En una época en que los partidos políticos están tan desprestigiados, Evolución Política (Evópoli) puede mirar el futuro con optimismo. Pese a su juventud, ha logrado consolidarse no sólo aumentando su presencia en el Congreso, sino que también se ha vuelto una colectividad atractiva para uno de los nichos más difíciles de conquistar desde el mundo político: los economistas, que, en general, son recelosos de su independencia.
Sin embargo, todo indica que se sienten particularmente convocados por esta tienda de corte liberal, que representa a la centroderecha en su máximo esplendor. Por lo mismo es que estas últimas semanas, el partido ha captado a tres destacados economistas: María Francisca Dussaillant, Klaus Schmidt-Hebbel y Raphael Bergoeing. Los que se suman a figuras como Ignacio Briones, Pablo Correa y el exministro de Transportes y Telecomunicaciones del primer gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Morandé.
Aunque está orgulloso de este logro, el recientemente electo presidente del partido, Hernán Larraín Matte, admite que estamos frente a un “proceso natural y espontáneo” que atribuye a que “las propuestas de políticas públicas que hemos promovido siempre han sido serias y con un gran rigor técnico; particularmente, aquellas en materia económica”.
El dirigente está convencido de que “ha sido esa consistencia en el tiempo la que ha generado la oportunidad de que académicos de la talla de estos economistas vean la posibilidad de participar en política”. Larraín percibe que la rigurosidad con que Evópoli elabora sus propuestas genera un espacio atractivo para ellos.
Y no se equivoca. Porque la trayectoria de Evópoli, en sus cortos cinco años de vida, motivó al economista Klaus Schmidt-Hebbel a renunciar a una vida como independiente para abrazar la militancia política en esta novel colectividad: “Quiero aportar un grano de arena para contribuir a que crezca la coalición actual del gobierno hacia el centro y, ojalá, incluso hacia un centro liberal y centroizquierda, para construir esa alianza más amplia que sea una alternativa que suceda a este gobierno en cuatro años más”, explica. Su contribución será “aportar a esa construcción desde el plano de las ideas y las políticas públicas”.
La neutralidad no es opción
Schmidt-Hebbel está convencido de que Evópoli llegó a ocupar “un nicho vacío en Chile, que es un centro, centroderecha liberal social y creo que también han sido exitosos en hacerlo”. Pero también juega a favor de la tienda que “no he visto malas prácticas” y “eso me da confianza de que está en buen camino y que puede hacer realmente un aporte significativo a un Chile mejor”.
La otra economista que llegó a apropiarse del espacio que les abre Evópoli es coordinadora de Políticas Sociales del Ministerio de Hacienda. El atractivo que ejerció el partido sobre ella, al punto de decidir dar el paso de firmar una ficha de militancia e ir exactamente en la línea contraria a la que han tomado muchos que están dejando de participar en los partidos tradicionales, tiene que ver con que “es importante que partidos como este tengan fuerza e influyan en el devenir de Chile. Es por eso que los economistas cada vez estamos más dispuestos a marcar una posición en política, la neutralidad es cada vez menos una opción”, sentencia.
La profesional confiesa que al militar en Evópoli “hago una apuesta doble: Aportar con los conocimientos, las ideas y evidencias que conozco y con las que trabajo, esperando que permeen hacia la discusión política” y que el partido “siga proponiendo el tipo de políticas que permitirán el progreso de Chile y nos conducirán al desarrollo”.
Algunos de estos nuevos militantes ya habían colaborado con el partido desde Horizontal, el think tank de la colectividad. Ahora lo harán desde Evópoli, ya que serán quienes apoyen a la bancada, proveyéndola de contenidos, focalizándose inicialmente en urgencias tales como el déficit fiscal; las propuestas proinversión del gobierno, ámbito en el que podrían impulsar otras propias; y, cómo no, participarán activamente en perfeccionar y mejorar la reforma tributaria que ingrese el Ejecutivo al Congreso.
Para el fundador del partido, actual senador por La Araucanía Felipe Kast, la virtud de la colectividad es “la fuerza de las ideas” -lema de campaña durante la primaria de Chile Vamos el año pasado- y a ello contribuirá, está convencido, el ramillete de economistas que optaron por trabajar en política de forma mucho más concreta de lo que lo habían hecho hasta ahora y, especialmente, desde las filas de Evópoli.
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