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Sergio Lehmann

Ser o no ser

SERGIO LEHMANN economista jefe de Bci

Por: Sergio Lehmann

Publicado: Lunes 1 de diciembre de 2025 a las 04:03 hrs.

Sergio Lehmann

Sergio Lehmann

La pregunta de Hamlet en la famosa obra dramática de Shakespeare revela una definición que permanentemente, en el camino que vamos recorriendo, debemos hacernos a fin de resolver nuestros conflictos. Bajo la actual coyuntura económica, parece pertinente plantear las urgencias que el país enfrenta desde esa mirada. Hamlet enfrentaba una vida compleja, frente a la cual se preguntaba si debía rendirse o asumir los desafíos y cambiar el rumbo que venía tomando. Chile enfrenta hoy una disyuntiva equivalente. No cabe duda de que debemos tomar la oportunidad que se nos plantea para avanzar en reformas que nos permitan volver a soñar con ser un país desarrollado.

Los mercados han ido recogiendo la idea que hacia los próximos años la dinámica económica sería más favorable. Si bien se reconoce que los precios de activos chilenos estaban muy castigados, frente al escenario que se había dibujado después del estallido social, este año recogen alzas importantes. La bolsa chilena acumula un incremento de casi 50% desde enero, mientras el tipo de cambio, una suerte de termómetro del escenario económico, se ha apreciado cerca de 7%. Al mismo tiempo, comienza a despertar el apetito por desarrollar nuevas inversiones, lo que se evidencia en el importante crecimiento de las importaciones de bienes de capital, que acumulan un 26% en el año. Reafirmando esta lectura, el último catastro de nuevas inversiones para los próximos cinco años que mide la Corporación de Bienes de Capital, apunta a un incremento de 17% de la inversión en el tercer trimestre del año respecto del primero.

“Chile enfrenta hoy una disyuntiva equivalente. No cabe duda de que debemos tomar la oportunidad que se nos plantea para avanzar en reformas que nos permitan volver a soñar con ser un país desarrollado”.

De cara a los próximos años, para efectos del escenario macro que dibujamos, se debe contemplar un ajuste fiscal de magnitud relevante, de modo de dar cumplimiento a la regla fiscal y no sobrepasar el límite de 45% del PIB de la deuda pública. Esto es clave para no arriesgar una baja en nuestra nota crediticia, lo que implicaría mayores costos de financiamiento y menor crecimiento de la economía. En Bci Estudios hemos contemplado un ajuste de US$ 3 mil millones en los próximos dos años, lo que equivale a casi 5% del gasto fiscal anual. Considerando un multiplicador del gasto público sobre PIB de 0,7 en el corto plazo y 1,1 al mediano plazo, en línea con las estimaciones del Banco Central, esto llevaría a un efecto en torno a 0,3% de menor crecimiento del PIB en el primer año y cerca de 0,5% en el segundo, pero que sería del todo compensado por el ánimo más favorable y mayores incentivos para la inversión. Bajo ese contexto, un crecimiento ligeramente superior al 2% en 2026 no se encuentra en riesgo. Más aún, una posición fiscal más sólida, que fortalece la confianza y reduce la vulnerabilidad de la economía, podría llevar a un impulso neto en el crecimiento hacia los siguientes años.

Se reconoce entonces, que la opción de ver una economía más dinámica hacia los próximos años toma fuerza. Pero para efectos de hacer esa opción una realidad, es necesario ponerse a trabajar, ajustando el rumbo de nuestra economía, a través de acuerdos políticos lo más amplios posible, que generen las condiciones para crecer con más bríos y ofrecer mejores oportunidades de desarrollo para cada chileno. Ser o no ser, esa es la cuestión.

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