Era uno de los candidatos seguros en cada rumor que comenzaba a circular en el mercado. Siempre que se especulaba sobre la venta de un banco, Scotiabank sonaba dentro de los interesados. La última vez fue para la venta de CorpBanca, puja que finalmente ganó Itaú.
Sin embargo, el anuncio del acuerdo con Cencosud, para administrar su negocio de tarjetas, a través de la compra del 51% de CAT (Cencosud Administradora de Tarjetas) tomó por sorpresa a la industria. Y los montos no son menores: el banco pagará US$ 280 millones al retailer, y adicionalmente, aportará el financiamiento para el 100% de las cuentas por cobrar en Chile, que alcanzan a unos US$ 1.000 millones.
-¿Cuál fue la diferencia con Cencosud para que ahora sí resultara el deal?
-Diría que primero había un marco favorable, que es el CEO global, Bryan Porter, afirmando que quería invertir en la región (Perú, Colombia, México y Chile específicamente), y hacerlo en tarjetas de crédito. Dicen que la buena suerte uno se la busca, y nosotros buscamos la información que estaba disponible una vez que se cayó la operación con Itaú. Segundo, fue la concordancia cultural. Si Scotiabank comienza a trabajar una asociación con alguien, y en el camino por más que la matemática sea excelente, ve que esa convivencia no va a ser fácil y no calza, no va a ser negocio.
-¿Y eso ha pasado en anteriores oportunidades?
-Así es. El aspecto cultural es central para nosotros, porque nuestra institución tiene un entrenamiento en estas operaciones de M&A en el tiempo, y el banco es extremadamente disciplinado en buscar inversiones que hagan sentido de un punto de vista del accionista, pero no hace transacciones porque dice “no quiero ser el tercer banco de un país entonces me tengo que comprar cualquier cosa a cualquier precio, bajo cualquier circunstancia”.
Las expectativas
-¿Qué es lo que se puede esperar de este acuerdo?
-En nuestros planes tenemos el crecimiento de CAT en el orden del 10% al 12%, que está anclado a la tasa de expansión que está teniendo el negocio de consumo de la banca, que va en niveles de 14% en lo que va del año; pero también es cierto que las tasas de crecimiento de estos préstamos en retail es menor, de un 6% aproximadamente, entonces por eso nos pusimos esta meta. También esperamos un acceso de esos clientes, que son 2,6 millones que son de CAT, aunque estadísticamente son cerca de 700 mil clientes activos. Y de esos, 15% pertenecen al ABC1, y el 85% al C2 a D.
-¿Va a aumentar la oferta de productos financieros para ellos?
-Sí, ellos van a poder acceder a una mayor gama de productos financieros, que a través de CAT pero registrados en Scotiabank van a poder acceder a hipotecarios, automotriz, fondos mutuos, y otro tipo de inversiones, créditos comerciales, etc. Parte del convenio incluye que el banco pueda ofrecer sus productos a través de CAT.
-¿Va a haber un cambio de imagen?
-Eso lo vamos a evaluar en el directorio, porque hemos tenido ambas posiciones, y ellos (Cencosud) no tienen ninguna postura específica de que el nombre de la tarjeta no pudiera cambiar. Además Cencosud, la tarjeta de crédito, era una tarjeta cerrada, y se está haciendo un cambio paulatino de abrirla en convenio con Mastercard o con Visa, y ese recambio se va a ir dando en el tiempo. Por lo tanto, ahí hay oportunidad de hacer un rebranding, si así lo considera el directorio.
-¿Cuándo lo notarían los usuarios?
-Creo que eso va a tomar entre 4 y 6 meses; las aprobaciones van a tardar entre 3 y 4 meses, y mientras tanto, en paralelo, nosotros ya estamos comenzando a hacer todo el trabajo operativo de integración que se requiere. En términos relativos va a ser una integración sencilla, porque el manejo operativo de CAT va a seguir corriendo sobre las plataformas operativas que tiene actualmente.
La industria
-Con los cambios regulatorios en discusión, ¿cómo ve la banca en el mediano plazo?
-Chile va a comenzar un proceso de fusión e integración. En
otras economías hay cinco o seis bancos, aquí hay 25, y creo que vamos a comenzar un proceso de consolidación. Se vienen tiempos en los que, por factores internos o externos, los bancos van a ir requiriendo varias cosas. Basilea III va a implicar una exigencia mayor de capital, entonces esto junto a diferentes situaciones están dando un síntoma de que el juego de la banca va a pasar a ser cada vez más uno de titanes, donde la masa crítica va a ser importante.
-¿En ese escenario entonces podemos esperar más compras de parte de ustedes?
-Mientras cuadren con lo que nosotros buscamos, sí(...) Vamos a seguir viendo alternativas de inversión en la medida en que calcen con las características que nosotros buscamos.
-¿Y ven que actualmente haya alguna oportunidad más?
-En estos momentos no, ya no quedan potenciales compras en el mercado.
EL PLAN ESTRATÉGICO A CINCO AÑOS
En octubre del año pasado se definió lo que iba a ser el plan estratégico de la institución para los próximos cinco años. Su objetivo: ser un banco exitoso en Chile, desde el punto de vista de los accionistas, con una rentabilidad adecuada; desde el punto de vista de los clientes, con productos y servicios que solucionen sus necesidades; desde el punto de vista de sus empleados, con un buen lugar para trabajar y; desde el punto de vista de la comunidad, contribuyendo activamente. Para ello, se definieron áreas específicas para trabajar. La primera es el liderazgo, donde se ha reforzado la comunicación entre quienes integran el banco. También se consideró la eficiencia, revisando la estructura de costos en base al negocio de manera frecuente, y analizando las oportunidades para mejorarla y conseguir una mayor productividad. En tanto, en materia de riesgo, Scotiabank seguirá siendo un banco prudente en la extensión de crédito, y en la parte de negocios el foco estará puesto en hacer crecer el balance doméstico en la parte comercial. "Anteriormente era más fácil crecer colocando en dólares, ahora lo hacemos en moneda local, y también avanzando en consumo", afirmó Francisco Sardón.
Señales de alerta por Reforma Tributaria: "El 10% de pago a cuenta de utilidades retenidas es gravísimo"
A pesar de las alarmas que proyectan una caída en las inversiones producto de la reforma tributaria, Francisco Sardón señala que los planes de la entidad canadiense no se definen por factores como éste. "Scotiabank hace inversiones de largo plazo, es decir, si está en Chile u otros países será por los próximos 50 años de vida. Los países pueden tener ciclos más o menos dentro de cierto rango de volatilidad política, pero en el largo plazo la gente en Chile es educada, entiende cómo manejar el país, y han pasado 40 años dentro de una historia de éxito clarísimo en el contexto de Latinoamérica. Chile es visto como un país muy pro negocios", afirmó Sardón.
A pesar de esto, de todas formas se refirió a cuáles son los aspectos del proyecto que pueden generar mayor controversia. "El 10% de pago a cuenta de las utilidades retenidas es gravísimo, porque es algo que no está aun en disposición del accionista. Además, uno debe tener libre disponibilidad de sus activos", comenta, agregando que si una empresa declara sus utilidades el 31 de diciembre, y reparte dividendos el 31 de marzo, "¿qué pasa si tuve una emergencia y vendo mis acciones el 31 de enero?, la empresa me ha retenido 10% por algo que no recibí, y yo tengo un daño en mi patrimonio evidente".
En relación a la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), el ejecutivo también considera que es una mala señal, debido a la ventaja que puede entregar al momento de competir con otros países con riesgos similares. "Chile, gracias a que tuvo FUT, siendo principalmente un exportador de materias primas, ha logrado crecer a tasas muy superiores a América Latina, a los europeos, Estados Unidos, y ha ido subiendo su producto per cápita hasta llegar a los US$ 20 mil, que es el umbral al desarrollo, gracias a que tenía una gran inversión", dijo.
Un punto clave en esta discusión, agrega, es la necesidad de poner en perspectiva la realidad del país a la hora de realizar las demandas que originan algunos fundamentos de la reforma. "Por ejemplo, en Canadá, existe una sociedad más igualitaria, pero eso se ha logrado una vez que ese país alcanzó un producto per cápita de US$ 50 mil ó US$ 60 mil, que tiene una economía muy robusta, y así se logra seguridad social, carreteras donde no se paga TAG, educación gratuita, pero claramente es por que están parados sobre una base de concreto sólido. Pero con una economía de US$ 20 mil, con la decisión de comenzar a dar cosas gratis uno se empieza a comer los ahorros. Estamos lejos aún de darnos ese lujo", señaló.
"Pensamos que los políticos en Chile, los legisladores, van a llegar a un punto de entendimiento donde prime la razón, y no sean cosas irracionales que dañen el país en el largo plazo", comentó.
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