Una agitada mañana tuvo la plana ejecutiva de Isapre Masvida. En medio de los cuestionamientos por la entrega de información falsa y de malos manejos administrativos que llevaron a la aseguradora a tener una deuda por unos US$ 177 millones en el corto plazo, ayer fue intervenida por el administrador provisional Robert Rivas, quien llegó pasada las ocho de la mañana a sus oficinas centrales en Concepción para tomar el control administrativo de la Isapre.
Al mismo tiempo pero en Santiago, su presidente Claudio Santander acudió hasta la oficina de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones (PDI) para declarar en calidad de imputado en el marco de la investigación que lleva adelante el jefe de la Unidad de Alta Complejidad de Fiscalía Metropolitana Oriente, Carlos Gajardo, y el fiscal Pablo Norambuena por el delito de entrega de información falsa al mercado y al ente regulador.
La cita, que se extendió por más de cinco horas y media, permitió entregar antecedentes que se sumarán a los que la Superintendencia de Salud hizo llegar la semana pasada.
“Se ha tomado declaración a partir de las nueve de la mañana y se trató de recabar la totalidad de antecedentes sobre la responsabilidad que tuvo a cargo del holding”, comentó el subprefecto de la Bridec, José Gutiérrez.
También se sumaron a la investigación los antecedentes de tributación en operaciones de las empresas relacionadas con los ejecutivos del holding, denuncia que hizo el abogado de las sociedades médicas, Remberto Valdés.
“Se contestaron las preguntas que se realizaron por parte de la fiscalía pero evidentemente hay otra serie de diligencias que hay que realizar para, en definitiva, determinar si estamos en presencia o no de información falsa”, señaló Gajardo.
Se espera que hoy llegue a declarar en calidad de testigo el presidente de Southern Cross, Raúl Sotomayor, y también sean citados los socios de Gamma Capital, ambos fondos de inversiones que lideraron las fallidas negociaciones con Masvida y que se retiraron por inconsistencias contables y falta de confiabilidad en los estados financieros.
Plan de Ajuste y Consistencia
A primera hora de ayer la plana ejecutiva de Masvida realizaba una de los últimas gestiones previo al arribo de Rivas: envió a la Superintendencia de Salud el Plan de Ajuste y Contingencia para rescatar a la institución de la quiebra, cuyo plazo de entrega vencía mañana.
En casi 10 páginas, el directorio expuso en detalle el plan de Nexus para hacerse de la cartera de beneficiarios y saldar las deudas pendientes de la compañía.
Así Nexus ofrece, a cambio del traspaso de afiliados a Isapre Óptima, remediar el déficit de $ 16,4 mil millones que posee la compañía al 30 de enero de 2017. Esto, sumado a la actual garantía que la Isapre tiene vigente en la superintendencia de $ 78,7 mil millones, permiten asumir la deuda total de la compañía por $ 95,1 mil millones, cumpliendo de esta forma el 100% de las garantías exigidas por el regulador.
A esto se suma unos $ 5 mil millones de la deuda que se incrementaría al cierre de febrero. Parte de ésta se financiará con el cobro de $13 mil millones de cotizaciones pendientes y la venta de algunos activos por $ 9 mil millones.
Este plan, que requiere solo la luz verde de la autoridad para concretar el traspaso y garantiza la mantención del plan de médico socios, también ofrece una salida para la deuda que la compañía mantiene con los bancos, la que asciende a unos $ 22,5 mil millones, según detalla el documento.
Para ello se propusieron tres fórmulas: un aumento de capital, la prenda de las acciones para refinanciamiento bancario por el 25% de propiedad de la nueva Isapre -que se cree con Optima-, o finalmente la compra directa de dichas acciones por parte de Nexus.
Según explicó el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, este plan servirá de insumo para el actual administrador de Masvida, quien definirá las medidas que tomará luego de exhaustiva evaluación del estado de la compañía.
Pavlovic: "Los responsables son Santander y toda su plana ejecutiva"
Previo a la cita de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados que se realizó ayer, el superintendente de salud Sebastián Pavlovic (en la foto) explicó el rol que tendrá el administrador provisional en Masvida, quien será el equivalente al directorio y al gerente general a la vez, razón por la cual una de sus primeras medidas fue la suspensión de la mesa.
Uno de las principales tareas será recobrar la confianza de la empresa entre sus beneficiarios, restablecer los convenios con los prestadores y esclarecer la situación financiera de la empresa, para viabilizar cuál es el camino para recuperar su normalidad operacional.
Esto con miras al término del "corralito", que se vence en tres semanas y evitar la fuga de cotizantes, lo que depreciaría aún más la cartera, el principal activo de la empresa.
Pavlovic explicó que si bien Rivas tiene un plazo legal de 120 días para entregar una solución, la normalización de los beneficios debería estar este mes.
Y es que para la autoridad, la cuestionada situación de la compañía se debe a los malos manejos del directorio, entre los cuales uno de los primeros puntos que deberá aclarar Rivas, son las acusaciones de posible doble contabilidad. "Los principales responsables son Claudio Santander y toda su plana ejecutiva", dijo.
Pavlovic explicó que Rivas tiene toda la autoridad para decidir sobre el futuro de la Isapre, entre los que se contempla el traspaso de la cartera, la venta del holding, o la licitación de la cartera y la liquidación de la compañía. "Una alternativa, la ideal, es que revisados los antecedentes se verifique que, tomando ciertas decisiones, la Isapre tiene viabilidad", dijo y agregó que otro objetivo es darle continuidad a la empresa, para proteger los derechos de los beneficiarios.
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