Por Angela Chávez Molina
El pasado 24 de marzo y tras cuestionar que no se respetaran las primarias en Macul, el senador Fulvio Rossi amenazó con renunciar a la secretaría general del Partido Socialista (PS). Ayer, finalmente, cumplió con su palabra a través de una carta que envió a primera hora al presidente de la colectividad, diputado Osvaldo Andrade, y luego a toda la militancia.
Acto seguido y en una acción coordinada previamente, el diputado Marcelo Díaz hizo lo propio y presentó -también por intermedio de otra misiva- su dimisión a la vicepresidencia de la tienda.
La decisión que ambos fundamentaron acusando una falta de liderazgo del partido, una conducción “déspota” por parte de Andrade y los malos resultados que habrían obtenido los socialistas en las pasadas primarias, generó un conflicto al interior de la tienda de calle Londres que puso en evidencia una vez más, las disputas que han mantenido las distintas fracciones que conviven al interior de la colectividad.
Los coletazos
Adicionalmente y aún cuando muchos dirigentes de la colectividad desdramatizaron el episodio, argumentando que en los hechos siempre fue un “secretario general ausente” y que hasta su oficina permaneció cerrada en estos dos años, no son pocos los que coinciden en que este hecho “daña” la imagen de la tienda y de la coalición.
Ello, además de darle argumentos al gobierno y a la Alianza para mostrar una “Concertación en crisis”, tal como lo hizo el vocero Andrés Chadwick, quien destacó que “necesitamos partidos lo más ordenados posible, así que espero que el presidente del PS logre superar rápidamente este problema interno y vuelva a tener la conducción que a él siempre le gusta tener”.
Asimismo, también genera coletazos para quienes desde la mesa socialista han venido trabajando por el regreso de la ex presidenta Bachelet.
En lo inmediato, el tema marcará el debate Comité Central del PS del próximo 21 de abril, ya que no sólo es el órgano que debe pronunciarse respecto de ambas renuncias, sino que también debe definir quien será el próximo secretario general, donde ya suenan los nombres del actual primer vicepresidente, Alvaro Elizalde y el diputado Carlos Montes.
La instancia también debe abordar el tema de las próximas elecciones de mesa, poniendo en duda si éstas terminarán aplazándose para después de las municipales o todo lo contrario, como resultado de este mismo episodio.
Así lo confirmó el jefe de los diputados del PS y representante de la megatendencia de la renovación, Marcelo Schilling, quien acusó una “estocada artera contra el socialismo” y dijo que los argumentos del legislador “no tienen asidero razonable y coherente”.
Es más, recordó que hace más de un año le propuso al mismo Rossi “disolver” la llamada “tendencia de la renovación socialista” para conseguir tener autoridad moral para que se disolvieran todas las otras fracciones, ya que a su juicio ya no tienen “razón de ser”, sin embargo el senador se opuso. “Lo que le condeno a Rossi es su inconsistencia, porque hace más de un año y medio me derrotó en la posición que había que disolver todo esto y él avaló que continuaran todo esto que hoy condena. Segundo, cuando se discutió el entendimiento PS-DC, Rossi lo apoyó y hoy el impugna ese acuerdo. Tercero, sean buenos o malos los resultados de las primarias, los responsables que las cosas no se hayan hecho bien se llaman mesa directiva que la integraban Rossi y Díaz”, sentenció el diputado.
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