Industria del reciclaje: “Si los futuros sistemas de gestión no licitan reciclaje a municipios, hay riesgo de malas prácticas”

De las cerca de 310 mil toneladas de vidrio que se generan como residuo a nivel domiciliario, se reutilizan solo 80 mil toneladas, mientras en neumáticos solo se reprocesan 6.000 toneladas de 80.000. El potencial que tiene la industria del reciclaje en base a los desechos de las viviendas, dicen en la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), es gigante. ¿El problema? Hay riesgos que podrían atentar contra esto.

“Se podría armar una gran industria en base a los residuos, pero así como está funcionando el manejo de la basura, es imposible hacerlo”, explica Roberto Izquierdo, presidente del gremio.

A poco más de un año de la promulgación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que busca fomentar la reutilización de algunos residuos, ANIR hace un llamado para que se corrijan ciertas falencias que tiene la normativa, lo que podría desencadenar que esta industria no despegue y se mantenga la falta de competencia y malas prácticas que ya se han visto en los contratos de recolección de basura, donde varias empresas están siendo investigadas en la justicia.

“Los costos relacionados al tratamiento de la basura lo pagan las personas, entonces no puede haber un monopolio que lucra de forma indebida con esto”, agrega Izquierdo.

Alejandro Navech, gerente general del gremio, explica que hoy existe el riesgo de que esas malas prácticas, que tienen un mercado concentrado, se repliquen en la recolección de productos para reciclaje, dado que los sistemas de gestión que deben crear los productores no estarán obligadas a hacer licitaciones a las municipalidades para esto.

“Cuando hay libre competencia, bajan los precios y se fomenta la tecnología y la innovación, entonces cuando permites que los sistemas de gestión colectivos (que forman las empresas para tratar los residuos) hagan convenios con las municipalidades de forma directa, estás dando el camino para que lleguen las malas prácticas”, agrega Navech.

El gremio es de la idea que se transparente lo que ha pasado entre las empresas de basura y los municipios. Esto, porque han visto que al acercarse la entrada en operación de la Ley REP, muchos acuerdos se han extendido, sin pasar por licitación.

Formalidad vs. Informalidad

A juicio de ANIR, un tema que debe mejorarse es en combatir la informalidad en la industria del tratamiento de productos reciclados.

Esto apunta a que las fiscalizaciones se están focalizando en empresas que cumplen con todos los requisitos legales y técnicos para funcionar, pero no en actores informales.

“Hay una competencia desleal y el rol de la autoridad es importante para terminar con eso. Ante la falta de recursos para fiscalizar, se está apuntando a empresas formales y no a las informales”, dice Navech.

Agrega que “hay una gran posibilidad con esta Ley de formar un sistema robusto e inteligente, con validaciones automáticas al cruzar datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), Salud, Aduanas y Economía, lo que dará señales a los inspectores para que vayan a fiscalizar”.

“Eso es relativamente fácil de hacer, por lo que si estuviera interconectado, se podría detectar temas para fiscalizar”, agrega Izquierdo.

A juicio de ANIR, el Ministerio de Medio Ambiente, junto con habilitar algunas plataformas tecnológicas para la Ley REP, debería invertir en un sistema de esta naturaleza.

Fijación de metas: "El foco no debería ser el sector industrial"

Esta semana, el Ministerio de Medio Ambiente instalará una mesa de trabajo con distintos actores relacionados con la industria de los residuos, desde generadores, importadores hasta destinatarios de cada uno de los productos prioritarios -baterías, pilas, envases, artículos electrónicos y neumáticos- para recabar información y luego establecer metas de recuperación, lo que es relevante porque estos actores tendrán que financiar la cadena de reciclaje.

"En esta primera mesa, el ministerio quiere generar información, preocupaciones y consultas para determinar cuáles son las metas para los próximos cinco años y cómo se va a atender a todo Chile en la recolección de todos los materiales potencialmente reciclables y cómo los vamos a valorizar", explican en ANIR.

La meta final, dice, es "reducir los rellenos sanitarios y vertederos ilegales de todo el país". Para eso, a juicio del organismo es necesario focalizarse en el sector domiciliario, más que en el industrial. "En los domicilios tenemos al menos 40% de los residuos que se van a rellenos sanitarios y que podrían ser valorizados", dicen.

¿Por qué los industriales no? "Porque está muy bien solucionado hoy", dicen, con entre el 85% y 90% de recuperación en casi todos los productos. Aunque reconocen puntos para mejorar en este segmento, ven que lo otro causaría un impacto mayor.