Carozzi, multinacional de la familia Bofill dedicada a la industria alimentaria, se embolsó cerca de $ 80 mil millones este jueves a través de una colocación de bonos, cuyo objetivo es pagar un dividendo y cumplir así con las condiciones para recomprar una participación de Tiger Brands sobre su filial Empresas Carozzi.
Carozzi colocó un bono por UF 2 millones, con duración promedio de 7,5 años y rating AA- en el mercado local. La tasa de colocación de 3,45% significó un spread de alrededor de 90 puntos base (pb) sobre el tipo soberano de referencia. Las divisiones de banca corporativa de Santander y Banchile actuaron como agentes colocadores y asesores.
"El uso de fondos es para pagar un dividendo, que es una condición para el cierre de la transacción de compra de acciones del 24,38% que Tiger Brands -después de dos décadas- decidió vender a Carozzi", dijo a DF el gerente corporativo de Carozzi, Pedro Fernández, a través de una respuesta escrita.
"La recepción del mercado fue muy buena, demostrando confianza en una empresa como Carozzi. La compresión de 45 pb en la tasa es reflejo de eso, producto de una sobredemanda de casi tres veces, que es de lo más alto que hemos visto durante el último tiempo", señaló la head of debt capital markets de Banco Santander, Daniela Irarrázaval.
Carozzi informó en enero el acuerdo con Tiger Brands, la empresa de alimentos más grande de Sudáfrica, para recomprar esta participación valorada en US$ 181 millones. También se informó la condición del reparto de dividendos, por un monto total de US$ 240 millones.
Empresas Carozzi está detrás de marcas como Costa, Ambrosoli, Vivo, Bonafide, Molitalia y Masterdog. Cuenta con 127 años de trayectoria y es uno de los holdings alimentarios más importantes de Latinoamérica.