos parlamentarios se preguntan si no la hizo por falta de ganas o de cuadros. La suspicacia surgió a partir de la improvisación que se percibió con los cambios de horarios, lo que provocó que varios ministros que ya habían llegado a La Moneda para la ceremonia que sería al mediodía tuvieran que devolverse a sus ministerios, y el episodio de las sillas que no pasó para nada desapercibido entre quienes seguían atentos los ires y venires del cambio de gabinete.

Ello, porque cuando algunos canales comenzaron a transmitir imágenes del Salón Montt Varas, donde se realizó la ceremonia, primero habían siete sillas, con el paso del tiempo se sacó una y luego otra, quedando sólo cinco cuando finalmente se concretó el cambio.

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De ahí que los diputados de RN Miguel Mellado y Frank Sauerbaum acusaran un cambio “cosmético” y el segundo incluso subrayó que “los grandes responsables de los fracasos del Gobierno no han salido del gabinete", advirtiendo que su sector espera que “más que un cambio de personas haya un cambio de actitud” y que “hay que renunciar definitivamente al octubrismo si el Gobierno quiere llegar a acuerdos con la oposición”.

Estos diputados integran la Comisión de Hacienda de la Cámara y fueron –particularmente Sauerbaum- promotores de rechazar la idea de legislar de la reforma tributaria en la Sala como ya lo habían hecho en la comisión, otro hito que coincidió con el cambio de gabinete, y que para algunos podría haberle costado el cargo al titular de Hacienda Mario Marcel.

“Lo mejor de los 30 años”

Otro que resaltó el giro que dio el mandatario en este cambio de gabinete fue el senador Matías Walker (Demócratas) quien señaló que “me parece que el presidente Gabriel Boric escogió lo mejor de los 30 años de la Concertación, de los gobiernos de la centroizquierda democrática para este nuevo tiempo en su gabinete”. A juicio del parlamentario, quienes ingresaron darán garantía de gobernabilidad y espera que “lean el Chile que surgió después del 4 de septiembre”.

Sin embargo, otro de los críticos a este cambio de gabinete es el senador socialista Fidel Espinoza, quien se ha convertido en un díscolo en el oficialismo. Lejos de ocultar su desafección, señaló que “los cambios son absolutamente insuficientes”. El legislador se explayó lamentado que haya salido el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, a quien definió trabajador y afable, mientras habrían sorteado este capítulo otros que “no cumplieron una gran labor”.

Espinoza incluso recalcó que “lo que es peor es que este Gobierno, de una u otra manera, debió haber hecho un cambio, un remezón importante en el comité político… ¡si es ahí donde están los problemas! Es ahí donde hemos fallado, es ahí donde fallamos en la reforma tributaria esta semana”.

No obstante, gran parte del oficialismo en el Congreso respeta la decisión y espera que resulte la mixtura por la que ha ido optando poco a poco el mandatario, porque no son pocos los que estiman que desde el primer cambio de gabinete el peso se lo están llevando las figuras de la exConcertación que han ingresado al equipo ministerial. La falta de experiencia, como dijo el propio senador Ricardo Lagos Weber (PPD) a DF, le ha pasado la cuenta al Frente Amplio y muchos en su sector comparten ese diagnóstico.