Mañana miércoles, Hacienda entregará nuevas proyecciones económicas, además de oficializar un nuevo recorte del gasto público.
Son múltiples las entidades que realizan proyecciones habituales sobre la economía chilena. Consultoras, departamentos de estudios, bancos de inversión e incluso universidades a nivel local. Pero hay dos instituciones cuyos pronósticos están en otro pedestal para los especialistas: las del Ministerio de Hacienda y las del Banco Central.
El primero realiza proyecciones de forma trimestral en el Informe de Finanzas Públicas (IFP); el segundo, en su Informe de Política Monetaria (IPoM), también trimestral.
Sin embargo, hay oportunidades en las que las apuestas de ambas instituciones no coinciden del todo, con Teatinos 120 siendo más certero en algunas estimaciones y el instituto emisor en otras.

El Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP) comparó las proyecciones de Cuentas Nacionales de ambas instituciones para un extenso período, entre 2001 y 2024.
El reporte de los investigadores del OCEC UDP Valentina Apablaza y Juan Ortiz tiene como telón de fondo un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,6% el año pasado, el que estuvo más cerca de las expectativas de Hacienda que las del Banco Central: 2,4% versus 2,3%, respectivamente.
De hecho, el análisis de los datos da cuenta de que el crecimiento del Producto de los últimos tres años ha estado alineado con los escenarios más optimistas de ambas instituciones. O sea, con las cuotas superiores de los rangos de proyección estimados en los IFP e IPoM dados a conocer en septiembre-octubre del año previo. Por ejemplo, en el caso del 2024, se compara las estimaciones realizadas en los informes de dichos meses del 2023
En cambio, se registra un error de proyección en el caso del Banco Central cuando se comparan los datos efectivos con el valor central del rango estimado en el IPoM previo a la publicación de las cifras de cierre del año.
En números, en 2022 y 2024 el error de proyección de Hacienda equivale a 0,1 punto porcentual (pp.), con una sobrestimación del crecimiento y una subestimación; mientras que la brecha en el caso del emisor para el mismo lapso es de 0,4 pp. y 0,85 pp. en el mismo lapso, respectivamente.
"Durante el año 2023 se registraron los mayores errores en las proyecciones realizadas un período atrás, de modo que el Ministerio de Hacienda subestimó el crecimiento en 0,7 puntos porcentuales, mientras el Banco Central lo subestimó en 1,2 puntos porcentuales", observa el reporte.
"En la presente administración se registra un mayor sesgo optimista para la estimación del PIB real publicada por el Ministerio de Hacienda en los IFP del tercer trimestre, respecto a administraciones anteriores y al Banco Central", concluyen Apablaza y Ortiz.
Ahora, visto en una perspectiva de mediano plazo, la investigación da cuenta de que entre 2001 a 2024, la desviación entre la última estimación y el dato efectivo de PIB no muestra grandes brechas. "Es decir, el Banco Central no estima persistentemente mejor o peor que el Ministerio de Hacienda. Incluso, las proyecciones de Hacienda registran un error de predicción igual o marginalmente menor en los últimos años", agregan.
Panorama desde inicios de siglo
Al analizar los datos, el OCEC UDP llega a algunas conclusiones: entre 2001 y 2024, el Banco Central sobreestimó el crecimiento del PIB en 14 años, al comparar el rango estimado en los IPoM respectivos. O sea, el crecimiento efectivo fue menor a la cota inferior del rango proyectado por el emisor.
Mientras, en siete años se subestimó la variación del Producto, lo que significa que la variación efectiva del PIB fue mayor a la cota superior del rango del emisor.
De esta manera, en los 24 años analizados, en solo tres la variación efectiva del PIB estuvo dentro del rango proyectado en el IPoM más reciente del período previo.
"Estos hechos son relevantes toda vez que el mercado tiende a fijar como comparación o benchmark las proyecciones de la autoridad monetaria en vez de las del Ministerio de Hacienda", observan Apablaza y Ortiz.
Ya en números, los autores calculan que el error de proyección promedio del PIB en puntos porcentuales entre 2001 a 2024 equivale a 1,98 puntos porcentuales en el caso de Hacienda y 2,08 puntos porcentuales para el Banco Central. Las mayores brechas obedecen a los períodos donde hay shocks externos que gatillan una fuerte corrección del PIB y una alta volatilidad, explica el análisis.
Punto para el Banco Central
Pese a que el emisor sería algo menos preciso en la estimación de PIB, hay otros componentes del Producto y del gasto donde es más certero que el Ejecutivo.
Así, por ejemplo, el ente autónomo proyectó de mejor manera la formación bruta de capital fijo y las exportaciones el 2024 en relación a Hacienda, mientras que el Gobierno fue más preciso en dichas proyecciones, a lo que se suma el consumo total, en 2022 y 2023.
"Es decir, pese a no apuntarle con el valor central y que se le escapara del rango la proyección, su proyección a nivel desagregado es más acertada", dicen los autores.