El próximo jueves, las empresas operadoras interesadas en participar en la nueva licitación del Transantiago entregarán sus ofertas técnicas. Pero, pese al gran interés que algunas compañías mostraron en el road show pasado y en la compra de bases, finalmente la renovación de los actores en el sistema será más acotado.
Esto, porque se espera que solo dos nuevas empresas finalmente lleguen con ofertas. Se trata de los británicos Tower Transit y la sociedad Nextbus, conformada por la compañía española de transporte ALSA y la familia Diez, por medio de Jedimar Inversiones, dueños de Turbus.
En el camino quedaron los mexicanos ADO-Avanza, los operadores de transportes de Paris RATP, los chilenos Pullmann y el grupo brasileño Duarte, que está en sus últimas definiciones aunque las versiones es que no se presentarán.
Los operadores antiguos sí darán una férrea pelea por mantener sus concesiones e incluso aumentarlas.
Entre ellos está RedBus y STP, que se espera defiendan sus concesiones y además postulen a una adicional. También llegarán Metbus y Vule, cuyas operaciones serán licitadas en 2020 pero buscarán sumar recorridos adicionales a su concesión.
A ellos se agregarán los colombianos Fanalca, accionistas de Subus.
Las cuestionadas empresas Alsacia y Express, cuyos recorridos son los más apetecidos, no llegarían a presentar oferta, aunque su matriz GPS podría ser la otra sorpresa.
En todo caso se espera que la ministra de Transportes, Paola Tapia, adjudique la licitación y será el gobierno de Sebastián Piñera el que deberá implementarlo. Hoy se producirá el primer encuentro de la secretaria de Estado con el presidente electo, y uno de los temas a abordar será la licitación.
¿Menos competencia?
Una de las razones por las cuales se habría desinflado el interés de nuevas empresas por participar habría sido la posición en desventaja en que se encontrarían frente a los operadores antiguos.
Una complejidad se refiere a los terminales, ya que para esta licitación el Estado asegurará la entrega del 50% que se necesitarían para operar, y la otra mitad deberán ser proveídos por los operadores. Muchas de las empresas que actualmente operan ya cuentan con terminales o han comprado lugares estratégicos para su propuesta.
La ubicación de los terminales es clave porque determina los kilómetros en vacío que debe recorrer el bus antes de iniciar su recorrido, incidiendo en los costos de operación. “Esto plantea una dificultad al momento de evaluar la propuesta porque el costo de terminales puede ser difícil definirlo en un plazo tan corto. No encuentro que sea lo suficientemente competitiva porque hay elementos que los limita, pero son factores que el gobierno no tenía como corregir a última hora”, explicó el gerente general de la Fundación Transurbano, Juan Carlos González.
Según operadores, el peso económico (95%) de la oferta y la variable de calidad (5%) tampoco introducen más competencia. La eliminación de las revisiones de contratos obliga a asumir los riesgos que surjan, lo que es más fácil de proyectar en el caso de los conocedores del sistema .
Guillermo Muñoz, del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DPTM), reconoce que hay barreras de entrada, pero asegura que se introdujo más competencia y que ello da cuenta la caída precios de buses. (Ver nota relacionada)
“Hay ciertas barreras de entrada para operadores nuevos, pero se pueden eliminar toda vez que van a presentarse nuevos oferentes. Los que estuvieron mirando y se fueron desistiendo estamos seguros que van a volver a mirar el Transantiago en futuras licitaciones”, dijo.
Proveedores de buses: alza en competencia presiona a la baja los precios
Pese a que podría haber poca competencia en las ofertas que se reciben la próxima semana, donde sí se ha visto un mayor movimiento ha sido entre las empresas fabricantes de buses.
La propuesta de contratos de provisión de estas máquinas, que hará que sea al sistema el que financie su compra -y no los operadores como funcionaba hasta ahora- ha incentivado este segmento, porque entrega menos riesgo para rentabilizar esas inversiones.
La garantía de pago de las nuevas concesiones, eliminando la variable de que los operadores tengan que financiar los buses, ha provocado el interés de las empresas para lograr cerrar acuerdos con las distintas postulantes.
Esto ha desatado un "guerra de precios" entre Kaufmann, Volvo y Scania, las que intentan asegurar no quedar fuera de esta licitación, provocando caídas en los costos que van entre 17% y un 20%, según comentan operadores del sistema.
A esto se suma que la llegada de las empresas chinas de buses, en base a tecnología eléctrica, ha incrementado aún más la competencia. La pelea entre BYD y Yutong ha reducido en un 37% el precio.
Otra variable que también ha visto mejoras es la tasa de interés que los operadores están logrando para su financiamiento. Actualmente la cifra ronda el 8% y se prevé caiga a rangos que van entre el 5,5% y el 6%. La autoridad espera que estas mejoras se reflejen en menores tarifas de las ofertas que lleguen el 28 de diciembre.
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