“Perú nos está ganando”, ha dicho en los últimos meses el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker. La alarma, eso sí, no es nueva. Desde hace al menos una década el sector agrícola viene resintiendo el auge del mundo agroindustrial peruano, que destronó a Chile en mercados donde históricamente era el líder exportador de Sudamérica: uva de mesa, arándanos, hortalizas y paltas. En el futuro, sería un suma y sigue.
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del país vecino, la exportación de frutas entre 2010 y 2024 registró un crecimiento promedio anual del 19,6%, frente al 6,8% de Chile en ese período. A ese ritmo, los envíos agrícolas peruanos (frutas y hortalizas frescas) alcanzarían US$ 10.194 millones este 2025, superando los US$ 9.979 millones chilenos y ubicándose así, por primera vez, como el mayor exportador del sector en Sudamérica, de acuerdo al informe. Ese 2% de diferencia en las cifras, aumentaría a 9% en 2027.
Las ventajas comparativas del mercado incaico versus Chile son parte de ese telón de fondo. “En el último año, Perú aprobó una nueva ley agraria con beneficios tributarios para todos los productores y anunció un plan de US$ 24 mil millones para expandir su superficie de riego en un millón de hectáreas, más de lo que hoy tiene Chile”, comentó Antonio Walker.

Maritrini Lapuente, directora ejecutiva de Viveros de Chile. Samuel Escalante, director de Viveros El Tambo. Daniel Córdova, director de Promoción de Inversiones Empresariales de PROMPERÚ. Antonio Walker, presidente de la SNA. Foto: Julio Castro
En el sector agrícola consideran que a esto se suman múltiples factores, como la reducción del impuesto a la renta de 25% a 15%, un crecimiento del PIB proyectado de 3,5% para este año, buenas condiciones climáticas, disponibilidad de mano de obra y agua, la tasa de inflación más baja de la región (1,4%) y el bajo riesgo país, que se mueve en una órbita desacoplada del turbulento sistema político.
Atraer a más chilenos
Esta semana, la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) organizó en Chile la jornada Invest Perú 2025, donde distintos expositores hablaron de las bondades de la industria vecina. “Lo que más nos interesa es que llegue la expertise y capital chileno. La industria chilena es bastante madura y puede contribuir con innovación y tecnología en los cultivos peruanos, como ha ocurrido en el pasado”, comentó a este medio el director de PromPerú, Daniel Córdova. “Nuestra meta es maximizar el crecimiento de las exportaciones y acelerarlo lo más posible en cuanto a diversidad de frutas”, nombrando como ejemplo el potencial de las hortalizas, el mango, limón y las cerezas, en las que recién empiezan a incursionar.
El economista y MBA de la Universidad de Chicago reveló que, en los últimos 12 meses, los empresarios del sector nacional han evidenciado un “interés renovado” por el agro peruano, realizando un 25% más de consultas a la entidad respecto a oportunidades de alianza o posibilidades de acceder a nuevas tierras cultivables.
No hay cómo competirles
Tras el encuentro, uno de los panelistas e histórico empresario frutícola chileno, Samuel Escalante, director de Viveros El Tambo, dijo a DF: “El Perú va a ser una amenaza, no un complemento, esa es la realidad”. El exDole -donde estuvo por casi dos décadas- opera también en el país altiplánico desde 2014, con plantaciones en la zona de Piura. “Es impresionante lo que han hecho, porque no tenían la cultura exportadora y en breve tiempo ya la tienen. Van muy rápido y nos dieron un golpe con el puerto de Chancay”.
Como desafíos aún pendientes, menciona la mal terminada carretera Panamericana y los alejados caminos hacia el Perú profundo. Sin embargo, destaca que “ellos ven zonas cultivables donde los chilenos no” y apunta a los mismos cerros, esos que siguen siendo plantados con técnicas incaicas que han perdurado por más de cinco siglos.
Otra de las panelistas estrella invitada, Maritrini Lapuente, directora ejecutiva de Viveros de Chile, que ha fomentado la exportación de plantas y la apertura de mercados en Perú desde hace al menos 13 años, sostuvo a DF que el auge agroindustrial de Perú lo ve como “una oportunidad para unir fuerzas y que se asocien empresarios chilenos y peruanos (...) porque si nos vamos a poner en el rol de competir, la verdad no tenemos cómo, allá el contexto es mucho más favorable. Chile no tiene posibilidades de competir con Perú. Las ventajas comparativas son tremendas, entonces, competir nos va a desgastar, porque no tenemos las condiciones para tener una producción que pudiera competir en volumen con Perú”.
En esa línea, apunta a que allá “han apostado por el desarrollo de su agricultura y eso es una decisión política. Nosotros no lo hemos hecho en Chile, acá el agro a nivel político pesa muy poco”.
Entre factores clave a mejorar a nivel local, apunta a la sobrerregulación, el ingreso de nuevas plagas, aplicar mayor tecnología, la necesidad de transitar a nuevas variedades que sean más productivas y con mayor resiliencia climática.
Para Walker, “el dinamismo del sector agrícola chileno enfrenta hoy un punto de inflexión. Mientras los productores locales operan con crecientes restricciones hídricas, de mano de obra y altos costos, nuestros competidores directos avanzan rápidamente”.
El desafío es claro, dice: “Chile tiene que apostar por la agricultura mediante una agenda que incentive la inversión, fomente la productividad, adapte la normativa laboral a la realidad del campo y acelere proyectos de infraestructura física y digital”.