Las siete fragilidades del sistema eléctrico que quedaron al descubierto tras el “blackout”

Por Silvia Véliz Poblete


El blackout ocurrido hace poco más de una semana dejó al descubierto ciertas fragilidades en el Sistema Interconectado Central (SIC). Lo cierto es que post terremoto del 27 de febrero de 2010, se hicieron más habituales este tipo de situaciones 
-considerando que antes del evento sísmico a fines de los ‘90 había ocurrido el último apagón- las que llevan a pensar en la necesidad de reforzar, modernizar y tener un sistema eléctrico acorde al crecimiento de la demanda de energía y del país.

Asimismo expertos del sector aseguran que considerando diversos eventos ocurridos en los últimos años, se hace necesaria una reforma legal en el sector. Esa reforma, aseguran, debiese darse muy pronto. Lo más probable es que con los resultados que entregará en un par de semanas la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico, se tenga mayor claridad al respecto.

1 Desafíos en materia de transmisión: Uno de los mayores problemas que se ha generado en el último tiempo y que ha sido el foco de discusión del sector es la necesidad de reforzar el sistema de transmisión. El problema es que las soluciones que se manejan no son de corto plazo. Desde la Asociación de Generadoras aseguran que “es urgente reducir cuellos de botella. Los proyectos para desarrollar la transmisión en Chile se hacen cada vez más difíciles y lentos en su ejecución debido a la creciente demora en su tramitación y extendiéndose los plazos de construcción más allá de lo programado”. Cada vez es más habitual la judicialización en el caso de las servidumbre.

Altos ejecutivos del sector generación reclaman por las escasas inversiones en transmisión en los últimos años comparado con el aumento de la capacidad de generación instalada en el SIC.

2 Rol del CDEC: Se hace necesaria una mayor modernización. Si bien ha renovado sus sistemas informáticos, expertos aseguran que aún es un sistema arcaico. El gerente general de Valgesta Energía, Ramón Galaz sostiene que “es fundamental que se actualice en base a la operación de un sistema que es bastante más complejo que el que se tenía cuando se instaló el actual equipamiento Scada”.

3 Hidrología: Es un problema que en los últimos años se ha ido tornando más complejo pues la escasez hídrica impacta el precio de la energía, ya que en su reemplazo se deben poner en operación centrales de respaldo a diesel, que son las más caras.

4 Entrampe de proyectos: Al problema del aumento de la demanda por energía que el país constantemente va teniendo se suma la demora en la aprobación de nuevos proyectos, lo que impide que se vaya sumando nueva capacidad instalada al sistema. “Cada día es más difícil instalar 1 MW de la tecnología que sea”, sostiene Galaz.

5 La oferta y la demanda: Expertos del sector aseguran que si bien en el SIC actualmente hay un margen de reserva mayor al que había hace tres o cuatro años, ese margen está garantizado por mucha instalación de plantas a diesel -que superaría los 1.400 MW-, las que no son eficientes. Hay una mejor condición de operación del sistema, pero mucho más cara. En tal sentido, desde la industria aseguran que “la entrada de nuevas plantas resulta relevante, lo que por distintas variables se hace más lento de lo esperado”.

6 La interconexión: Una de las opciones para potenciar ambos sistemas es la de unirlos. Sin embargo la autoridad ha establecido que una vez que el tema esté completamente evaluado, se determinará si es beneficioso concretarlo. Es una opción de largo plazo para los sistemas.

7 Incorporación de energías renovables: En el sector aseguran que pese a que no están bien desarrolladas son una opción a considerar para el futuro como complemento de las energías convencionales. Indican que en la medida que sean eficientes y rentables será válido incorporarlas a la matriz.