En un anuncio que sorprendió a la industria, Aguas Andinas informó ayer el inicio de un proceso "abierto y competitivo" para desprenderse de su participación del 53,5% de Essal, filial que opera en las regiones de Los Lagos y Los Ríos.
La venta "será iniciada de inmediato y para ello se buscará el concurso de un banco de inversión y de otros asesores, no definidos aún", indicó la sanitaria en un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero en la que informó de la decisión adoptada en la reunión realizada a primera hora de ayer por el directorio que preside Claudio Muñoz.
Este proceso representa la búsqueda de un capítulo final en la trayectoria de Aguas Andinas en Essal, cuyo escenario cambió radicalmente tras el episodio de contaminación de un estanque que a mediados de julio dejó sin suministro de agua potable a la ciudad de Osorno por más de 10 días. Luego de una dura crisis en la que enfrentó la sancion de la opinión pública y la reacción de las autoridades, la sanitaria debió someterse a dos procesos compensatorios que le significaron el desembolso de unos $ 6.000 millones entre compensaciones obligatorias -por Ley de servicio al consumidor- y voluntarias.
Pero eso no es todo, ya que aún resta que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) entregue su veredicto final respecto a la investigación que inició tras el episodio en Osorno, y que contempla como sanción máxima la caducidad de la concesión. Dicho informe ya lleva más de medio año en desarrollo y la SISS cuenta no cuenta con un plazo establecido para dar a conocer el resultado.
Frente a este escenario, la mirada del mercado está puesta en la capacidad de Aguas Andinas por conducir un proceso exitoso en medio de estos riesgos. De hecho, a septiembre pasado -dos meses después de la crisis- la compañía reportó pérdidas por $ 178 millones, que equivale a una disminución de 102% respecto del mismo período de 2018.
Consultado respecto de la operación, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, enfatizó que "independiente de quién sea el propietario actual o futuro, las compañías tienen que responder por las faltas que hayan cometido de acuerdo a la ley y lo que establezca la Superintendencia".
Además de la posición controladora de Aguas Andinas, en la propiedad de la sanitaria destaca Inversiones Gran Araucaria Dos Limitada –ligada al empresario Felipe Ibáñez-, el segundo mayor accionista con un 40,46% de la propiedad.
Asimismo, el Estado tiene una participación del 5% a través de Corfo. En relación al anuncio de Aguas Andinas, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, indicó que "se trata de decisión de una empresa privada, y respetamos su autonomía", subrayando que la estatal no tiene considerado vender su participación por lo que "no cambia nuestra situación".
En cuanto a las potestades de Corfo, si bien el directivo aclaró que la corporación "no tiene ninguna atribución especial para limitar las decisiones del directorio en esta materia", precisó que sí tiene posibilidad de ejercer veto en lo relativo a la "enajenación o gravámenes de los derechos de agua que son parte del patrimonio de la sociedad".
Decisión unánime
Desde Aguas Andina confirmaron que la decisión fue adoptada de manera unánime por el directorio "por motivos empresariales y de manera muy responsable y consciente, considerando que hoy la compañía se enfrenta a grandes desafíos que la determinan a focalizarse en sus actuales prioridades estratégicas en Chile".
-¿De qué manera se conducirá este proceso en la compañía que enfrenta un escenario complejo?
-Primero que todo, Aguas Andinas tiene la convicción de que no se dan las condiciones que la actual legislación establece para caducar la concesión de Essal en Osorno, y así se puso de manifiesto en el Pliego de Descargos que presentó la sanitaria ante la SISS
-¿Y en relación al proceso que impulsa el Sernac y las demandas judiciales?
- Las compensaciones ya se hicieron efectivas y, por tanto, se abonaron en las boletas de los clientes. El acuerdo correspondiente al PVC, ya firmado entre las partes, todavía está en manos del Sernac que debe enviarlo al juez para su validación. Y por último las demandas en tribunales, son procesos que deben seguir su cauce legal.
-¿Cuál es el propósito final de Aguas Andinas?
- El objetivo es claro y se fundamenta en la necesidad de concentrar todos nuestros activos en los retos que implica hacerse cargo de las consecuencias del cambio climático y la extrema sequía. La compañía continuará estudiando y explorando nuevas oportunidades de negocios que le permitan desarrollarse en el mercado de servicios medioambientales.
- ¿Cuáles son los lineamientos de la hoja de ruta de mediano y largo plazo para enfrentar el complejo escenario actuaal en la Región Metropolitana?
- La compañía está desplegando un plan de inversiones previstas para adaptarse a los efectos del cambio climático y aumentar la seguridad del abastecimiento frente a la sequía extrema llega a los US$ 500 millones. Entre ellas se consideran obras de interconexión de distintos sectores que permitan abastecer con agua desde fuentes alternativas, además de nuevos sondajes en zonas de mayor disponibilidad de acuíferos, la ampliación de plantas de producción y la apuesta por la reutilización de las aguas regeneradas que se tratan en las biofactorías. Actualmente, se está trabajando en el diseño de diversos proyectos que nos permitan enfrentar la extrema crisis hídrica.
-¿Es posible ofrecer de manera preferente el paquete accionario a la sociedad Inversiones Gran Araucaria Dos?
- Ese es un tema que le corresponde a la sociedad accionista de Ibáñez, que ha sido debidamente informada tras la decisión del directorio.
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