La economía estadounidense se expandió en el tercer trimestre al ritmo más rápido en dos años, impulsada por un gasto resiliente de los consumidores y las empresas, y políticas comerciales más tranquilas.
El Producto Interno Bruto ajustado por inflación, que mide el valor de los bienes y servicios producidos en EEUU, aumentó a un ritmo anualizado de 4,3%, según un informe de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés) publicado este martes. La cifra superó todas las previsiones, salvo una, de una encuesta de Bloomberg y siguió a un crecimiento de 3,8% en el período anterior.
La BEA tenía previsto publicar una estimación anticipada del PIB el 30 de octubre, pero el informe se canceló debido al cierre del Gobierno. La agencia suele publicar tres estimaciones de crecimiento trimestrales, ajustando sus proyecciones a medida que se obtienen más datos, pero solo publicará dos para el período previo al cierre más prolongado que se haya registrado.
Perspectivas para 2026
El informe retrasado muestra que la economía mantuvo su impulso hasta mediados de año, gracias al impulso de los consumidores y a la reducción de los aranceles más severos del Presidente Donald Trump. Si bien se espera que el cierre afecte el crecimiento del cuarto trimestre, los economistas prevén una modesta recuperación en 2026, cuando los hogares reciban reembolsos de impuestos y un fallo anticipado de la Corte Suprema pueda anular los amplios aranceles globales de Trump.
Las últimas proyecciones de la Reserva Federal reflejan esta percepción, y su presidente, Jerome Powell, cita la política fiscal favorable, el gasto en centros de datos de inteligencia artificial y la continuidad del consumo de los hogares como razones para el pronóstico del banco central de un crecimiento más rápido el próximo año. Las autoridades económicas proyectan solo un recorte de tasas de interés en 2026, tras tres reducciones consecutivas hasta finales de este año.
Parte de la razón por la que algunos funcionarios dudan en reducir considerablemente los costos de los préstamos se debe a que la inflación se mantiene por encima de su objetivo del 2%. El informe mostró que la métrica de inflación preferida por la Fed -el índice de precios del gasto en consumo personal, excluyendo alimentos y energía- aumentó un 2,9% en el tercer trimestre. La BEA aún no ha reprogramado los datos mensuales del PCE de octubre o noviembre.
A pesar de cierta evidencia de una disminución del gasto de consumo en el cuarto trimestre, “la base de la economía sigue siendo sólida”, afirmó Ben Ayers, economista senior de Nationwide. “Somos optimistas respecto a que la economía se acelerará en 2026”.
Datos publicados el martes mostraron que la confianza del consumidor estadounidense disminuyó por quinto mes consecutivo en diciembre, igualando la racha más larga desde 2008 y reflejando la persistente preocupación por la inflación, los aranceles y la política.