Para una persona cuyo conocimiento de aviación se reduce a haber tomado vuelos comerciales (como en este caso), tratar de conocer cómo funciona este mundo a nivel de hobby –o “civil”, como corrigen-, requiere partir de cero. Literalmente.
Ello porque no forma parte de nuestra “cultura general” saber que, por ejemplo, nuestro país es considerado un mercado “de segunda mano” -al que ingresan aviones que ya han tenido uno o más dueños-, o que a diferencia de un auto, un modelo de 1978 aún tiene bastante vida útil ya que sólo es necesario cambiarle el motor para que quede como nuevo
Entonces, ¿dónde partir? En el aeródromo Tobalaba, considerado “la cuna de la aviación civil en Chile”, y el que tiene mayor movimiento, con un alto porcentaje de los casi 1.500 aviones registrados en el país “hangarados” (o estacionados) en sus instalaciones, y en el que se realizan unas 50 operaciones (aterrizajes y despegues) al día.
Sin embargo, pese a lo que se podría pensar, en términos de negocio, éste es un mercado que ha sido poco explorado: si antes se quería comprar un accesorio o repuesto, lo usual era hacerlo a través de sitios web tipo Amazon, o directamente viajar a Fort Lauderdale, EEUU, ciudad en la que abundan las tiendas especializadas.
Y viendo el casi nulo desarrollo de este nicho, Sebastián Cardoen –hijo del empresario Carlos Cardoen- y su socio Matías Jara, decidieron fundar Aeroneed, que es el primer pilot shop y compraventa de aviones y helicópteros de Chile, y uno de los pocas que existen en Latinoamérica.
Según comentan, ambos son hijos de piloto, y “prácticamente nacimos arriba de un avión”, como afirma Cardoen, quien estudió Administración en la London School of Business and Finance. Su socio, quien es ingeniero civil de la Adolfo Ibáñez, agrega que este negocio es menos elitista de lo que se cree, ya que atrae no sólo a dueños de aviones, sino también a quienes les gusta la estética “Top Gun”, o simplemente quieren comprar réplicas a escala.
¿Cuáles son los productos más demandados? “Por gusto, las chaquetas del estilo de la película, pero por uso, el aceite, las ruedas, bujías, y repuestos en general”, comenta.
Por el lado de la compraventa, los volúmenes no son menores. Por ejemplo, actualmente registran en su sitio web más de 820 aeronaves y 240 helicópteros disponibles, aunque a nivel país estiman que la rotación es de unas 80 aeronaves al año.
Planes de alto vuelo
Pese a que llevan poco menos de un año operando, las expectativas que tienen Cardoen y Jara son de alto vuelo.
Es así como luego de haber concretado varias ventas con compradores de la región, definieron que si bien el foco es consolidarse en Chile, el siguiente paso es expandirse a otros países a Latinoamérica.
“Hemos conversado con posibles socios en aeródromos de otros países, y hemos visto mucho interés. Eso sí, aún estamos viendo si lo hacemos directamente o a través de franquicias”, afirma Jara.
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