Pese a que el gobierno ha ido cerrando acuerdos en algunas comunas con pescadores afectados por la marea roja, la industria salmonera sigue prácticamente paralizada en Chiloé, lugar donde está parte importante de la producción.
El presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, explicó que en la zona de mayor importancia para ellos no hay avance y la actividad se mantiene paralizada, especialmente Quellón y otras partes de Chiloé, así como también en Calbuco.
Según explica Sandoval, el problema de fondo es que se mantienen sin operar gran parte de las plantas procesadoras de la zona, lo que genera problemas en toda las fases previas del cultivo de salmones.
Dice que cerca de 800 mil peces, equivalente a unas 4.000 toneladas, están en riesgo de pérdida. Esto, porque esa biomasa está en los denominados viveros, que es una zona en el mar donde los peces, previo a ser faenados, se mantienen sin alimento, lo que por regulación no puede superar siete días. Sin embargo, dada la situación, esa biomasa ya lleva 14 días, lo que tiene el riesgo de que si se produce alguna enfermedad, el contagio sea inmediato.
Situación similar tienen las pisciculturas de la zona, que están teniendo problemas para contar con suministros de oxígeno y alimentos, lo que hipoteca la producción futura.
Finalmente, Sandoval agrega que hay ocho centros de engorda que pudieran tener problemas, porque si hay peces con enfermedades no se pueden mover, lo que genera riesgo a toda la biomasa, por la transmisión de enfermedades.
“Se requiere pronto una solución”, dijo el dirigente, quien explica que hasta el cierre de la edición aún se mantenían focos de conflicto.
Avances del gobierno
La solución del conflicto la está encabezando el ministro de Economía y coordinador de la respuesta del gobierno, Luis Felipe Céspedes, quien ha estado cerrando acuerdos por zona. Por ejemplo, ayer se informó uno con la federación de pescadores artesanales de Maullín, que representa a cerca de 500 personas.
Ayer, en una actividad junto al Subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, y el Intendente de Los Lagos, Leonardo de la Prida, se dirigieron hasta el sector del Muelle Empormontt, para constatar en terreno el zarpe de una barcaza con más de un centenar de pasajeros y un cargamento de suministros de primera necesidad, que permitirán ayudar a normalizar la situación de Castro y Dalcahue.
Hasta ayer en la tarde, las zonas que no han cerrado un acuerdo con el ejecutivo son Ancud, Quellón, Calbuco Carelmapu. De todos modos, el ministro dijo que el gobierno se encuentra en conversaciones muy avanzadas con los dirigentes de esas zonas ya que resulta fundamental lograr reponer la conectividad, normalizar el funcionamiento de los servicios públicos, normalizar el abastecimiento de productos de primera necesidad, la reposición de combustible, el pago de pensiones, entre otros servicios públicos.
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