Las empresas farmacéuticas están experimentando una ola de desafíos competitivos que forman parte de la “Nueva Economía de la Salud”. Este proceso incluye la consolidación entre los proveedores para aumentar la eficiencia; cambios en las demandas y expectativas de los pacientes; una mayor presión de los agentes pagadores por los costos y el declive del principio de autonomía de los médicos en favor de basar la atención de salud en protocolos. Es así que mientras los sistemas de salud se centrarán progresivamente en pagar por valor en vez de volúmenes de atención médica, la industria asociada estará cada vez más orientada al consumidor.
En este marco, un estudio elaborado por la firma Strategy&, división de consultoría de PwC, advierte que los métodos tradicionales aplicados por las farmacéuticas ya no serán suficientes. Y si bien la venta de productos será siempre una prioridad, sostiene que esta nueva era obligará a estas compañías a ser más proactivas con las comunidades de pacientes y a ofrecer resultados positivos en términos de bienestar y manejo óptimo de las enfermedades en los grupos objetivo.
Mientras algunas farmacéuticas ya capitalizan esta situación demostrando el valor clínico y económico de sus productos y soluciones, el estudio destaca la necesidad general de potenciar estrategias como el análisis de datos para evaluar los resultados de las prestaciones en el ámbito de la medicina personalizada y determinar la mejor decisión en desarrollo de productos; de reexaminar las estructuras de precios y distribución, y de diseñar sistemas de comunicación más eficaces.
“El vínculo entre pacientes, médicos, proveedores de servicios y farmacéuticas es cada vez más crítico y fluido, y la gestión de esta relación se está convirtiendo en una capacidad crítica de las compañías con mejor desempeño. De hecho, el éxito de esta evolución radica en entender que este avance no radica en un cambio en el área de tecnología o innovación, sino más bien en la forma en que se ejecuta la estrategia. En Chile estamos recién comenzando a ver esta realidad aplicada en el mercado local, lo que puede traducirse en un importante beneficio para pacientes, instituciones y farmacéuticas”, señala Ariel Waltuch, Socio de PwC Strategy&.
El año del paciente
“El paciente en primer lugar” se ha convertido en un grito de guerra en la industria farmacéutica, pero no todas las empresas pueden cumplir con ese estándar. En general, las compañías más exitosas se están alejando del modelo tradicional de promoción de productos top-down (que enfatiza la planificación y conocimiento completo del sistema) y tienden a un enfoque flexible e interactivo que ofrece a los pacientes mejores herramientas e información más centrada en los medicamentos que están tomando y sus especificaciones.
Debido a los avances en las tecnologías digitales, las farmacéuticas y proveedores de atención médica pueden acceder a los datos de los pacientes en tiempo real, y es posible combinar una serie de herramientas -como implantes en miniatura, dispositivos de rastreo de signos vitales, biosensores de monitoreo remoto y diagnóstico no invasivo– con portales de Internet y aplicaciones móviles. Algunos fabricantes farmacéuticos también están desarrollando aplicaciones para teléfonos inteligentes que les permitan mantenerse en contacto con los pacientes, hacer encuestas diarias sobre variables como sus niveles de dolor y otros síntomas, y recordarles los horarios para la ingesta de sus medicamentos.
Dado que el cumplimiento del tratamiento está influenciado principalmente por los hábitos y actitudes individuales, las farmacéuticas deben explorar las ciencias del comportamiento para fomentar una mejor toma de decisiones. Los estudios han demostrado, por ejemplo, que ofrecer incentivos financieros a diario afecta positivamente el comportamiento de pacientes con enfermedades crónicas.
El auge de la analítica de datos
En las últimas cuatro décadas, el volumen y variedad de información médica se han expandido gracias al uso de registros médicos electrónicos a gran escala, imágenes médicas de alta resolución y genómica de última generación. Las farmacéuticas han comenzado a obtener beneficios reales de este ecosistema en evolución utilizando nuevos métodos para la adquisición rápida, curatoría, análisis y visualización de conjuntos de datos grandes y diversos, cuyo almacenamiento está basado en la nube y distribuido en una serie de plataformas de poder informático.
Nueva ecuación de valor
Existe un gran interés en el valor real de las drogas, y el problema empeorará a medida que los pacientes vivan más tiempo, los procesos de desarrollo cambien hacia medicamentos más específicos y, por lo tanto, más caros, y los presupuestos sanitarios se estrechen aún más. Algo tiene que ceder. Para navegar con éxito, las farmacéuticas deben mejorar su capacidad para exponer los beneficios de los tratamientos y encontrar nuevas formas de definir su valor en cuatro grupos: financistas y pagadores; asesores o terceros independientes como compañías de gestión clínica y grupos económicos; proveedores médicos, y los propios pacientes.
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