El gerente general de Banco Itaú Chile, André Gailey, tiene una frase que suele repetir entre sus cercanos: “Yo morí y renací varias veces en mi carrera”.
No se trata de experiencias que lo tuvieran al borde de perder la vida, sino que con la ruta que tomó en lo académico y laboral.
El ejecutivo brasileño estudió Derecho en la Universidad de São Paulo y ejerció en la fiscalía el banco, pero en 2009 hizo un giro profundo en su carrera al entrar de lleno al negocio core de Itaú.
Desde esa fecha en adelante los cambios solo se circunscribieron a mudanzas para asumir nuevas responsabilidades en el grupo.
En sus más de 27 años en el holding, lideró las operaciones en Uruguay, Argentina y Paraguay. Desde el 1 de octubre de 2024 asumió como CEO de Banco Itaú Chile en reemplazo de su compatriota Gabriel Moura.
En entrevista con DF, Gailey luce satisfecho: acaba de informar a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) respecto del ingreso de Itaú al negocio de adquirencia -de manera individual- a través de la compra de Klap (ver nota relacionada), en una operación de $ 40 mil millones.
La transacción se cierra en un ambiente de mayor optimismo empresarial tras el reciente triunfo de José Antonio Kast como Presidente electo.
“Las políticas económicas propuestas por el nuevo Presidente, implementadas con éxito, pueden representar una oportunidad de oro para Chile”, sostiene.
- ¿En qué sentido?
- Volver a crecer de forma sostenida arriba de 3% al año; tener una menor dependencia de la inversión y gasto público y con más oportunidades para un crecimiento impulsado por el sector privado. Creo que este es el gran cambio de modelo de crecimiento económico propuesto por el Presidente electo.
- ¿Qué aspectos debe impulsar el Ejecutivo para promover la inversión extranjera?
- Hay consenso en la sociedad chilena de que hay que destrabar las inversiones privadas y para esto hay que atacar la permisología, que, si bien ha mejorado, siguen existiendo dificultades que hacen el proceso mucho más largo de lo que debería ser. Por ejemplo, proyectos que en otros países se tramitan entre tres a cinco años, en Chile estos se tardan más de 10 años para conseguir un permiso. Esto no solo es clave para permitir más inversiones, sino que también, para generar más empleo en el país.
Controlar el déficit fiscal
- ¿Qué otro tema destaca del programa de Gobierno de Kast?
- Controlar el déficit fiscal y como consecuencia, el crecimiento de la deuda pública. El Estado necesita gastar de forma compatible con sus ingresos, cualquiera que sea el tamaño del Estado elegido por la sociedad, necesita gastar de manera compatible con lo que tiene de ingresos.
Otra agenda súper importante que destaco del Presidente electo es modernizar el Estado y muchas de las reglas: digitalizar trámites, simplificar procesos, hacer la vida del ciudadano más simple y eficiente y por consecuencia, un Gobierno más ágil y eficiente también. Esto permitiría más dinamismo en la economía como un todo.
- ¿Y a nivel de sistema financiero, hay alguna norma que se podría mejorar?
- Creo que existe un tema específico del sistema financiero del cual debemos comenzar a discutir: la competitividad internacional del mercado de capitales y bancario.
Financiar el crecimiento de Chile va a demandar un sector financiero más competitivo y que pueda competir con jugadores globales. Y hay temas específicos relacionados a reglas de capital y otros aspectos que hoy sacan parte de la competitividad del mercado chileno. Creemos que hay espacio para seguir evolucionando en las reglas de capital y en la regulación.
Por ello, cuando miramos este conjunto de propuestas del Presidente electo, estas pueden cambiar el PIB potencial de Chile, que hoy se ubica entre 2%-2,5% a algo más cercano a 3%-3,5%, que sería un cambio muy relevante y permitiría que Chile tenga un crecimiento sostenible más grande, potente, generando inversiones, más empleos y permitiendo recobrar una senda de crecimiento que el país necesita.
Capitales externos disponibles
- ¿Y qué temas le preocupan para los próximos cuatro años de Gobierno?
- Vemos un escenario internacional favorable y por más que haya volatilidad, Chile es un país muy confiable, que atrae inversión extranjera.
Si Chile destraba la inversión privada y permite generar una senda de crecimiento y proyectos, tenemos un escenario externo de capitales disponibles para financiar este crecimiento que le haría muy bien a Chile.
Por otro lado, en términos de intercambio, los precios de los commodities están muy favorables para Chile y esto facilita generar un momentum de crecimiento para la economía chilena.
Entonces, la suma de un escenario externo favorable junto con medidas que permitan a la inversión privada destrabar y retomar proyectos -teniendo en cuenta que es un país con muy buenos fundamentos- son ingredientes que nos hacen ser optimistas en relación al crecimiento de Chile a lo largo de los próximos años.
Pero esto va a depender mucho de la implementación efectiva de esta agenda de Gobierno.