Un año y un mes ha estado Loreto Seguel a la cabeza del Sistema de Empresas Públicas (SEP), una experiencia que define como fascinante porque conjuga lo que fue haciendo en su vida en distintos años y lugares, como emprendedora, en el mundo académico y en los sectores estatal y privado. Ad portas de entregar el cargo, el balance es "tremendamente positivo", afirma.
Las nuevas autoridades aún no definen a su sucesor o sucesora en la presidencia del SEP ni al consejo directivo que lo acompañará en el próximo período. Cuando ello suceda, a sus nueve integrantes renovados le corresponderá designar a los directorios de las 20 empresas que son parte del sistema, entre las que se cuentan Correos, EFE, puertos, Casa de Moneda y Metro, entre otras.
"Hemos trabajado cuatro o cinco meses en preparar un traspaso muy profesional, muy empresarial, para quienes tomen esta posta. En lo personal he trabajado con cada uno de los directorios de las empresas y con las distintas gerencias generales para tener un traspaso que permita asegurar la continuidad de la operación y de las inversiones que vienen ejecutándose, particularmente en Metro y en los puertos", explica.
Precisa que su cargo queda a disposición del nuevo gobierno a partir del 11 de marzo, pero también tiene el compromiso de seguir en la presidencia hasta que se designe a su sucesor. "Es una responsabilidad básica", sostiene.
Respecto de su futuro profesional, señala que se va a tomar un tiempo, va a cerrar bien este ciclo y buscar nuevos horizontes, preferentemente con una mezcla de lo público y privado. Lo que sí tiene muy claro, agrega, es lo que no quiere hacer y dónde no quiere estar.
-En lo personal decía que este paso por la presidencia del SEP ha sido una experiencia fascinante, ¿qué destacaría además?
-El sello que tuvimos fue salir a terreno, entrar en las empresas y ser realmente un apoyo a la gestión, al mandato estratégico, a los aspectos operacionales y también de vinculación con el mundo público para que pudieran sacar adelante la pega. Diría que ahí tuvimos un SEP bien activo, bien presente y a disposición de las empresas.
-En términos generales, ¿cómo les fue a las empresas SEP el 2021?
-A todas les fue muy bien. Todas lograron mejorar sus indicadores respecto del 2020 y la gran mayoría, casi todas, mejoraron sus ingresos; una o dos los mantuvieron muy similares. Y, lo que es un logro aún mayor, a pesar de que la pandemia a varias les pegó muy fuerte, pudieron reducir mucho más sus pérdidas que lo que aumentaron sus ingresos. Y eso es porque hicieron un zoom en la gestión operacional, en ser eficiente, en mejorar procesos, de manera de que el aumento de ingresos, que en algunos casos todavía no es suficiente, sí nos permitiera tener menores pérdidas que en 2020. Y en eso destaco a Metro y EFE, que han tenido que enfrentar desafíos muy grandes.
-¿Qué empresa sobresale en lo positivo y cuáles están más rezagadas?
-Cada una se destaca en su rol. Por ejemplo, los puertos han mantenido la continuidad operacional y han aumentado la transferencia de carga en forma considerable. No pararon nunca el 2020 y el 2021 incluso aumentaron entre 20% y 30% la carga transferida, unos 50 millones de toneladas. Correos también es una empresa que el 2018 tenía un Ebitda de $ 1.700 millones - $ 1.800 millones y hoy día la estamos dejando con casi $ 17 mil millones; y si se corrige por elecciones y Servel, es alrededor de $ 10 mil millones. Es un tremendo logro, y con pandemia y en una industria muy cambiante. Casa Moneda este año se adjudicó el máximo que podía en fabricación de billetes.
Diría que todas las empresas en sus áreas han tenido realmente logros importantes en tiempos difíciles y es justo reconocer un trabajo en equipo, no sólo de un directorio y de una administración, sino también de los trabajadores, que tienen una camiseta muy grande respecto del rol y plena conciencia de que tenemos que ser empresas competitivas, innovadoras y rentables, que le aportan al Estado. En 2021 las empresas estatales aportamos más de $ 128 mil millones al Estado y eso se va a los desafíos que van a existir pensiones, educación, salud, vivienda.
Creo que las empresas públicas cumplen un rol, pero deben ser rentables, generar recursos y no que sean consumidores de recursos que son muy escasos y que no cabe duda que se van a requerir en los próximos meses y años para grandes desafíos en políticas públicas.
-El nuevo gobierno ha puesto énfasis en la creación de nuevas empresas públicas, ¿qué le parece?
-Yo ahí pongo una alerta. Crear empresas innovadoras, que estén a la altura de desarrollar un país y competir a nivel global requiere gran cantidad de recursos y esos recursos financieros van entonces a competir con una serie de prioridades sociales que también tenemos en el país. Entonces la pregunta es ¿cómo vamos a hacerlo todo? Porque lo que no puede pasar es que hagamos malas empresas.
Entonces mi preocupación es que, así como hoy tenemos que sentirnos orgullosos de las empresas que tenemos, hay que considerar que eso ha sido un camino largo, de mucho esfuerzo, en el que hemos tomado la posta de distintos gobiernos. No es fácil; creo que hay que focalizar. Creo que crear empresas públicas, con recursos que compiten con otras prioridades, sería una mala noticia.
-Sin embargo, la creación de una empresa nacional del litio ha recibido incluso la aprobación de privados del mismo sector...
-Nuevamente, mi premisa es que la necesidad de inversiones para que esas empresas puedan funcionar es muy grande y siento que hoy las prioridades de este país son muchas. Los recursos van a ser escasos y entonces suena muy bonito y muy popular decirlo, pero quienes hemos estado adentro de empresas, sabemos que las inversiones que se requieren son muchas veces enormes. Cuando hablamos de industrias tan relevantes, pero que requieren de grandes caudales de inversiones, hay que pensar en una mezcla público privada donde el Estado ejerza adecuadamente su rol de salvaguardar los recursos públicos, pero también sean los privados quienes puedan participar en el financiamiento. Los puertos son un buen ejemplo de modelo exitoso.
Hay que pensarlo y mirar bien cuáles son las prioridades. Por ahora, ya es un desafío para el siguiente gobierno que las 20 empresas del SEP mantengan los números positivos que tienen hoy.
-¿Qué quedó pendiente en modernización tanto del SEP como de la gestión de las empresas?
-El mandato estratégico de cuatro años, de 2018 a 2021, deberá ser renovado por al menos los cuatro años siguientes. En términos legislativos hay un proyecto con varias indicaciones que perfecciona los gobiernos corporativos de empresas del Estado.
En general, diría que soy bien enemiga de borrar con el codo lo que se viene avanzando. Creo que tenemos que ser capaces de rescatar todo lo bueno y sumar cosas, y dar estabilidad e impulsar un proceso para seleccionar a las mejores personas para los directorios. Las empresas estatales merecen trascender a los ciclos políticos.
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